viernes, 29 de abril de 2011

Las hormiguitas de pan y los Chichos



Cada verano salen de sus oscuros agujeros las hormiguitas a por su miguita de pan, peregrinas salen de su pozo de vida ordenadas sin orden y en fila hormiga, caminito la hormiga de su miga de pan, todas juntas salen de viaje, todas con la misma misión, cada una pensando a lo suyo, todas juntas forman una fila, unas van otras vienen, todas en la misma tarea pero cada una a su manera.


Unas miran a la derecha, otras a la izquierda, la más patosa, y mira que tiene patas, se despista con la primera ramita, las de cabeza roja imponen su ritmo marcial, pero cada una de las hormigas de esa interminable fila se siente protagonista de su hormiguero, cada hormiga busca su propia miga aunque luego sea para todas, espíritu individual y colectivo por partes iguales.


Mirándolas fijamente a un lado de la fila mientras en el otro lado mi sobrino las pisotea rompiendo su laborioso día, de nada le sirven mis apelaciones a la madre naturaleza, las hormigas me han recordado a Los Chichos, o a Los Chunguitos, o a la mayoría de grupos de rumba o sevillanas andaluces, todos cumplen siempre la misma reglas, siempre son más de uno, les debe dar miedo ir solos a un escenario, todos juntos, en tríos, cuartetos, quintetos o grupos de número indefinido, salen al escenario, vestidos todos igual, como las hormigas, todos cantan la misma canción, como las hormigas, pero es en ese mágico instante en que comienzan a cantar donde todos se vuelven individualistas, no hay coreografía, cada uno canta, baila e interpreta por libre, se convierten en solistas y puedes ver como ellos lo viven así, como si no hubiera nadie más en el escenario, eso sí, sin salirse de la fila, son como hormigas que miran a derecha y a izquierda pero siguiendo el camino, en definitiva, son lo que viene todos los veranos.


Os dejo con un vídeo demostrativo, no os lo perdáis:

jueves, 28 de abril de 2011

Por ser así, por ser Ana del mar



Por tus ojos y tu mirada de niña pequeña, por tu ternura y tu estado nervioso al ver deporte en televisión, por los veranos y los inviernos, por los sueños y dulce realidad del día, por las mañanas y por las noches, por aquel día en que te conocí, por como sientes, por tu orgullo y por tu amor, por aguantarme y dejarme ser como soy, por compartir y no pedir, por vivir mis retos y recompensar el cansancio, por despertarte a mi lado, por estar cerca, muy cerca, por conocerte, por reírte conmigo, por ayudarme a ser un poquito mejor, por lo pasado y por lo que nos espera, por lo que tienes dentro y saldrá fuera, por los segundos contigo, por lo que juntos hemos visto, por los deseos cumplidos y por los deseos incumplidos, por iluminarme en la osucuridad, por ser del mar y bañarte en el sol, por una sonrisa al amanecer, por aquella noche de julio en que te conocí, por crecer contigo, por como te asustas con mis travesuras, por ayudarme a descubrir nuestro paraíso, por ser mi presente de nubes blancas, por no vivir mirando hacia atrás, por los instantes, por ser tan bonita por dentro, por brillar por fuera, por un abrazo, por ser así y por lo que viene, felicidades Peque.

miércoles, 27 de abril de 2011

Víctor, arriba y arriba



Víctor colecciona metas para poder romperlas, nacido para luchar, pelea con la vida demostrándole quien es el que manda, acostumbrado a vivir, sobrevive con nada, te descuidas un segundo y ya está arriba, encima de un monte, encima de la cima, mirando lo que yo nunca miraré, atrapando en su mente esos segundos, tampoco se permite muchos más, esa foto de cimas blancas y mucho cielo.

