Ventanas y puertas que bailan

En una plaza de Llanes se abre una casa plagada de puertas y ventanas, ni más ni menos que cuatro puertas, trece ventanas y un balcón. La miras e intentas descubrir cómo fue su origen, qué puerta nació primero y qué ventanas son suyas o han venido de otros lados. La planta de arriba parece mucho más actual, de ahí sus marcos rectos, pero en la parte de abajo comienza la crisis de estilos, cada uno parece de un momento diferente y conforme vas más abajo cambian las alturas. El misterio de las puertas también tiene lo suyo, para qué abrir una puerta al lado de otra para luego cerrarla, misterios sin resolver.

Otra casa cercana también tiene un aspecto muy similar, aunque por suerte parece que sus ventanas tienen mucho más orden y no hay puertas falsas ni ventanas enladrilladas. No obstante, se nota que las ventanas proceden de otro momento y de otra época por las piedras que los rodean, pero en algún momento alguien decidió unirlas a otras rocas y a otras vidas.

Hace tiempo, en una revista antigua de la que ya hablé en otro post, salía este grabado en el que se hacía referencia a una fachada gótica de una casa. Desde entonces la busqué por las calles de Llanes y estas dos casas anteriores se llevaron casi todos los votos, aún así, hay muchas cosas que no coinciden y en ambas parecen encontrarse elementos que aparecen en este grabado.

Para mi es esta casa la que se lleva más similitudes, a pesar de que las puertas se han cambiado a arco de medio punto y las ventanas gemelas han viajado por la fachada. No obstante, lo dejo a vuestro criterio propio, pero lo que está muy claro es que hay casas en las que las ventanas y las puertas bailan en el tiempo.