viernes, 13 de septiembre de 2013

Timbre 030: Dos clásicos y el medio moderno del ático



030/ Timbres para clásicos y medio modernos: Sobre el marco de madera repintado y repintado una y otra vez sin descanso por las diferentes juntas de tres vecinos destacan dos tipos de timbre para tres vecinos. El de la planta baja y el primero son unos clásicos redomados, con espíritu de nobleza perdida y añeja colocan sus pulsadores sobre una placa con forma que ha perdido el esplendor de otros tiempos y donde hasta los nombres y los marcos de los mismos casi han perdido su espacio.


Encima de ellos el vecino díscolo, el joven semi moderno, que así lo bautizan sus vecinos, que ha llegado nuevo a la casa y con toda su arrogancia ha colocado un timbre distinto con un cable que ha tirado desde su ventana, sin preguntar ni pedir opinión a nadie. Los nobles clásicos venidos a menos se confabulan y se vienen a más insultando el poco gusto de su vecino y la poca maña eléctrica que tiene sin fijarse mucho en ellos mismos.


Por suerte, se frotan las manos, pronto habrá junta de vecinos y propondrán pintar el marco de la puerta y ya se jactan viendo el timbre díscolo perdiendo su inocente color blanco por una capa de pintura marrón de las que no dejan casi ni pulsar el timbre. Cosas que pasan.

Casco viejo de Vitoria-Gasteiz

jueves, 12 de septiembre de 2013

Carteles y mensajitos 031: Comproro



Hay escaparates que entienden que repitiendo las cosas una, dos, tres, cuatro, cinco y hasta seis veces, dejan claro cual es su servicio y lo que ofrecen, y no seré yo el que diga que no tienen razón, pero a mi no me gustaría que me vieran entrando en esta tienda, y no por avergonzarme de vender algo de oro, que no tengo, para conseguir algo de dinero, sino por la vergüenza de entrar a un negocio que me provoca una contaminación visual importante.


Si lo que buscaban con los carteles es atraerme a mi me consiguen repeler y me fiaría antes de una joyería que de un negocio así, del que entiendo que precisamente muy profesionales no son, y es que los escaparates hablan de nosotros mismos. Pero que quede claro: comproro, comproro, comproro, comproro, comproro…

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Abuelos malos 17: Ernest James Montague



Ernest James Montague nació en el seno de una familia metodista en Radstock, Somerset, el 26 de agosto de 1902, su padre George Montague de 38 años y su madre Julia Biggs de 34 y ambos naturales de Wellow, Somerset. Educaron a su hijo lo mejor que pudieron, pero desde muy joven le atrajeron casi todas las cosas que no eran suyas, después de delinquir en bastantes lugares de la zona y ser conocido por su fama de liante en los alrededores marchó hacia Sidney.


En esta ciudad inició una carrera delictiva de pequeños hurtos o grandes si podía, que le condujeron en numerosas ocasiones a prisión y a juicio delante de un juez. La foto es de una detención pocos días después de haber cumplido 25 años, el querer celebrarlo por todo lo alto dio con sus huesos en prisión. Salió pronto y en menos de un año ya era de nuevo encarcelado acusado de llevarse una comisión por vender unas radios de Osborne Clarke de Sidney, a dos personas que no existían. El juez lo dejó en libertad pero lo obligó a entregar al Sr. Osborne las 10 libras que llevaba en su bolsillo.


Pero si por algo fue conocido Montague en Sidney fue por su caso de bigamia del que fue declarado culpable y condenado a cuatro años de prisión y trabajos forzados en el verano de 1936. "Es difícil imaginar cómo un ser humano puede ser tan cruel en su trato con una mujer", dijo el juez que le sentenció. Ernest se había casado con Doris Gwendolen Berry en Sidney en 1922 y en febrero de 1935 lo hizo con Selina Charlesworth. Montague alegó que su primer matrimonio se celebró en Idaho, en Estados Unidos, y que se había divorciado en 1924, pero no pudo presentar prueba documental alguna.


