Once del siete de dos mil diez, una fecha que se ha grabado en nuestras vidas como fuego, la historia la tocamos todos los días, por desgracia cuando sientes la historia no siempre es para bien, en nuestras vidas ya hemos tenido que anotar muchas tragedias, naturales y humanas, que han pasado a incorporarse a nuestra agenda vital, pero ganar un mundial es otra cosa, lo vas viendo poco a poco, tienes tiempo para el pesimismo y luego para el mayor de los optimismos, vas viendo como otros equipos se van quedando fuera, equipos y jugadores que dan miedo sólo de nombrarlos, y llegan cuartos, y luego semifinales y ayer la final, te vas preparando para lo que puede suceder y eso hace que todavía se viva con mayor intensidad.
Hasta los que no somos fanáticos del fútbol sufrimos viendo el partido de ayer, nervios teñidos con mucho calor, gente y gente viendo el partido en la calle, hasta 300.000 personas en Madrid y la Plaza del Pilar abarrotada para ver el partido de España-Holanda, en Zaragoza acabaron empapados de emoción y de agua, ya que calló un tormentón de aupa, mientras en España todo el mundo, menos algún nacionalista que seguro que iba con Holanda, empujaba a todos los jugadores para que marcasen gol y setecientos millones de personas observaban el mayor espectáculo deportivo del mundo.
Y que grande es Iniesta, que ejemplo de futbolista, a diferencia de otros compañeros de la liga no encontraréis en él ni tatuajes, ni piercings, ni un peinado a la última, ni fotos marcando tableta de chocolate, ni será nunca la estrella de un spot ya que él no es ni alto, ni guapísimo, él sólo es una gran persona, para las grandes marcas publicitarias sólo es eso, una gran persona, ¡se siente! El gol de Iniesta fue un momento tremendo, de fuerza, de garra, de sufrimiento por el temor de llegar a los penaltis, resultado que habría sido injusto dado el partido que había realizado españa y la brusquedad de una Holanda incapaz de jugar a fútbol. El gol de Iniesta fue igual que cuando metió en la final al Barça para ganar la champions, una celebración intensa y soñada, para los que hemos crecido oyendo hablar del gol de Zarra que se dirá en el tiempo de este gol.
Que generación del deporte nos ha tocado vivir, desde la selección española de fútbol a la selección española de baloncesto, de Gasol a Nadal, de Alonso a Pedrosa y Jorge Lorenzo, de Contador a… Una generación con una característica común, la humildad y las ganas de superación, la ecuación que forja a los campeones. Ninguno creo pudimos evitar los típicos comentarios que vienen de serie en el adn de ser español cuando perdimos con Suiza, el pesimismo y el victimismo podían con nosotros, pero España comenzó jugando regulera y acabo haciendo un muy buen fútbol, obligando a Alemania y Holando a intentar no dejarles jugar. Alguno de los que cayó en la torpeza de ese pesimismo y de creer que cualquier tiempo pasado fue mejor, fue Luis Aragonés que después de haber llevado a la Selección a lo más alto en Europa ahora hacía unas declaraciones que por muy personales que fueran estaban cargadas de envidia malsana, pero Mr. Potato, es decir Luis del Bosque ha dado otra lección de humildad, respeto, educación y de envidia, pero por conocerle, ya que debe ser en el trato corto una persona excepcional.
La gente se ha volcado con la selección, seguramente tenía ganas con tanta crisis y tanto paro, algunos dirán que esto es un espejismo, pero siempre hay gente que le gusta cuestionar todo, si ganas porque ganas, si pierdes porque pierdes, el caso es que siempre va todo mal, con un poco de suerte tal vez han aprendido un poco de la lección humana de estos 23 jugadores y un gran seleccionador.