Víctor Izquierdo es de Adurtza, de los de Adurtza de toda la vida, nace en Eibar fue la excusa para luego vivir en Adurtza, desde su visión Adurtza es la capital de Euskadi y tiene un barrio que se llama Gasteiz. El Adurtzako Udala (ayuntamiento) es el Potxi, un centro tabernario de kalimotxos y "voll-damms", de conversaciones que cambian el mundo y donde el café está prohibido. En las fiestas mundiales de Adurtza se le puede ver con una jarra en la mana, arriba y abajo, china chana, confundiendo el día con la noche. Mi amiga Inma es su gran complemento, y su jauría está formada por Eider, la mujer de goma, dueña del rosa y de libros de pegatinas; después están sus dos gemelos talibanes, Ioritz y Aketza, con nombres que suenan a los escuderos de Thor, pero de sonrisa espléndida y peregrinas ideas. Amansarlos, entrenarlos y procurar que le hagan el futuro más fácil es su deber.

Por el día es un trabajador infatigable de sus montes, igual te coge un tronco al hombro, que te hace un puente, que te cambia el curso de un río, es su gimnasio particular, puro entrenamiento para marchar luego a los Piris, dejarse los dedos de los pies en el Cho-yu, subir al Aconcagua o tocar la cima del mundo en el Everest (como se puede ver en la foto, por cierto Víctor es el de la izquierda, el de la derecha no es un chino que pasaba por ahí vendiendo claveles, es el sherpa). Ahora vuelve de su fallida expedición a Groenlandia, vencido por la climatología, pero seguro que feliz, Víctor es de los que ve la vida desde el único lado que la tiene, lo malo no existe; allí le tocó pasar su cumpleaños el 19 de abril, así que desde aquí amigo, felicidades, espero que Inma te ayude a quitarte un poco el frío ahora en casa, y nos vemos pronto para celebrarlo, cualquier excusa es buena para compartir un rato contigo.

Felicidades amigo.

De regalo unos minutos musicales con Rammstein y Metallica que seguro le gustan:

martes, 26 de abril de 2011

Transgroenlandia 04, punto final



Por desgracia la aventura de los expedicionarios vascos ha tenido que tocar su fin, la climatología les estaba causando grandes daños y les mantenía parados sin poder avanzar tal y como lo tenían programado. Para aumentar más los problemas Josu Feijoo sufrió dos comas hipoglucémicos que pusieron su vida en grave peligro. A causa de la diabetes y de las dos subidas bajadas de azúcar Josu se encontraba desubicado y desorientado en medio de Groenlandia, a poco más de 75 kilómetros desde su punto de salida. Un helicóptero acudió a rescatar a Josu que fue acompañado por Víctor Izquierdo dado el estado de salud de su compañero, Goikoetxea continuó con el guía esperando tener más suerte climatológica. Josu fue trasladado a un hospital de donde se repone con prontitud de sus subidas de azúcar.


A Goikoetxea y Néstor López también les ha durado poco la reiniciada aventura, el duro temporal se había llevado su tienda de campaña y tuvieron que dormir a la intemperie a la espera de un nuevo rescate de helicóptero que los ha trasladado al hospital de Tasiilaq. Los vientos huracanados, el frío polar y las intensas nevadas han acabado con una difícil aventura, esta semana regresaran todos a Vitoria.


Una pena que no hayan podido concluir el reto, pero mejor acabarlo así que no de peor manera. Pronto nos vemos.

lunes, 25 de abril de 2011

Domingo de ramos y cinco, y c'est fini



Como final toda la serie cual si fuera todo un storyboard, la película de un domingo de ramos de hace unos cuantos añitos.

miércoles, 20 de abril de 2011

Domingo de ramos y cinco, y penúltimo



Pero de perdidos, to the river, rápidamente estiré mi mano y sin mover mi posición de firmes me lancé a por una pera confitada que no tenía mala pinta, era la pera del pecado, mi hermano me miraba pensando "más vale que no te la lleves", mis ojos la miraban con tristeza, "hace poco era mía y ahora mira", la contemplaba como un científico, el apetito goloso ya había pasado, la palma se empezaba agitar nerviosamente uno que tira y otro que no quiere que se tire. El final se desconoce, seguramente tuvieron que intervenir mis tíos para calmar una guerra de palmas inminente. Me miro y me veo firme, sin moverme de sitio en aquel domingo de ramos que estrené ropa y palma, aunque apenas me duró unos minutos.