Doris Berry y Selina Charlesworth le dijeron al juez que él se había presentado como soltero. Montague lo negó y negó que él también se había casado en 1931 con una mujer en Melbourne. El detective O'Neill describió a Montague como un mentiroso compulsivo, que tenía varias condenas por falsas pretensiones y dijo que cuando fue arrestado por el cargo de bigamia se encontraba junto con un criminal convicto como agente de una compañía promotora. El 5 de octubre de 1838 se le concedió definitivamente el divorcio de Doris Berry.

Fotografía tomada el 29 de agoto de 1927, posiblemente en la Estacion Central de la Policía de Sidney.

Estas fotos forman parte de una serie de alrededor de 2.500 fotografías catalogadas como "especiales" encargadas por el Departamento de Policia de Nueva Gales del Sur (Australia) entre 1910 y 1930. Fueron en su mayoría tomadas en las células en la Estacion Central de Policía de Sidney y estan tomadas en los momentos cercanos a su captura y al contrario que las tipicas fotos policiales reflejan la humanidad o maldad de los detenidos.

martes, 10 de septiembre de 2013

Casildo Goñi Moriones, muerte en soledad



El 7 de septiembre de 1947 con 40 años fallecía Casildo Goñi Moriones, el hermano pequeño de mi abuelo, en la soledad del Santo Hospital Civil del Generalísimo de Basurto en Bilbao. Moría en el silencio de la noche, después de haber recibido los Santos Sacramentos y la Bendición Apostólica por el cura del hospital a primera hora de la mañana. Era el pequeño de casa Matías en Leache, el aventurero que había decidido dejar el pueblo en busca del movimiento de la ciudad del norte.


La noticia tardó un día a llegar a Leache, y cuando llegó supuso un jarro de agua fría, justo habían conocido que estaba enfermo en el hospital y preparaban un viaje para visitarlo y cuidarlo, cuando se enteraron de la noticia de su muerte. Su hermana Visitación fue la primera en enterarse y con todo el disgusto corrió a avisar a su hermano Máximo que se encontraba trabajando en el campo. Paulina, su otra hermana estaba en Argentina buscando un poco más de suerte en el otro continente y la noticia le llegó con aquellas cartas de ultramar que se hacían eternas en sus respuestas.


Casildo nació en 1907, era el cuarto hijo de Valentín Goñi y de Nemesia Moriones. Nació en una casa en la que les tocó trabajar duro, los Goñi desde que llegaron a Leache a principios del XIX procedentes de la inclusa de Pamplona les tocó hacerse a sí mismos generación a generación. Así que la infancia y juventud de Casildo fue de trabajar muy duro. Cuando le tocó salir a servir en el ejército tenía claro que no se quería quedar en el pueblo, le gustaba conocer otras cosas, dejar el cotilleo de un pueblo para volcarse en lo desconocido de una ciudad.


Después de pasar por diferentes ciudades como Tafalla se asentó en Bilbao, trabajó en diferentes cosas hasta que consiguió un trabajo como empleado municipal de la Villa. Enseguida su carácter navarro se dejó notar, y su humor socarrón era apreciado por sus amigos de juergas de soltero en el que no faltaban ni las risas ni el vino.


Casildo siempre fue delicado de salud, sus bronquios eran débiles, al igual que le pasaba a su hermana Visitación que siempre estuvo medio enferma. Mientras estaba en Bilbao le tocó vivir la despedida de su hermana Paulina que con su hermano Félix partió para buscar otra vida mejor allende de los mares en Buenos Aires, en tierra, en su tierra, dejaban a tres hermanos, dos solteros, Casildo y Visitación, y uno casado, su hermano Máximo con Angelita.


A finales de agosto Casildo se empezó a encontrar mal, los bronquios le llevaron a vomitar sangre y rápidamente ingresó en el Santo Hospital Civil del Generalísimo Franco en Basurto el 21 de agosto de 1847, como empleado municipal tenía cubierto el seguro. Arriba se puede ver su cartilla de ingreso con la fecha que nunca acabó de ser rellenada ya que nunca llegó a recibir el alta.


