Que ilusión la des-ilusión

No hay peor cosa  en la vida que perder la ilusión. La ilusión es un motor que nos ayuda a superar, a avanzar, a lograr, a soñar, a derribar retos, a crecer profesionalmente, a amar con locura, a luchar… La desilusión es todo lo contrario, es no superar, no avanzar, no lograr, no soñar, no superar retos, no crecer profesionalmente, perder el amor, no luchar… La desilusión es un sentimiento muy profundo que nace de haber esperado algo con la esperanza y seguridad de recibirlo, pero que luego sentimos y nos maldecimos por no haberlo obtenido.

Bailar entre la ilusión y la desilusión es la propia vida, pero la vida no siempre es justa y a veces te pone casi todas las ilusiones juntas y otras te junta todas las desilusiones, de una forma sonries y eres feliz, de la otra te hundes y ahondas en la tristeza. La desilusión en el fondo no es más que la vagancia de nuestro ser, la incapacidad de volver a recobrar la ilusión por las cosas, someterse a la deriva inconscientemente o conscientemente es un triste acto de pasividad.

Hay gente que se ilusiona, que trabaja por buscar sus anhelos y que de la misma forma puede caer en el pozo de la desilusión si no ha medido bien con que se estaba ilusionando. Hay otros que no se ilusionan, sólo viven, nunca caen en la desilusión, ya que jamás la habían buscado, al menos por su esfuerzo. La desilusión por defecto debería devolvernos a la realidad, pero muchas veces nos hunde en ella, el amor o el trabajo son ilusiones o desilusiones que alternan en nuestra vida como guionistas de sufrimiento o gozo, pero ¿podemos ser amados si no nos amamos a nosotros mismos?, ¿podemos conseguir lo que queramos en nuestro trabajo si no nos lo curramos nosotros mismos? Muchas veces, lamentablemente, no basta con querer, hay que hacer.

Pero, si la ilusión no es real, tampoco será real la desilusión, ¿qué es real? ¿que nada es tan bueno, ni tan malo?, pues vaya vida. Hoy en día me parece que todo lo tiñe la desilusión, la gente no sonríe, ¿será el dinero, la crisis? pienso, pero hay en sitios donde no tienen nuestra calidad de vida y no paran de reir, su vida de cada día sería una tragedia de internamiento para nosotros, pero ellos no paran de reir, y es que la realidad no es otra cosa que la capacidad que tienen de engañarse nuestros sentidos. Obama ganó unas elecciones llenando de ilusión todo, hizo creer al mundo que todo era posible, pero ¿qué nos hiciera soñar es una desilusión?

Tal vez, la solución está en no pensar o ilusionarse con lo que podría ser, si no disfrutar de lo que es, lo malo es que no se si muchas veces nos gustaría ver lo que tenemos delante y en lo que nos hemos convertido. No esperes a que ocurra, haz lo que quieras, grita lo que eres, y si no te gusta, mejora, cambia, pero no se te ocurra mirar atrás, si lo haces, no te atreverás a cambiar nunca. Cuando dejas de mirar atrás, la ilusión es lo que pasará ese día, no hay ataduras, por que no hay recuerdos, todo parece nuevo, todo se tiñe de la ilusión como cuando éramos niños.

El futuro siempre puede ser mejor que lo que ya ha pasado, pero para ello, no podemos seguir mirando atrás. Hay que empezar de cero, y eso en la vida, es muy difícil, casi tanto como no engañarse a uno mismo, y es que el orgullo nos engaña a nosotros mismos. Mira cuanto orgullo tienes y sabrás cuanto te engañas. Para mi, la desilusión es el pasado, la ilusión es el presente, cuando piensas en lo que has perdido estás pensando en lo que imaginaste que lograrías, la ilusión es en lo que consigo hoy, y mañana, y después de mañana, y después de después de mañana, y después de después de después de mañana, pues eso, la ilusión es la energía que nos hace sentir vivos y no podemos perderla. Trabajemos como locos por pensar en lo que será y no en lo que ha sido.

Me recuerdo de niño mirando el escaparate de una librería que hacía esquina en la calle en que vivíamos donde tenían ediciones de lujo de libros de arte, recuerdo los libros de Goya y su etapa negra, del Museo del Prado, con fotos enormes en las que podía ver todos los detalles. Siempre tuve la ilusión de tenerlos y soñaba con verlos, muchas noches mientras dormía los ojeaba en sueños. Jamás necesité comprarmelos, cuando pude tenerlos ya los había visto.

Os dejo con ilusión de Julieta Venegas cantada con Marisa Monte, "no me llames iluso" de La Cabra Mecánica, "tengo una ilusión" de Banda el Recodo y la ilusión de Silvio Rodriguez