Volvemos para casa después de un magnífico día de playa, nos intentamos meter en el coche, apenas se puede entrar, el calor se ha apoderado de él y no lo quiere soltar. Tras mucho valor, ventanillas bajadas, aire acondicionado a tope, nos montamos dentro. Sobre el marcador 38° de temperatura, y estamos en Asturias, sudo sólo de pensarlo.
Por suerte conseguimos salir, el calor se va mitigando poco a poco, el aire de la carretera algo alivia, aunque sin el aire acondicionado estamos perdidos, tras conducir unos minutos, tan sólo nueve, la temperatura ha bajado a 26°, 12° en 9 minutos. Volvemos a respirar aliviados, ahora sí que estamos en Asturias.
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