Hace ya la friolera de casi 29 años de esta fotografía, el curso de 8ºB de Salesianos de la mano de D. Sixto, visitábamos las oficinas y laboratorios de Heraldo de Aragón, ni por un asomo lejano me podía imaginar en aquel momento que luego con el paso del tiempo se me harían muy comunes la fotocomposición y las máquinas de revelado que vimos en aquella visita. Menuda cuadrilla estábamos allí, estábamos todos los compañeros de EGB que durante 8 años en aquellas aulas y patios de recreo de Salesianos de Zaragoza compartimos tanto, 8 años de las que guardo tan buen recuerdo, 8 años juntos con la misma gente, creciendo, aprendiendo, equivocándonos, riendo, llorando, dibujando, haciendo travesuras y experimentando cada día cosas nuevas inherentes a la edad. Miro la foto y es una auténtica alegría volver a recordar a aquellos compañeros (perdón si me equivoco en alguno por el paso del tiempo), empezando por la izquierda, Armando Lorén, Genzor, Lasheras, Gregorio Egea, Landa, Garulo, Lafuente, Guilloto, Muro, Lorén, (yo mismo) Marín, Marco, Gracia Garzón, Iñiguez, Martínez Aibar y Galve. Podría decir tantas cosas de cada uno, a muchos ya no les he vuelto a ver desde aquel día de junio del 82 en el que concluimos nuestra etapa de la EGB, a otros como a Iñiguez aún lo vi alguna vez en algún encuentro casual por la calle Ricla o a Muñoz Serrano que nos cruzamos algunas noches de marcha y juventud en el casco viejo, a Genzor por motivos de trabajo hace poco colaboramos en hacerle una identidad de marca para una nueva marca para su empres Certest y a Antonio Moreno le he recuperado en el facebook y como lector de este blog, una auténtica pena que la vida, de momento, no nos haya reunido más, pero tiempo al tiempo.
Miro la foto y me veo con la mirada perdida en las máquinas, flipando un poco en el sitio que era referencia por aquellas portadas de Heraldo con dibujos a plumilla que realizaba Lalinde todos los años para el día del Pilar y especiales y que conservaba y dibujaba con cariño a sus labradores maños cargados de energía y de épica visual. Allí también miraba las primeras máquinas de fotocomposición y miraba las viejas máquinas de impresión intuyendo como era el proceso, recuerdo la figura del corrector y la de los montadores, recuerdo muchas cosas de aquel día que premonitoriamente marcaron mi futuro posterior en el mundo de la comunicación tan sólo siete años después. Muchas veces el destino nos depara estas sorpresas. Un gran saludo para aquella generación de chavales llenos de ilusión que espero que no la hayan perdido, un saludo para 8ºB de Salesianos Zaragoza.
Ostras David.... sin palabras estoy, es un tesoro esa foto, yo no se donde debía estar, aunque veo que falta mas gente de nuestra clase, estaríamos fuera de encuadre. Un gran gran abrazo, y si, te sigo el blog diariamente, tal y como es obligado.
ResponderEliminarMoreno, J.A.
Gracias, José Antonio, la verdad es que es un tesoro, y haces bien en preguntarte dónde estabas, seguro que haciendo en alguna perrería, ya ves que a veces es importante salir en la foto.
ResponderEliminarUn abrazo compañero.
Vaya sorpresa!. Hace unos cuatro años encontré esa misma foto en el interior de un libro pero ahora sería incapaz de localizarla. Qué recuerdos... Gracias David.
ResponderEliminarCarlos Genzor
Para eso estamos, Carlos.
ResponderEliminarUn saludito grande
Pues yo no estaba allí, pero me ha impresionado la foto. Estas guapo, guapo...
ResponderEliminarDe todas maneras qué vueltas da la vida que al final el Heraldo de Aragón termina siendo un proveedor de tu trabajo.
Ya te digo. Un beso por los piropos infundados.
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