Al principio, Daniel me pidió un monstruo de cuatro brazos, pero como parece ser que no le gustaba el que estaba haciendo ya que quería que fuera vampiro, lo usé luego para ir dibujando lo que me pedía June, así aparecían nenes, Vito nuestro gato, un mono, mariposas y hasta un dinosaurio. Todo un reto intentar plasmar sus peticiones.
La petición del monstruo vampiro de cuatro brazos se acabó convirtiendo por sus peticiones subrealistas en una patata vampira de cuatro brazos y cuatro pelos. Me encantan estos retos tan fantásticos.
Finalmente me pidió un Frankenstein al que no entiendo muy bien por qué, pero decoró de verde como si se tratase del increíble Hulk, la Masa para los que leíamos tebeos antiguos. Juntarme con ellos es la excusa perfecta para volverme a convertir en un niño. Por cierto, ellos no entendían mi dibujo, no era ni un monstruo, ni un gato. Deliciosos niños.
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