El verano acaba, toca abandonar los sueños y las playeras, dejar toallas y esterillas con los últimos granos de arena en el fondo del armario. Mientras, el sol todavía no da tregua al tiempo y retomo trabajo, libros, músicas y pensamientos. Detrás quedan cervezas al aroma de chiringuito playero con criollos y costillares enfrentados a sus brasas, mañanas de bici y compras y trabajos que se concluyen delante de un ordenador en lo que otros llaman período vacacional. Sol y poca lluvia, risas de niña y gatos que todo lo pelean por huir.
Pronto aquellos días se truncaron por una vuelta precipitada y castigada con reclusión mayor en el hospital, a mi padre, una hemorragia cerebral le había postrado en la cama de una habitación que se convertiría en su cárcel durante semanas y mi dormitorio, sobre un incómodo sofá-silla, día sí, y día no. Después llegaron los miedos del quirófano, la UCI y la vuelta a su cama prisión, para por fin poco a poco ir recuperándose. Fuera un sol de finales de julio y primeros de agosto en Zaragoza, mataba a los pocos que se atrevían a pisar la calle mientras yo los veía desde los barrotes de la habitación del hospital frente a mi colegio de la infancia.
Después superados miedos y con mi padre volviendo a ser el mismo poco a poco, volvimos a la playa, a recuperar sueños en pause y olas de espuma blanca, volvimos a sentir los mismos olores y cuando casi ya todo empezaba a ser maravilloso, tocaba volver para empezar a pincharnos con alfileres y sentir la cruda realidad de unos tiempos donde la palabra riesgo y crisis se dicen como coletilla al final de las frases. Lo mejor volver de nuevo a escribir mis pensamientos y charlar con vosotros. Ya estoy de vuelta.
Bienvenido amigo.
ResponderEliminarGracias amigo
Eliminarya te echaba de menos, me alegro que tu aita este bien, y ya sabes..... siempre hacia delante que lo bueno (si es que todavia hay cosas mejores) esta por llegar. os mando un abrazo enorme y aqui seguire leyendote.
ResponderEliminarbesos a la family
Gracias por las energías, siempre vienen bien.
ResponderEliminarUn beso muy grande a todos y muchas gracias por estar siempre ahí.
En este largo y cálido mes de agosto-septiembre, te he echado en falta.
ResponderEliminarYa se sabe, que lo bueno, si poco y breve...
Gracias Raquel, se agradecen mucho tus palabras. Nos vemos en ná.
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