Domingo de ramos y cuatro



Pero todo lo bueno dura poco, en menos de lo que canta un gallo, allí estaba mi hermano, se había apoderado de la palma con una rapidez endiablada y ya posaba con ella, con su pelo moreno tipo casco, frente a mi peinado a raya y con entradas incipientes, él con su abrigo nuevo, jersey y pantalones cortos, una vez más, la combinación ideal para no pasar frío, calcetines altos y los pies bien abiertos, a diferencia de los míos que siempre han apuntado un poco para dentro, yo siempre de oscuro, mi hermano de claro. Mi mirada había tornado diferente, de la ansiedad alegre, a la pérdida triste, mi mano todavía seguía pensando hace un segundo era mío, y no se aferraba a perder tan pronto. El domingo alegre, se tornó en domingo triste, pero los hermanos mayores son así, aparecen cuando menos te lo esperas.

Continuará

Domingo de ramos y tres



Tras mirar y mirar encontré mi mejor tesoro, lo aferré con mis deditos, mientras me relamía antes de comérmelo y con una mirada hacia arriba, de esas de niño de las que nunca se puede decir no, esperaba la aprobación, estaba en plena euforia, los chocolates eran míos, míos…

Continuará

martes, 19 de abril de 2011

Domingo de ramos y dos



Enseguida capté mi atención en los dulces de la palma, brillaban los paraguas de chocolate y las frutas escarchadas que bailaban junto a monedas de oro que se agrupaban en una redecilla. Mis ojos de niño se volvían locos, y seleccionaban con ansiedad los dulces más grandes y los más coloridos. Mi tío me observaba riéndose ante mi hambre golosa repentina que apenas alteraba mi posición de firmes. Tanto dulce y para mi sólo, poco le importaban a mis dientes de leche la sobredosis de azúcar.

Continuará

lunes, 18 de abril de 2011

Domingo de ramos y uno



Los domingos de ramos antes eran un día especial, era un día que o estrenabas ropa o se te caían las manos,  un día de chocolate y golosinas alrededor de una palma de ignorado significado. Aquel día de hace unos cuantos años ya, mi tío Jesús nos vino a buscar a casa, con su 850 coupe, alias el cuper, nos montó en el coche, como te montaban antes, en los asientos, ni sillitas, ni cinturones, que venía una curva fuerte, mi hermano y yo a un lado del coche, te recomponías un poco y a la siguiente curva ya estaba mi hermano encima mío otra vez, era un juego divertido.

Nos llevó al parque y allí nos hizo unas fotos. Me colocó delante del morro del coche con abrigo de estreno y pantalón corto, curiosa combinación, calcetines bien altos, intentando reemplazar a los pantalones y en posición de firmes con la palma cual fusil del ejército.

Continuará

viernes, 15 de abril de 2011

Timbre 011



011/ Timbre dos generaciones: la modernidad todo lo borra, implacablemente, lentamente, va retirando todo lo pasado por lo que aparentemente es mejor, en esta casa lo podemos apreciar, felices vivían los timbres de campanita, con sus diferencias, con sus diversas formas, pero felices, hasta que de repente llegaron dos nuevos vecinos, de los de gafas de pasta y fondo de armario, que no se podían permitir tener un timbre de campanita, y menos aún, bajar cada vez que llamasen al timbre o asomarse a la ventana al grito de "quien va", desde su punto de vista toda una vulgaridad. Así un día llegaron con su portero automático, que ni nombre de timbre tiene, desplazaron a los demás y se colocaron con cable bien gordo dispuestos a llamar la atención. Ahora cuando alguien viene a esta casa no puede evitar pensar quien es el vecino rico y quien es el vecino pobre. Ubicación: casco viejo de Vitoria-Gasteiz.

