Dolores de Goñi, la Enemesia

Hoy es el cumpleaños de mi tía, María Dolores Goñi, alias Loli, es a la tía que más quiero por rama materna, y ella es especial, rectifico, muy especial. Nació en Leache en el año 1948 (siento si no querías reconocer la edad, se siente, pero el que quiera pueda sacar la cuenta), y así lo atestiguaron como testigos ante el juez Constantino Lusarreta y Benito Sembroiz Gorraiz.

En ese momento su padre, apodado Matías, -mi abuelo- , tenía 44 años de edad, dos más que los que tengo yo ahora, y el hombre ahí estaba dale que te pego, su madre, la Angelita tenía 35 años de edad. Lo que no nos había confesado hasta ahora es que su verdadero nombre es María Dolores Enemesia, así que a partir de ahora ya se como llamar a mi tía (que callado te lo tenías).

Mi tía Loli como os decía es muy especial, es tan especial que es un cruce entre Don Limpio, Napoleón Bonaparte y Versace. Don Limpio por su obsesión con la limpieza, desde que se levanta toma por poder una escoba o una fregona y en zig-zag o paralelo recorre hasta los rincones más insopeschados de su casa en busca de cualquier mota de polvo, las baldosas tiemblan a su llegada ya que saben que la ducha desinfectante diaria no se la quita nadie, la asamblea mundial de los ácaros del polvo han declarado su casa en Villamiel como "non grata". Tiene un estilo moviendo el palo que ya lo quisiera el mejor jugador de hockey hielo, rápido, suave y efectivo; después toma el paño del polvo y sus brazos se acompasan en un movimiento frenético tipo "dar cera, pulir cera" sorteando marcos de fotos y jarrones a una velocidad ultrasónica, "como un sputnik" que diría Diego, imposible de emular, lo mejor las miraditas que te tira mientras uno está en el sofá relajado viendo las acciones de este portento de la naturaleza.

También es Napoleón Bonaparte por sus dotes de mando, nunca ha negado lo que le hubiera gustado su carrera como militar-a, aunque sólo por lo de mandar y no por lo de la guerra, mientras hace la limpieza de la mañana su cerebro va preparando la ordenanza del día y cuando sus hijos comienzan a desfilar bajando las escaleras con las legañas impidiendo todavía que abran sus ojos, ella les da el parte del día: "tú a la derecha, tú a la izquierda, esa espalda recta, has visto que cara tienes, más te valdría…, no, si es que ya lo digo yo, luego me tienes que peinar y tú a hacer la compra y no te olvides de bla, bla y recuerda que sólo me gustan los que tienen el lado derecho recto y sólo un poco tostados por arriba, y tú me tienes que llevar a la tienda, pero de paso me acercas a Madrid a comer un perrito caliente del Ikea y de vuelta me llevas a casa de mi hermana que me ha encontrado unos "curisanes" Marcelino después de recorrerse toda Zaragoza de los que me gustan, y tú Gaude me cambias la bombona y la pintas de otro color que ese naranja no me gusta nada, y…", y todo dicho a una velocidad al límite de ser procesada por el oído humano, como entenderéis a estas alturas las legañas ya no existen, y sólo se oyen los ecos de las paredes que replican "si, señor, a sus órdenes, señor".

Y me queda Versace, y es que mi tía tiene una visión especial para la moda, tiene una tienda de ropa y ha perfeccionado su ojo clínico para detectar cuando alguien entra por la tienda si la va a marear o le va a comprar algo, pertrechada tras su mostrador las ve entrar y las radiografía como en una peli de ciencia ficción, calcula su talla de pantalón en cuestión de segundos y se parte por dentro cuando le piden una talla de pantalón dos tallas inferior a la que en realidad tienen, claro está que luego la culpa la tiene el pantalón, "es que no tiene bien el tallaje", así asienten las que piden una 38 y se comen un bocata de calamares todas las mañanas. Pero no duden, que si quieren vestir con lo último en moda de Robes Modes tienen que ir a la tienda de Goñi en Fuensalida, Toledo (publicidad gratuita).

Además a mi tía le encanta dormirse los viernes y los sábados con los programas de cotilleo, nada mejor que Cantizano, Jorge Javier Vázquez o Jordi González para hacer que sus párpados se plieguen como las persianas de su tienda, eso sí, a la mañana siguiente te afirmará que lo ha visto todo, y nadie le puede quitar su bañito en la piscina (o bañera grande) todas las tardes de verano, odia que le tocan el pelo igual que le pasaba a mi tío Jesús, le pirra el pastel ruso y sobre todo su perra Xuxa, que ya se va haciendo mayor y hoy no podía faltar, ya que si cumple años la dueña, cumple años la Xuxa. A mi tía la quiero un montón, es mi hada madrina (bueno lo de hada lo digo yo, lo de madrina por mi bautizo), me encanta hacerla reir con mis tonterías y ver lo colorada que se pone cuando en la tienda me pongo algún abrigo de mujer y salgo con él a la calle y me gusta cocinarle -algo que ella detesta-, aunque a veces se nos queme la comida por llegar tarde de tomar cañitas, pero sobre todo verla reir. Así que hoy que es tu día, muchas felicidades y que sepas que me gustas más como Alegrías Goñi que como Dolores Goñi.