Parece mentira que empiece la mañana con tanta energía, en un segundo ya me he plantado enfrente de la puerta del Palacio Episcopal. Por delante pocas horas para lo que quiero hacer, no es la primera vez que vengo y sé que hay que ser rápido, las horas pasan demasiado deprisa cuando buscas algo que te gusta. De momento la plaza sigue vacía, tan sólo alguna paloma revolotea y algún gato que la mira con cara de hambre.
Por la entrada se accede a un patio central porticado. El silencio marca mis pasos que se hacen rotundos y aparentan un ejército. Tomo el camino hacia la derecha en busca de un ascensor para acceder a un primer piso, algo de vagancia hay en mi acto, pero las escaleras con una alfombra roja y un toque de rancio abolengo, imponen un poco.
A la salida del ascensor entras en las dependencias del palacio. Mi recorrido ahora es más fácil que el del primer día que estaba totalmente perdido. Cruzo un pasillo entre armarios vacíos de libros en busca de una portezuela pequeña que da acceso a otra puerta que da con el exterior.
Desde allí se accede a la sala de espera de la zona documental del Archivo Diocesano. La primera vez que entras te impresiona un poco. Parece que entras en otro tiempo y ya comienzas a situarte en la escena de rebuscar en el pasado. Algunos cuadros que apensas se dejan ver por la luz y un color rojizo en el suelo y barandado que tiñe toda la estancia.
A la izquierda, junto a un baúl viejo y labrado de madera se encuentra una de las dependencias del archivo. A la derecha y arriba de la escalera, la de los microfilms, que es a la que yo acudo. Después de dar un vistazo general, me desprendo de mi mochila y la dejo descansar en una silla, tampoco es cuestión de estar aguantando el peso todo el rato.
Esperando no puedes evitar mirar para todos los lados. Solamente mirando el suelo te preguntas cuanta historia habrá detrás de esos adoquines irregulares y mellados que tan sólo protege una gruesa capa de pintura roja. Un balcón de madera a la izquierda comienza a iluminar poco a poco la estancia conforme el sol sube un poco más, poco a poco se van descubriendo zonas y colores que pasan del oscuro al menos oscuro.
Algunos cuadros adornan el recinto. Uno de ellos éste, del linaje de los Villaviciosas con origen en Fuenterrabia, Guipúzcoa. Me entretengo viendo el escudo, el perro encadenado y la torre del castillo, y pienso en el trabajo de búsqueda en los libros parroquiales que me queda por delante intentando descubrir el origen del apellido Goñi de los originarios de Leache/Leatxe.
Otro cuadro parece un San Jerónimo de Estridón, con su barba de asceta, semidesnudo y golpeándose el pecho con una piedra. Parece de momento que la cosa va de libros, ya que él fue uno de los grandes traductores de las sagradas escrituras. En la foto he aclarado un poco la imagen para que se aprecie mejor la pintura, pero en la realidad se muestra oscura por el paso del tiempo y cuesta definir bien la figura.
Al otro lado sobre las escaleras se abre un espacio alto y se deja ver sobre el techo de la parte baja una portezuela o ventanuco que intriga por saber a dónde dará y cuál sería su misión. Por suerte subir por estas escaleras con su alfombra no produce ruido y me permito subir y bajar curioseándolo todo, pero siempre con cierta precaución por no molestar.
Arriba otro cuadro de Jesús compartiendo mesa con otras dos personas, mientras una cuarta les trae una bandeja. Podría tratarse de Zaqueo o de cualquier otro episodio de charla más convite de los que narran los evangelios. El paso del tiempo también se nota en el cuadro y las luces que entran por el ventanuco reflejan en él y hacen que se vea con mucha dificultad.
Sobre mi cabeza un techado abovedado con rosetón en el centro y pintado con formas geométricas de un color entre rosa y cárdeno. Poco a poco empieza a llegar más gente y dejo de curiosear por la sala. Ya pronto nos avisarán que podemos entrar. No puedo evitar cierto nerviosismo.
Buscando los orígenes en el Archivo Diocesano de Pamplona I: la llegada
Buscando los orígenes en el Archivo Diocesano de Pamplona II: dando tiempo
Buscando los orígenes en el Archivo Diocesano de Pamplona IV: la búsqueda
Buscando los orígenes en el Archivo Diocesano de Pamplona V: la inclusa de Pamplona
Buscando los orígenes en el Archivo Diocesano de Pamplona VI: la salida
No hay comentarios:
Publicar un comentario