Amanecía un siete de junio de 1969 en Anguiano, la temperatura era fresca y las nubes amenazaban por la sierra. En la casa de Matilde Rueda ya comenzaba a haber barullo, y las baldosas de casa se movían al paso de las hermanas Quintanar que entraban y salían de los cuartos sin parar de hacer cosas. La pequeña de la casa, Carmen, se casaba ese día con Pedro Hipólito, era un día muy especial, de reencuentros y de nueva vida, el día para el que Carmen se llevaba preparando desde hace mucho tiempo, organizándolo todo y cuidando que no se olvidara nada, Pedro lo había vivido distinto, dejando toda esa responsabilidad en Carmen, era más de celebrar el fin de la soltería con los amigos en bares al compás de cortos de vino y manotazos en la espalda.
El mundo y España estaban entrando en profundos cambios aunque apenas se notaran en Anguiano. En Estados Unidos peleaban por la lucha racial a golpe de autobús y represión, en Vietnam seguían saliendo jóvenes soldados a pelear en un país que ni sabían ubicar en un mapa y otros muchos regresaban en cajas en las bodegas de un avión, también se había celebrado un día antes, el primer aniversario del asesinato de Robert Kennedy, el hermano siempre presto, que muerto su hermano luchaba por obtener la presidencia hasta que Sirhan Bishara lo mató a quemarropa con un revólver del calibre 22 en los pasillos del Hotel Ambassador de Los Ángeles mientras se dirigía hacia sus cocinas. En España, quitando las maniobras británicas en Gibraltar, que producían cierta tensión de amor patrio, todo se mostraba más relajado, comparado con otros tiempos, aunque seguían siendo tiempos duros.
En Bilbao cinco sacerdotes que habían entrado en huelga de hambre en el seminario, en defensa de algunos obreros eran llevados a prisión, hasta la iglesia parecía que empezaba a levantarse del letargo de los himnos y el águila. Se celebraba también en ese día el XX aniversario de Radio Nacional de España, con sus pitidos característicos de marcación horaria antes de comenzar el parte de las noticias, aunque su audiencia se había comenzado a repartir con las incipientes televisiones que se podían comprar a plazos, desde 100 ptas mensuales y de todas las marcas, eso sí, con regalo de antena y mesita para hacerle hueco en el salón de casa. Fortson era el bañador femenino de calidad, las lavadoras de moda eran las Bru, y los frigoríficos los Kelvinator, todo en una incipiente clase media-baja que podía comenzar a darse algún capricho pero sin parar de trabajar.
Rumasa y su panel de abeja se tejía en 14 líneas de negocio asentadas en 54 empresas. En Barcelona se ensayaba la recogida nocturna de la basura entre Balmes, Primo de Rivera y Generalísimo Franco como algo novedoso e indicativo de los nuevos tiempos del bienestar, de la misma forma que en los vehículos nacían como innovaciones tecnológicas de seguridad los cinturones, el extintor y la bocina. Lone Star, los Mustang y otros grupos que nacían con influencias extranjeras comenzaban a sonar y hacerse fuertes en las radios. En el cine Asesinato a bordo, El gran golpe con Luis de Funes, Las sandalias del pescador, El baile de los vampiros de Polanski, o El graduado con Dustin Hoffman, competían entre lo antiguo y lo moderno que se podía comenzar a ver.
Avanzaban las horas y el tiempo seguía sin mejorar, las nubes eran las principales protagonistas, y el día anterior en España había discurrido desde los 34 grados en Córdoba a los 3 grados de León y Teruel. La plancha echaba humo en casa de los Piñarras, la peluquera había hecho ya su trabajo y los nervios comenzaban a aflorar en busca del perfeccionismo, los espejos se disputaban y gente comenzaba a llamar a la puerta. En casa de Pedro Hipólito todo parecía más tranquilo, su traje nuevo de rayitas y corte redondo estaba planchado, y no necesitaba ni peluquería ni afeitado, el resto de la familia se preparaba, la abuela Rufa con su vestido, el abuelo Esteban sacudía su boina de los domingos, su hermano José y la pequeña Inma se preparaban para disfrutar de un buen día de celebración.
La iglesia de San Andrés en Anguiano pronto se llenó, de los invitados y de todo el pueblo que en aquel sábado no se querían perder aquella celebración. Por un día ellos eran los protagonistas, y enfrente del altar, al pie del dorado y barroco retablo de la iglesia se decían un "sí, quiero" delante de todos sus familiares y amigos. A la salida arroz y abrazos de felicitación, liberación de nervios y consejos "que para mi no quiero" de la gente.