jueves, 14 de abril de 2011

Transgroenlandia 03



Feijoo, Víctor Izquierdo y Jon Goikoetxea ya han cubierto los primeros 25 kilómetros de su expedición, en su viaje de este a oeste para cruzar Groenlandia. Según informa el periódico Noticias de Álava, "los expedicionarios vascos ya han alcanzado el cuarto punto de los 26 de que consta su travesía y hoy tienen previsto llegar al casquete polar. De momento, los aventureros se están encontrando con un terreno glacial que les está dificultando mucho el avance" clavándose las puntas de los esquís en su recorrido. "Las condiciones están siendo durísimas, ya que de once días de travesía no han llegado a dos las jornadas de buen tiempo. "Tuvimos que pasar un día entero en la tienda porque por una nevada se nos mojó la ropa, esto es muy duro y estamos sufriendo mucho".

Ánimo muchachos, y gracias a Inma por estar al filo de la noticia.

Carteles y mensajitos 005



El restaurante "La Parada de las moscas": verano en España, el calor lo ha invadido todo, el sol es el rey absoluto del día, las gotas de sudor nacen de la frente y desembocan por los canales de la cara en el suelo, después de tomar unas Mahou "si puede ser", el hambre llama a puñetazos desde lo más profundo de nuestro ser, se inicia la peregrinación en busca de un sitio para comer, se mira un cartel y se mira otro, siempre esperando encontrar algo mejor en el siguiente, hasta que te topas con este cartel, lo miras y lo miras, lo remiras y lo vuelves a mirar, te acercas y lo quieres mirar más de cerca, y es verdad, lo que parecía era, está tomado el cartel por moscas, un primer pensamiento aflora en la mente en forma de ecuación o regla de tres: si el cartel está lleno de moscas como estará la…; de repente se ha pasado el hambre y al siguiente bar que sigue nos pedimos una Mahou "si puede ser".



miércoles, 13 de abril de 2011

Transgroenlandia 02



Por fin han podido empezar la aventura, el reto de cruzar Groenlandia de Este a Oeste, la climatología adversa hasta ahora no les había permitido empezar el reto, pero por fin superados esos inconvenientes inician esa primera parte más dura de ascensión de su recorrido, sobre una superficie helada con una temperatura aproximada de 34° bajo cero y con 24 horas de luz solar. La llegada fue buena, y para Víctor como es normal, no le parecía que hacía mucho frío, aunque nevaba sin parar.
Ahora están por aquí más o menos.


martes, 12 de abril de 2011

Saltamentes o Longosta



El otro día paseando disfrutando de estos calores primaverales topé con esta langosta o saltamontes, nunca tuve muy claro cual es su diferencia, pensaba que las langostas eran más grandes, más largas, eran mis longostas; y los más pequeños eran los saltamontes y a mi mente esto es lo que a-saltó, ¿son lo mismo?


Aparentemente sí, el uno o el otro más grande o más pequeño, en colectividad o dedicándose al sedentarismo y en todas sus variantes, que son muchas, son más o menos lo mismo, se tiende a llamar saltamontes a los más pequeños y langosta a los que van todos juntos y son más grandes. Así en solitario mucho miedo no dan, pero en Nebraska entre el 15 y el 25 de agosto de 1875 una nube de langostas cubrió y arrasó todo el estado, midiendo la nube 514.000 km2, es decir más que toda España, con 12 billones de langostas (500 por habitante actual de la tierra), aquel año de 1875, fue el llamado año de la langosta. Vía: lainformacion.com. Sólo espero que al salir de casa mi longosta o saltamentes no haya encontrado a sus amigos perdidos y me estén esperando todos juntos en la puerta.

lunes, 11 de abril de 2011

La base del fútbol o un día de fútbol base



Ver un partido de fútbol de niñ@s es una de las mejores diversiones que se pueden realizar un domingo por la mañana, a la llamada de la entrenadora todo su séquito de mini-soldados forman en corro alrededor suyo y a una orden comienzan a calentar, corriendo por los laterales del campo, con la mirada fija en las líneas mientras charran de sus cosas en los grupos prescritos de siempre. Antes del partido las primeras indicaciones, básicas pero fundamentales para evitar que todos vayan a meter gol y que todos vayan a querer parar balones. Niños o niñas da igual, aquí no hay malicias.


