Andaba el otro día en Teruel por cuestiones de trabajo, recompensando mi sed del viaje en autobús y esperando con un amigo que su pareja realizase el examen práctico de circulación. El sol todavía no pegaba de pleno y estábamos en la terraza de un bar charlando de trabajo y de nuestras cosas. De repente, un volkswagen de los grandes para frente al bar y dejando el coche en doble fila entra en el bar. Sin apenas haber pasado dos minutos aparece un agente de la policía de Teruel, y sale corriendo el dueño del coche para evitar la multa. Hasta aquí todo correcto, hasta que el policía nos da la espalda y no creíamos lo que estábamos viendo, en lugar de Policía Local de Teruel, en su camisa ponía Policía Loca de Teruel.
Mirábamos y mirábamos sin dar crédito a nuestros ojos, discutíamos si era algún pliegue que no nos dejaba ver bien la letra "l", pero no, nada más lejano a la realidad, el policía lucía orgulloso un nuevo concepto policial: la policía loca.
Al final la locura cobró sentido y no multó al descuidado conductor que teniendo sitios enfrente, lo había dejado donde más le convenía. Que el mundo está muy raro es evidente, y que la policía en Teruel está loca, también.
Joder David que agudo, ¿pero no se dieron cuenta? ¿les avisarias del desaliño no?
ResponderEliminarYa sabes que soy el reportero más dicharachero, ni se dieron cuenta. Y sí, estaba como para decirle al policía que si estaba loca, ya te digo…
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