La casa está enladrillada, quién la desenladrillará, el desenladrillador que la desenladrille, buen desenladrillador será. La verdad que cuesta decirlo y escribirlo, más que verlo. Así luce una casa de Anguiano en todo su esplendor, con los ladrillos de lado y de perfil, para que se aprecie bien su sólida construcción.
Cuando entras en el detalle todavía sorprende más, y ese mosaico de ladrillos provoca hasta cierto mareo en la vista, pero su dueño prefirió dejarla desnuda de reboque y sin nada que alterase su imagen transparente de vivienda. Sólo queda esperar al desenladrillador.
El mortero que está muy caro.
ResponderEliminarY el yeso.
EliminarPues eso.
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