Con toda esta pena interior de pérdida humana de José Antonio Labordeta, he descubierto gracias a algunos blogs, el programa Borradores de Aragón Televisión y a Ángel Petisme, una canción del abuelo, que es una versión de un poema de Anchel Conte, musicado por Gabriel Sopeña y que es de una lírica verdaderamente memorable, una poesía que me ha encantado, hacía tiempo que no leía algo tan bonito. Os la pongo primero en fabla aragonesa que es como está escrita originalmente (y no se entiende nada mal para los que somos ignorantes en fabla) y luego os la pongo al castellano para los que como yo no sabéis fabla la podáis interpretar bien.
Mai, mira-me as mans;
as trayo buedas,
lasas d’amar…
Son dos alas
d’un biello pardal
que no puede
sisquiera bolar.
Mai, mira-me os güellos,
n’o zielo perdius
n’un fondo silenzio…
Son dos purnas
chitadas d’o fuego
que no alumbran
ni matan o chelo.
n’o zielo perdius
n’un fondo silenzio…
Son dos purnas
chitadas d’o fuego
que no alumbran
ni matan o chelo.
Mai, mira-me l’alma
aflamada de sete,
enxuta d’asperanza…
Ye un campo labrau
an no i crexen qu’allagas
que punchan a bida
dica qu’a matan.
aflamada de sete,
enxuta d’asperanza…
Ye un campo labrau
an no i crexen qu’allagas
que punchan a bida
dica qu’a matan.
Mai, mira-me a yo.
Me reconoxes, mai?
Fue o tuyo ninon…
Güei so un ome
que no se como so.
Mai, me reconoxes?
Mai, ni sisquiera tú?!
Me reconoxes, mai?
Fue o tuyo ninon…
Güei so un ome
que no se como so.
Mai, me reconoxes?
Mai, ni sisquiera tú?!
—
Madre, mírame las manos,
las traigo vacías,
faltas de amar…
Son dos alas
de un viejo gorrión
que no puede
ni siquiera volar.
Madre, mírame los ojos,
en el cielo perdidos
en un hondo silencio…
Son dos chispas
arrojadas del fuego
que no alumbran
ni matan el hielo.
las traigo vacías,
faltas de amar…
Son dos alas
de un viejo gorrión
que no puede
ni siquiera volar.
Madre, mírame los ojos,
en el cielo perdidos
en un hondo silencio…
Son dos chispas
arrojadas del fuego
que no alumbran
ni matan el hielo.
Madre, mírame el alma
enjuta de sed,
seca de esperanza…
Es un campo labrado
donde sólo crecen aliagas
que pinchan la vida
hasta matarla.
enjuta de sed,
seca de esperanza…
Es un campo labrado
donde sólo crecen aliagas
que pinchan la vida
hasta matarla.
Madre, mírame a mí.
¿Me reconoces, madre?
Fui tu bebé…
Hoy soy un hombre
que no sé como soy.
Madre, ¿me reconoces?
Madre, ¡¿ni siquiera tú?!
"Mai" es un poema de Ánchel Conte de 1969 que salió publicado en 1972, Ánchel nació en Alcolea (Huesca). "Mai" es un poema desgarrador con la desesperanza como tema central, tras el camino recorrido y la evolución personal de niño a hombre (en sentido poético) todas las cosas que se han perdido en el viaje y con un final en el que no se sabe si gritar o preguntar, cuando en el último verso junto las exclamaciones con los interrogantes, al no ser reconocido. Precioso poema.
¿Me reconoces, madre?
Fui tu bebé…
Hoy soy un hombre
que no sé como soy.
Madre, ¿me reconoces?
Madre, ¡¿ni siquiera tú?!
"Mai" es un poema de Ánchel Conte de 1969 que salió publicado en 1972, Ánchel nació en Alcolea (Huesca). "Mai" es un poema desgarrador con la desesperanza como tema central, tras el camino recorrido y la evolución personal de niño a hombre (en sentido poético) todas las cosas que se han perdido en el viaje y con un final en el que no se sabe si gritar o preguntar, cuando en el último verso junto las exclamaciones con los interrogantes, al no ser reconocido. Precioso poema.
Y para acabar os dejo la canción interpretada por Manolo García, una joyita:
En este día de huelga, este poema, que parece no tener esperanza, hace que me plantee si preguntar o gritar ¿¡Qué coj... nos pasa¡?, al que no quiere hacer huelga no le dejan trabajar, el que hace huelga quiere que los demás no trabajen, el que está en paro quiere trabajar y no puede...¿Nos reconocemos?.
ResponderEliminarEspero que la esperanza no se haya perdido, yo hoy no la veo.
La desesperanza sólo es propia de los que miran para atrás, mira para adelante y lo verás distinto. Venga párriba.
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