El hospital del Generalísimo como así se llamaba popularmente de Basurto disponía de estancias de 30 camas y sobre cada una de ellas colgaba un cartel que recordaba a Doña Casilda Iturrizar, que donó 25.000 ptas. para mantener estas camas a perpetuidad. Casildo, encogido entre sus sábanas no era ajeno al recuerdo de su tocaya, pero en apenas dos semanas y sin dar tiempo para avisar a su familia de Leache del empeoramiento, una fresca madrugada sus quejidos se apagaron y tan sólo quedaron los de sus compañeros haciendo eco por la estancia. Por la mañana carreras de monjas y médicos que de nada sirvieron. Casildo había muerto.


Sus hermanos presentes acudieron al entierro que se celebró en Bilbao, allí había querido ir y allí se tenía que quedar, recogieron todos sus enseres de la pensión donde vivía y se marcharon con la tristeza de que les habían arrebatado a un hermano del que últimamente poco sabían. Volvieron la Visi y Máximo cabizbajos a un pueblo que sólo tenía preguntas y que no se explicaban como alguien podía morir con tan sólo 40 años. Ángelita y sus dos hijos nacidos entonces, Mª Isabel y Jesús, se mostraban apenados, aunque los pequeños apenas habían conocido a su tío fallecido.


Asumida la circunstancia con el tiempo, aunque no el dolor, su hermana Visi se encargó de intentar recomponer algunas piezas de la vida de su hermano, solicitó catorce días después al Banco de Bilbao que le entregaran los escasos ahorros que tenía en su cuenta de 1.027,14 pesetas, poco para un hombre que vivía sólo, pero normal para un hombre que le gustaba disfrutar de la vida y que con su modesto sueldo se quería privar de lo menos posible. Los del banco antes de soltar el dinero pidieron un montón de papeles y la autorización de su hermana desde Argentina.


La Visi que tenía que recurrir al secretario del pueblo para que le ayudara con todos estos papeleos que le ocuparon varios años, como consta en esta confirmación de últimas voluntades que le fue entregado el 31 de marzo de 1949, casi dos años después. Terminadas las gestiones se ponía fin a una parte de la vida de Casildo, de la que poco se supo y de la que no quedó ningún recuerdo, ninguna llamada desde allí recordándolo, tan sólo las fotos que de vez en cuando mandaba a sus hermanos al pueblo de Leache diciéndoles que se encontraba bien y que se acordaba mucho de ellos.

lunes, 9 de septiembre de 2013

Madrid 2020: la Botella medio llena o medio vacía



Madrid tendrá que esperar a ser olímpica. Desde Buenos Aires llegaban malas noticias en un viernes y sábado cargados de euforia y hasta un poco de arrogancia, que se convirtieron en perplejidad, incredulidad y algo de injusticia para todos los que esperábamos que Madrid por fin tuviera sus juegos olímpicos, pero si siempre las historias se pueden contar desde dos puntos de vista en esta ocasión más que nunca se podía ver quienes querían ver la botella medio llena o medio vacía, y entre medio de las dos puede que haya más de un interés puramente deportivo.


Buenos Aires se convertía en el punto final de un viaje en el que ya casi estaban todas las cartas echadas. Según los medios de comunicación españoles España partía como clara ganadora y aunque intentaban sosegar sus palabras dejando algún resquicio a la duda, aportaban datos con todos los apoyos que tenía nuestra delegación dentro de los miembros del Comité Olímpico Internacional. La lluvia torrencial que cayó en el momento de la presentación española parecía convertirse en una metáfora del despertar de una realidad.


La batalla por el tercer intento de ser olímpico había comenzado desde las cenizas de las dos derrotas anteriores, y eso guste o no, se nota. En Madrid 2012 pasó el corte olímpico por detrás de París, pero al final ganó Londres. En Madrid 2016 pasó el corte olímpico por detrás de Tokio, pero al final ganó Río de Janeiro que casi queda eliminada en la primera votación. De esos restos nació Madrid 2020, intentando organizar un proyecto olímpico low-cost y centrando en este valor su principal fuerza. Así se comenzó con una discutida elección de la marca que a muy pocos gustó y que sólo por su poca inversión económica teórica se pretendía justificar, y digo teórica ya que luego una agencia se encargó de cobrar lo que no se había hecho en primera estancia alegando mejoras y otras cosas.