A un pitido empieza el partido, equipo rojo atento al balón, equipo avispa atento al balón, arbitro en chandal atento al balón, padres en la banda atentos a sus hijos. Padres hay de muchos tipos: pasivos, su mayor esfuerzo es tener que traer y llevar a su hijo a los partidos y entrenamientos; activos, animan y motivan a su hijo inculcándoles los mejores sentimientos deportivos; frustrados, le piden a sus hijos lo que no han podido hacer ellos y sólo sueñan con la foto de su hijo en un álbum de cromos de la liga dentro de unos años; y tantos otros más, aunque los perores siempre suelen ser los abuelos que suelen creer que estos partidos puntúan para la quiniela.


Ataques por la banda en bandada, ataques por el centro descentrados, pero ataques con rabia sana de niño, en uno de ellos cae el gol, antes ha habido grandes paradas pero esta vez no ha podido ser, que pena no poder ser más alto. Una patada a un balón es una patada, pero si acaba en gol es otra cosa, no se sabe muy bien como de unas sale un gol y de otras se cuelga el balón, pero ahora eso no importa.


Entre todos se animan, se ayudan, se comprenden, sólo al final del partido importa el resultado, durante el encuentro los goles son lo menos importante, tan sólo marcan la diferencia de un número pero siempre hay tiempo para intentar meter un gol más y empatar. Hacer caños, regatear y poner caras de sufrimiento y pasión mientras se juega son justas y necesarias. Por la banda un abuelo así lo grita mientras compite con el padre frustrado que opina que su hijo tenía que haber defendido mejor.


El final del partido si se gana es como para flotar, saltar de alegría y esperar a volver a jugar otro partido la semana que viene, da igual con quien y cuando, pero hay que volver a jugar con los amigos, entrenar de nuevo por cuadrillas, marcar y parar goles y escuchar de nuevo al abuelo que grita y al padre que ya se ha quedado afónico. Ójala entendiesen todos el deporte así.

Por cierto, buen partido Unax.

viernes, 8 de abril de 2011

Timbre 010



010/ Timbre en clave secreta: Al ver estos timbres uno se pregunta si será la casa de unos agentes secretos, si serán las fichas que le tocaron a alguien del Scattergories o si son los nombres de dos robots y ésta es su casa; lo que sí te dan ganas es de contestar: "hundido" cual guerra de barcos. Un nuevo misterio vuelve a aparecer en estos timbres, ¿dónde están el 2º y 3er piso?, ¿será que el del segundo le llamó cuarto para parecer que vivía más arriba? un nuevo misterio llama a nuestra puerta. Lo que si sabemos seguro es que como tantos vecinos no se llevan bien, uno redondito y el otro tipo pezón, llamando la atención.

Alguno de los hijos de la casa es pintor, de los que utilizan las paredes cual lienzo, sprays en ristre en ambas manos, ya que con una hábil chorrotada embadurnó de azul-morado el timbre de su hogar, el del 4º se enfadó y con un estropajo de nanas rascó y rascó en su timbre, provocando mientras lo limpiaba que bajara su mujer desde el 4º (ó 2º si es así de chulín) para abrir la puerta, ya que al limpiarlo estaba tocando el timbre todo el rato; al final se le quedó un color verdoso que en un principio no le gustó, pero al segundo le ayudó a sentirse diferente, y desde luego, el timbre lo es. Ubicación: Casco viejo de Vitoria-Gasteiz.

jueves, 7 de abril de 2011

Dibujo by Goñi 010



Un dibujito de esos que salen entre los libros y las notas de clase, anterior a la  plena esfervescencia de Spartacus, no me podía faltar mi Astrurianator, un hombre de mirada única e individual, más duro que cinco pesetas y más fuerte que los fuerte Comansi. Dibujo a boli Bic negro.

