Por la tarde fuimos a San Antolín, es una playa que nos suele gustar mucho, tiene una playa bastante grande por la que te puedes dar un buen paseo, es una playa de surfistas y por lo tanto el ambiente es majo y principalmente tiene dos chiringuitos y eso a la hora de la Mahou pesa mucho. Pero este año la playa dejaba bastante que desear, ya que estaba llena de piedras, pero piedras grandes que te impedían tanto pasear por la playa si no ibas calzado como hasta sufrir al meterte dentro del agua, de hecho, cuando te intentabas meter te convertías en el auténtico Chiquito de la Calzada, os lo podéis imaginar.
Después de bañarnos sucedió algo mítico, Arturo y Vanesa se pusieron a corretear, Arturo se puso a correr y Vanesa en un alarde sin par de energía se puso a correr como una loca, justo en el momento en que un niño pasaba corriendo a por su bocadillo, y se colocaron a la par, por un momento no sabíamos si la Vane perseguía al niño para comérselo o era una estratagema para intentar girar en medio centímetro e ir a por Arturo, por desgracia para la Vane fue la segunda opción y se metió un rejostio de muy señor mío, menos mal que cayó en la arena, eso si, se levanto como un resorte y con las gafas torcidas, lástima que tuviera que hacer las fotos del móvil ya que me olvidé la cámara en casa, pero merece la pena recordar el momento. Lo pienso y me parto todavía. Arturo con unos niños se dedicó a coger cangrejitos con su vena de Félix Rodríguez de la Fuente y verlo caminar luego con las chanclas de la Vane era todo un homenaje a Gracita Morales.
De poco no puedo escribir nada aqui de la risa que me ha dado al recordar el momento Vanesa-tortazo en la arena
ResponderEliminarUn momento mítico, yo mientras lo escribía me estaba partiendo de risa.
ResponderEliminarJaja que bueno momento miticooo...me parto cada vez q lo recuerdo....jaajjaja
ResponderEliminarPues anda que nosotros… jajaja
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