Todo el proyecto se presentaba como sin casi gasto para los ciudadanos madrileños o españoles, el factor de tener casi el 80% de las instalaciones construidas parecía ser el gran valor de nuestra candidatura. Claro error estratégico nacido de los propios miedos internos, en lo que se quería hacer virtud venía escrita la pena. A un Comité Olímpico Internacional que quiere la mayor proyección mediática de unos juegos cargados de espectáculo, pabellones espectaculares y todo lo que contribuya a ingresos publicitarios les puede interesar promover una candidatura low-cost. Pero nuestros políticos y los medios de comunicación seguían creyendo que ese era un valor importante.


Y no quiero decir que no sea importante, pero los valores de nuestra sociedad actual, nos gusten o no nos gusten potencian valores como el espectáculo antes que el esfuerzo personal, aunque todo se pretenda liar y enmarañar para enmascarar los verdaderos objetivos. Un deportista espectáculo acapara casi todo el prime time de las televisiones y los que se esfuerzan pero quedan últimos sin casi medios se convierten en vídeos que se comparten en las redes sociales para aquellos que no quieren ver sólo lo que nos quieren vender desde la caja tonta, que no desde la Caja Mágica.


Por eso si se decide ir en una apuesta ganadora para ganar unas votaciones, nunca se puede ir desde un punto de vista contenido y low-cost, y menos cuando los que lo eligen no tienen ese problema, ya que como he dicho antes, lo que uno considera virtud se puede acabar convirtiendo en nuestra losa. Pero claro está, que lo que no es bueno para unos, era muy bueno como discurso para todos los madrileños y españoles, que después de tanto ajuste y recorte, entendían esta estrategia como la más válida, a la que se sumaba la del propio ego de no ser derrotados por tercera vez.


Pero mientras en España, políticos y medios de comunicación nos querían hacer ver lo que sólo ellos veían, en el resto del mundo lo tenían mucho más claro, y es que desde fuera las cosas se entienden mucho mejor. Imaginemos por ejemplo que sin gastar nada de nuestro dinero tenemos que organizar una fiesta por todo lo alto para vender los valores de la amistad y se nos presentan dos presupuestos, uno ajustado de precio, en el que nos dicen que van a reciclar el 80% de las cosas que van a poner y que lo hacen así porque están en crisis, a poco de ser invertidos y ya era el tercer presupuesto que nos pasaban sin haberles elegido; el segundo presupuesto, por contra, se llena de ilusión, de carteras llenas de dinero y con todo nuevo por construir. ¿Cuál elegiríais?


Por eso fuera de España las apuestas estaban muy claras, Tokio era la clarísima ganadora y Madrid sólo en alguna pequeña ocasión y por muy poco se pudo poner segunda, aunque ocupó casi siempre la tercera posición de las tres candidatas. Alguien puede creer que en este tipo de votaciones importa realmente las emociones, la nostalgia o las buenas intenciones, en detrimento de la repercusión económica y de los negocios añadidos alrededor de unas olimpiadas. ¿Se gana más con una sede reciclada o con una sede por construir?


Además de estos factores, las intervenciones de nuestros políticos fueron penosas, quitando la del príncipe Felipe que parecía más técnico que muchos ellos, las declaraciones y el nivel tan bajo de nuestros representantes, dudo yo que hubieran cambiado cualquier decisión de los miembros del comité a no ser que fuera a cambiar a peor.



Justificar como se puede ver en este vídeo que somos muy majos y muy simpáticos, aunque algunos no, parecen argumentos de muy poco peso para alguien que quiera de verdad conseguir una candidatura olímpica. Cuando algo se quiere se puede conseguir, pero cuando se asiste como convidado de piedra a algo que desde fuera tenían claro que si nos hubiera tocado sería un auténtico problema económico, y para resolverlo se confía en la improvisación y en el bla, bla, bla sin ningún tipo de estrategia pasa lo que pasa.


Y que puedo decir de la alcaldesa Ana Botella, su forma de presentar una candidatura olímpica hace que cualquier trabajo por muy bueno que esté planteado y ejecutado se quede en la anécdota y en un deseo de que no hubiera sucedido. Diversas ruedas de prensa previas la iban dejando como una representante que no tenía categoría para abanderar el proyecto que quería llevar adelante.



