viernes, 27 de agosto de 2010

La barbacue



Otro de los grandes espectáculos del verano es la barbacoa, este año han caído dos buenas parrilladas repletas de churrasco, costilla de cerdo y panceta, bien churruscaditas -en algunos casos en exceso, ciertamente- toda una gozada para los sentidos, la pena es que para hacer bien las brasas hay que preparar el fuego con dos horas de antelación y las "Mahou si puede ser" no se pueden quitar, así que acabamos comiendo a las cinco de la tarde.


Sentimos no poder poner imágenes de la comida ya hecha y de la que sólamente quedaron los huesos ya que podría alterar los jugos gástricos del estómago del lector. Las piedras delante de las puertas han sido los resultados del invierno en Asturias que nos ha roto una puerta y otra la ha combado, el último día arreglé las dos. Al fondo se puede ver la casa de nuestros nuevos vecinos, la casa más alargada de Asturias, todavía no conocemos a los vecinos pero vaya el ruido que meten para hacerles el jardín.

2 comentarios:

  1. Bueno, y no te olvides de las sidriñas que también caen mientras se hacen las brasas así que cuando comemos de barbacoa ya vamos bien servidos (y no de agua precisamente)

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  2. La sidra, la sidra, y pensar que me pasé casi 10 años diciendo que no me gustaba, es pá matarme.

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