Ahora que te traigo a mis recuerdos, teñidos de un negro de ojos cerrados, recuerdo tus olas, recuerdo tu arena mojando mi sombra. Ahora que te siento, mientras tu brisa juega con mis canas y el mar rompe al llegar al final de su camino. Ahora que estás aquí, me siento un poco mejor.
Sólo puedo pensar cómo estarás ahora. En silencio. Sólo con tu ruido. Sóla con tus recuerdos. Mirando al que te mira. Dejándote mirar. Acariciando a un perro que te hace cosquillas con sus carreras. Esperando que llegue la noche y la luz se apague.
Déjame verte. Déjame recordarte. Déjame viajar entre tus piedras sin cortarme, tan sólo viendo la vida que por tu corteza trepa. Déjame. Déjame. Entre olas déjame.
Aquí, enfrente de mi ordenador te traigo a mis recuerdos y aunque no te lo creas, siento mi sombra húmeda mirando el mar.
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