Su pronunciación en inglés y el detalle del café con leche en Madrid dejan un claro ejemplo de dónde no hay que llevar una presentación que quiera ser ganadora. Recuerda el discurso a los de la niña de Rajoy o a otros, donde el chascarrillo se come a todo lo bueno que se hubiera podido contar. Sinceramente lamentable.


Y así, con todos estos antecedentes pasó lo que tenía que pasar. Mientras en Buenos Aires se veía muy claro por todos los medios que no eran españoles que Madrid sería la última y Tokio la primera, en España todos se encargaban de hacer crecer una bola y un sueño que sólo veían los que lo querían ver, posiblemente potenciados por otras cúpulas que precisan de otros focos de atención para evitar que se siga poniendo el foco de la noticia donde tal vez interese mucho menos. La pena fue ver la ilusión convertida en desilusión de todos los que al calor de las noticias esperaban algo casi imposible.


Y finalmente, ganó Tokio, una lógica ganadora que aporta seguridad, nuevas instalaciones y valores olímpicos para justificar los verdaderos objetivos económicos del negocio que suponen las olimpiadas. Poco importaba para su elección el factor emocional de que para Tokio sean sus segundas olimpiadas y ni Madrid, ni Estambul han celebrado ninguna, y además, Estambul se ha presentado en cinco de las últimas seis convocatorias, pero los negocios son así. A nadie en el mundo le sorprendió su elección, salvo en España, un dato para reflexionar, sin duda.


A pesar de ello, la delegación madrileña se mostraba contrariada y fuera de cámara indignada. Normal, en todos aquellos que habían ido a apoyar y que encima de la mesa sólo ponían los valores deportivos como gran factor de victoria, pero de la misma forma que en el deporte no siempre gana el mejor, así hay que entender esta nueva derrota. Las palabras vacías y los discursos que defienden mentiras que sostienen a un gobierno que vive del desconocimiento de los ciudadanos, tiene en lo que ha pasado en Buenos Aires su más claro ejemplo.



Por suerte, ante las cámaras el Principe Felipe aguantaba el tipo y deportivamente aceptaba una derrota. Por pena, seguro que a la vuelta se intentan minimizar las verdaderas razones de la elección perdida, y como nos tienen acostumbrados nuestros políticos a no asumir errores y achacárselos a los demás.


No quiero acabar esta reflexión sin felicitar a todos aquellos que de corazón creen en el espíritu olímpico y que ajenos a los compadreos que se ejecutan en los despachos, no entenderán nunca como pueden suceder todas estas cosas. Sus valores son los que no debemos perder nunca y con ello y una buena estrategia y decisión se podrá conseguir ver a Madrid como sede de unas olimpiadas.



De todas formas, después de ver este vídeo uno puede sacar unas conclusiones muy claras del por qué no hemos ganado una vez más la sede olímpica de Madrid, y es que tal vez, haya una persona que es gafe en todos estos asuntos. Habría que reflexionarlo para la próxima vez.

sábado, 7 de septiembre de 2013

Lared140: tweets y mucho calor



Ayer un poco por casualidad y otro poco por curiosidad asistí al segundo evento que se realiza en Zaragoza Lared140, un evento nocturno de pago sobre redes sociales y todo lo que lleva a su alrededor. La tarde noche en Zaragoza se presentaba bochornosa de ambiente y un calor tremendo lo inundaba todo. Para ser un evento de redes sociales la inscripción no podía ser más manual, todos en cola esperando corroborar nuestros nombres en una lista, para luego volver a hacer otra cola y apuntarnos a las conferencias que nos interesaban.


El evento tenía lugar en la antigua azucarera, en la sede de Zaragoza Activa, un sitio verdaderamente precioso. Después de pasar las colas un poco absurdas y saludar a viejos conocidos como Isaac Bolea que se pasó ahí y me recordó aquellos tiempos del mac y Random, empezaron las primeras conferencias ante el barullo de la gente que poco a poco se fue dispersando.


José Luis Orihuela abría fuego con una didáctica reflexión acerca del mundo tweet, de su sentido y sus metáforas, metiendo el dedo en las contradicciones de todos aquellos que no quieren entender el sentido de expresarse en 140 caracteres. Una reflexión más allá de los tweets que se escriben mientras llega el autobús a su parada.


