Salimos de la plaza de San Ildefonso y nos encaminamos hacia la parte trasera de la Catedral de Jaén, tras pasar establecimientos y portales con música y artesanos, nos topamos con un edificio que llama la atención de cualquier paseante, entre las casas rectas y de balcones correctos de la calle, surgía una fachada de estilo modernista, que le daba a la calle Hurtado un aspecto muy peculiar por su grafismo liberty.
En esa casa se ubica desde hace bastantes años la sede del PSOE de Jaén, desde abajo nos llamaron la atención sus balconadas de curvas cruzadas y las vidrieras de sus ventanales. Todas enfilando hacia la Catedral de la Asunción, atrayendo las miradas de los peatones por el contraste que supone su fachada.
Al fondo se veía con claridad la monumental Catedral de Jaén. Mientras yo tiraba fotos a pie de calle, Rafa, se fue hacia el interior y consiguió que nos la enseñaran por dentro. Entramos dentro de la sede, y aunque nos comentaron que se había restaurado durante comienzos de los 80 casi todo el interior, la amplitud de los pasillos y la altura de la casa conservaban la esencia que tuvo que tener en su origen.
Nos atendió un hombre muy amable, de los de calva prematura y media barba canosa, un hombre en mangas de camisa que muy amablemente nos fue llevando por los diferentes despachos y salas de la vivienda. Pudimos contemplar desde su interior las vidrieras de los balcones, rosas sobre fondo agrietado y volutas curvas en colores amarillos y azules encuadrando la imagen floral. Toda una mancha de color entre los despachos atiborrados de papeles y carpetas.
En otros dos despachos se mostraban dos balcones con la misma vidriera, siempre combinando los tonos azules, amarillos y naranjas sobre el contraste del blanco.
Nos acompañaron hasta la zona superior del edificio, y pasamos por una sala abuhardillada entre carteles de Pablo Iglesias y arengas políticas, largas mesas y sillas azules perfectamente ordenadas. Detrás de unos estores se abría la terraza que daba a la calle Hurtado.
Desde allí la luz tomaba los tejados de los edificios, la oscura calle desde la acera se tornaba en una luminosa estampa blanca rematada por el verde de las hierbas y los tejados. Al fondo se intuía las cúpulas de la Catedral.
En una de las paredes, continuaba la decoración modernista con unas curvas similares a las que se encontraban en los balcones, y que encuadraban una antigua fuente.
Desde arriba se veían todos los tejados de las casas de Jaén, mostrando las tripas de las alturas, el abigarramiento de las líneas inclinadas y antenas que se elevaban al cielo como lanzas metálicas.
El frontal de la sala de reuniones desde fuera marcaba el machihembrado del tejado, con unas puertas de cristal con refuerzos cuadriculados, casi milimetrados.
La catedral se podía apreciar con toda su contundencia, se potenciaba la altura de las cúpulas frente a los tejados blancos y aires acondicionados que se les interponían. Mientras el sol se hacía dueño del día, nosotros alcanzábamos nuestras más altas cotas políticas, las que nos permitía un ático.
Salimos del edificio, después de enseñarnos sótanos y recovecos, agradecimos la amabilidad mostrada y continuamos camino hacia la Catedral.
No hay comentarios:
Publicar un comentario