Hace ya bastantes años, tuve la suerte de compartir un viaje organizado por AMAPA, la Asociación de Medios y Agencias de Aragón para visitar diferentes sitios relacionados con mi profesión en Madrid. Uno de los sitios que visitamos fueron los Estudios de los hermanos Moro, donde estaba uno de ellos, ahora no recuerdo si era José Luis o Santiago, y también nos recibió su hijo Fernando un reconocido director de animación que en aquel momento estaba con Anastasia y después ha trabajado en Planet 51, Gru, mi villano favorito y en un montón de producciones de animación.
Los hermanos Moro fueron un referente en la España de la posguerra en publicidad, son los que ostentan más premios del festival de Cannes hoy en día y su vida está plagada de anécdotas y talento. A modo de ejemplo contaré que siendo niños les pilló la guerra civil en Madrid, mientras correteaban por unas calles bombardeadas su mente de niño sólo quería jugar, así que se dedicaron a dibujar los aviones que veían volar sobre sus cabezas, los plasmaban en cartones y lo que empezó siendo un juego, pronto otros niños querían esos aviones y los intercambiaban por comida o algo de dinero. En nada ya tenían montada una mini-fábrica con otros niños que les ayudaban a colorearlos los aviones para venderlos.
Después de visitar los estudios comimos junto con Fernando y pudimos charlar sobre muchos temas y reírnos un rato juntos. Entre los detalles de aquel día, nos regalaron dos originales de nuestra querida Ruperta y que formaban parte de los que utilizaban para grabar las cabeceras. Dibujo en negro y coloreado sobre acetato y con fondo coloreado por aerógrafo.
Aquí podéis ver los dos cuadros que guardo como oro en paño. Muchas gracias por aquel día.
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