Después se impartían varias mesas redondas y a la espera de la siguiente entramos en una que impartía Javier Burón, un cordobés bien intencionado socio de SocialBro que equivocó el título del taller: "Twitter for Businness//Twitter para empresas" con una sesión de demostración y venta de su aplicación, sin demostrar realmente cómo a afectado a las empresas su herramienta. Además se alargó en el tiempo lo que obligó a mover todos los horarios.


Después vino Juan García Álvarez, un asturiano divertido y efectista, que con un brillante título de taller: "Cómo exponer ideas. Más allá de la muerte por PowerPoint" consiguió atraer mi atención, y no me defraudo, aunque algo básico, profundizó en claves y técnicas para no conseguir matar a las audiencias con un powerpoint o similar. Después siguieron otras conferencias interesantes que contaban con gente como Chema Fernández coetáneo de la Universidad y recordado por Días de Vino y Rosas y sus promociones musicales, también Ricardo Bosque, Arturo Elena, Gonzalo de la Figuera y tantos otros.


Aprovechamos para tomar unas cervezas a las que invitaba la organización, calientes para desgracia, que recordaban las últimas fiestas de verano y esos chiringuitos a los que al final de la noche siempre se les acababa el hielo. Nos juntamos con viejos conocidos como los Clarimon o Luis Linacero con el que acabamos la cita al evento degustando un bocadillo de longaniza de Pastores y un trocito de trenza de Almudévar. Una bonita noche y una experiencia agradable aunque algo poco técnica.

jueves, 5 de septiembre de 2013

Carteles y mensajitos 030: Anti cartel en blanco



Algunas veces hay carteles anónimos en la calle que deparan sorpresas muy gratas. Paseando por la calle hace un tiempo me tope con este cartel que por ausencia de su cartel original se había quedado anónimo y en blanco. Pero alguien no pudo contenerse y en un lenguaje muy ácrata dividía la palabra antidroga en tres sílabas y dejaba un mensaje muy claro para todos los viandantes.



miércoles, 4 de septiembre de 2013

Timbre 029: Un punto rojo



029/ Un timbre con un punto rojo: por fuera es un aparente timbre de clase alta, los denominados porteros automáticos, además de los buenos, de los que tienen tejadillo y todo. Hasta aquí, todo correcto, pero en lugar de un pulsador aparecen dos pulsadores. A la derecha el original del portero automático, blanco e impoluto, a su izquierda la zona con una banda azul donde debería poner el nombre del dueño del hogar. Pero sin venir a cuento un pulsador rojo, nace desde su centro adueñándose del portero.


Seguro que cuando alguien quiera llamar se lo pensará dos veces, tal vez el botón rojo sea el interruptor de autodestrucción o tal vez no, y el inocente pulsador blanco sea una trampa y cuando abres la puerta sale un cocodrilo de más de 3 metros y con no muy buenas intenciones. Siempre que veo estas cosas no puedo evitar pensar el por qué cuando las cosas parecen estar bien, la gente se empeña en cambiarlas, aunque seguro que hay un motivo que lo justifica y lo del cocodrilo tiene mucho que ver con ello.

Vitoria-Gasteiz

martes, 3 de septiembre de 2013

Agua del pozo y las rancheras del verano



Ciertamente en estos días de primeros de septiembre no me dejan de llegar, por un lado o por otro, recuerdos de los veranos de la infancia y la juventud. El otro día, por casualidad, por necesidad o por que sí, volvía a oír los ecos de una ranchera que me encantaba bailar en las fiestas de Leache o en las de cualquier pueblo de Navarra que frecuentábamos todos los fines de semana. La ranchera era Agua del pozo.


A mi recuerdo llegaron las orquestas prehistóricas que subidas a un remolque ponían música a las noches de fiesta en el cálido agosto. Las rancheras estaban en todos los sitios, la Ribera siempre rinde un gran homenaje a la música mexicana. Más de uno han sido los conciertos que hemos visto del Duo Gala en la Géminis de Sangüesa. Al compás del acordeón, Óscar de Salaverri se encargaba de ponernos las notas de un verano teñido al calor de las rancheras de la Dúrcal.

Aquí os dejo la canción que despertó mis recuerdos:



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