También me he acordado en esta celebración de lo torpes que son los políticos, en lugar de intentar abrir fronteras cada uno intenta poner fronteras cada vez más pequeñas, el debate sobre España y la bandera está encima, pero si éste ya me parece un poco absurdo, el de los políticos de Cataluña o de cualquier otro nacionalismo creo que está fuera de la realidad de la calle. Desde el respeto a todas las diferenciaciones y al orgullo de lo propio, la estéril batalla de intentar ponerle a todo una bandera, unos colores, que no son nada, lo importante son las personas. Hace dos días en Barcelona se vivía una manifestación en defensa de la nación catalana, y claro, para eso hay negar la nación española, o la europea, o la…, ayer en el mismo escenario salían los mismo u otros catalanes con la bandera de España y orgullosos de ganar un mundial, seguro que cuando algunos vieron la manifestación se indignaron y seguro que cuando alguno vio las imagenes de ayer también se indigno, que manera más torpe de crear odios innecesarios, pero lo que yo piense, poco importa.
Pero es que la gente somos absurdos por naturaleza y no lo tenemos más que ver con el pulpo Paul, todo el mundo pendiente de un cefalópodo que algunos creen que es capaz de adivinar quien va a ganar por un azar del 50%, impresionante cuando a uno de los jugadores de la selección le pregunta un periodista por le pulpo y éste le responde: "¿es un pulpo?, como diciendo, -perdemos el tiempo hablando de esta chorrada-, pues así somos los humanos.
Ayer fue un gran día, la chica de Etón vivió con nosotros este día histórico, el día de la victoria, nos reimos, charlamos y charlamos y comimos y comimos y bebimos y bebimos y gritamos y gritamos y nos abrazamos disfrutando de un partido de fútbol que une hasta los que no les gusta el fútbol. La chica de Etón es humilde y un encanto, aunque para mi desgracia es demasiado buena jugando al Trivial y al Party, y algunas cosas como estas, no se pueden permitir. La chica de Etón es luchadora y fuerte, capaz de rehacerse y seguir siendo ella misma, o mejor, y es que al igual que la chica del batzoki de Doctor Deseo, ¡cómo es! la chica de Etón, con su carita de rosa y luego…, ya que quién sino ella podría saber qué es Etón College.
Y aquí un resumen del partido y el gol que nos ha hecho campeones del mundo:
La celebración de Camacho el sobaquillos imperdible:
Y dedicado para los que sólo saben criticar y criticar, viva el amor:
Me ha emocionado. Yo me siento muy orgullosa de haber nacido en Euskadi y la defiendo como la que más pero esto es muy grande y que nos una a todos los españoles en esta alegría es in-creible (en dos palabras, como diría alguno). Ójala aprendieran los políticos que hay que unir fuerzas y luchar todos en la misma dirección y con humildad y no intentar separarnos y hacer diferencias de colores, nombres... y qué coño que España es campeona del mundo. Con dos cojones
ResponderEliminarSin comentarios, chapó.
ResponderEliminarEse guiño me ha emocionado David, yo sé quién es la chica de Etón.
ResponderEliminarPara saberlo te lanzo la siguiente pregunta de Trivial: ¿Es correcto que un hombre se case con la hermana de su viuda?
ResponderEliminar¿Puedo contestar? ¿Puedo contestar? Yo lo sé y no soy de Etón
ResponderEliminarYa está la lista que todo lo sabe
ResponderEliminarJopeta!! Pá'una que me sé
ResponderEliminarPues yo diría que ya está muerto para casarse con la hermana, pero cosas más raras se han visto.
ResponderEliminarHe recuperado "la chica del batzoki", para que veas lo sensible que me has dejado con tus palabras.
Sois grandes, vosotros dos, y os quiero un montón.
Parece que eres la chica de Etón, pero sólo lo sabré si contestas a lo siguiente: Buscando agua una rana cayó en un pozo de 30 metros de hondo. En su intento de salir la rana conseguía subir 3 metros cada día, pero en la noche resbalaba y bajaba 2 metros. ¿Cuántos días tardó la rana en salir del pozo?
ResponderEliminarSerás tú la chica de Etón?
30 días necesitaría la rana para salir de allí(suponiendo que en esos 30 días no necesitara ni comer ni beber, porque es para espicharla, allí metida la ranita en un pozo negro, sin nevera, ni microondas, ni televisión)
ResponderEliminarPues no, no son 30 días, voy a tener que dudar que eres la chica de Etón, as dado la misma respuesta que Ana. Piensa, piensa.
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