Luego alguna foto de familia, en bodas de las que sólo había una cámara de fotos, no como las de ahora que hasta el más pequeño hace fotos con su móvil. La abuela Matilde a la izquierda y cortada por el encuadre del fotógrafo en su permanente luto, Casto y la Mari abrazados a los novios, bien abrigados para el fresco, al fondo el párroco que había oficiado misa, y como siempre suele suceder una niña con coletas irrumpiendo en el plano de la foto.
Después la comida con toda la familia en el bar Avenida y servido por las Pepas de Nájera, vino peleón a raudales y algo de gaseosa para rebajar, platos de entremeses y buena comida para disfrutar de una boda siempre especial. Los Piñarras bailaban de un lado a otro, formales pero siempre con una sonrisa en la boca, los García Moreno igual. Para el postre tarta de cuatro pisos y gritos de "viva los novios" que llenaban el salón. La fiesta continuó con ojos vidriosos y cuerpos contentos fruto del moscatel y los licores, en un día siete de junio de 1969, en el que a mi me quedaba una semana para cumplir un año y que por ello quiero felicitar a Pedro Hipólito y Carmen en el 43º aniversario de su boda, ya sólo les quedan siete años para el 50 aniversario. Felicidades.
Gracias José Félix por los datos de la comida.
Felicidades también de mi parte, faltaría más.
ResponderEliminarQué sería de mi sin mis padres, no?
Para empezar no estaría aqui escribiendo esto así que MUCHAS FELICIDADES. OS QUIERO MUCHO.
¿Qué se paguen algo, no?
EliminarMe sumo a las felicitaciones, yo tengo un vago recuerdo de la boda, "tenia diez años" pero en aquella epoca, las fiestas del pueblo o una boda era algo que lo esperaba con ansiedad.¡Siempre ocurria algo especial o novedoso!
ResponderEliminarPor entonces no estaba mal visto que en situaciones especiales los jovenes "niños mejor" tubieramos los primeros contactos con el alcohol y el tabaco. ¡nos creiamos más hombrecillos!
Y uno de los recuerdos que tengo es que la comida fue en el Bar Avenida y servida por las famosas PEPAS de Najera y tambien elefecto que las copichuelas de moscatel hicieron en mi sano cuerpecillo.
FELICIDADES Carmen y Pedro.
¡A! Pedro Ignacio, clavadito a su padre en la foto de la salida de la iglesia.
Desde luego Pedro Ignacio puede decir que es hijo de Pedro Hip.
EliminarUn saludo, José Félix.
que cosa mas bonita ......¡¡¡aunque lo bonito y lo mejor estaba por llegar 6 AÑOS DESPUES DE LA BODA!! muchas felicidades ..... cuanto os quiero
ResponderEliminarAsí me gusta, tu saltándote a tus dos hermanos de delante, óle! se nota que eres semilla de la transición.
EliminarUn abrazo.
hoy me estreno por primera vez en el blog de David. he leido el articulo de Carmen y Pedro , que hoy hacen 43 años de casados enhorabuena muchas Felicidades y seguir asi sois geniales .
ResponderEliminar(Parabens )Sergio Magalhaes .
Tu siempre eres bienvenido.
Eliminarbueno ya que los comentarios de ayer no los supe (o pude que yo lo hice bien, como siempre)"grabar" bien ,hoy insistimos de nuevo.
ResponderEliminarDecia (ayer) que estan/ban guapisimos hace 43 años pero que me uno a la idea de David de que se paguen algo que ya les...
Tambien decia a la vision de Jose Felix que estan guapos sobretodo Pedro Hipolito ya que se parece al hijo osea a MI y en consecuencia guapo uno guapo el otro,je,je
Al tato le perdonaremos los defectillos de la juventud y...¿6 años? antes, antes ¿verdad tata?
y hoy añado que despues de ver las fotos mas de cerca creo que hay un gran parecido entre pedro Hipolito y Esteban mayor aun que el mio del que antes escribiamos.
Da igual mantenemos lo de la guapura.
muchos besos para todos.
A mi e-mail entraron, pero de una forma un poco rara, así que doy fe de que los enviaste. Independientemente de quien se parezca más al padre, pensar también en la madre, pobrecita.
EliminarSumado quedas a la moción de que se paguen algo.
Bss