miércoles, 6 de abril de 2011

Instituto Goya: entantoencuanto en COU



Después de acabar tercero y a la vuelta de verano del 1984, en uno de esos veranos tan especiales que no querías que se acabasen nunca, tocaba volver al instituto, al último año de instituto. La clase era COU C, y estaba en la misma planta baja en la que había cursado 2º, pero al final del largísimo pasillo que jalonaban el resto de aulas, la nuestra era la última clase a la derecha; una vez más, me tocaba a la izquierda, para volver a ver el patio por las ventanas, y vuelta a ver el estrado alto de la mesa del profesor, que en esta clase era muy alto y me tocaba reencontrarme con las mesas beige y las sillas independientes, a diferencia de las antiguas mesas tipo pupitre en parejas de 3º de BUP, toda una evolución.


Pero aquel año a la vuelta nos traía una sorpresa mucho más grata, compartíamos clase con un grupo de valientes chicas, cinco o seis, que tenían que aguantarnos a un grupo de chicos en desatada adolescencia, de aquel grupo recuerdo a Teresa Azcona, alta y de pelo negro, ahora Consejera delegada de Going y que el azar del trabajo nos ha hecho coincidir en un par de ocasiones y de la que guardo muy buen recuerdo, también recuerdo a Lourdes Sesé.


Del resto de la clase me vienen más bien pocos recuerdos, por curiosidad me viene Condom, un chico de pelo pelirrojo rizado al estilo de la serie "Un superhéroe americano", que os podéis imaginar el cachondeo, cuando el primer día de clase que nos hacían decir a todos nuestro apellido y nombre lo que supuso. Del que guardo un cariño y especial amistad y recuerdo es de Rafa Alarcón, nos sentábamos de los primeros en clase, lo que me ayudaba a distraerme lo menos posible en clase, el profesor lo teníamos justo encima mirándonos cual estatua de la libertad, y a no andar dibujando permanentemente en clase, me vino bien ciertamente, me centró de lo un poco descentrado que había estado en 3º.


Con Rafa compartí mucho aquel año, recuerdo que hicimos un comic juntos, del que yo no he conseguido encontrar una copia (y mira que lo guardo todo, estará en algún rincón escondido de casa de mi madre), el guión era suyo y los dibujos míos, era sobre el extraordinario caso de la transformación de Dostoievski en el Doctor-Jeckill, la historia era magnífica y con ese toque surrealista con que impregnaba todo, y la historia se contaba muy bien en viñetas, fue muy divertido hacerla. Nuestra afición literaria iba en aumento y nos dedicábamos a ir a todas las conferencias, tertulias literarias y demás que venían programadas en la ciudad, Rafa venía el lunes con un recorte del Heraldo y ya teníamos programada la semana, un encuentro sobre Lorca, pues allí que íbamos los dos, a escuchar y a entender la mitad, pero aprendiendo mucho más de lo que se enseñaba en aquellas aulas del instituto.


Otra de nuestras pasiones ira ir al teatro, la primera obra que fuimos fue "La casa de Bernarda Alba" en el principal, teníamos entrada de gallinero en la parte derecha, y fue una experiencia que me hizo amar el teatro desde entonces, era mejor que una película en directo, el silencio que se genera antes de empezar por tanto grupo de gente tiene un sonido especial, y las voces desde el escenario llegan con cercanía y sinceridad. Desde arriba se veía ciertamente mal, pero el dinero entonces tampoco era abundante y la obra no era barata. A la salida recuerdo ir Paseo Independencia hacia el sur de nuestras casas, echada la noche ya en una ciudad apagada de gente y tan sólo iluminada por farolas de luz amarilla, empezar a correr gente como locos y unas sirenas de furgonetas de policía, alias tocineras, persiguiéndolos, nos miramos con perplejidad el grupo de amigos que íbamos, y nuestra bendita ignorancia política de entonces no nos hizo recordar que era 20 de noviembre y los fachas estaban montando jaleillo para recordar la muerte de su mentor.


A esa obra le siguieron otras muchas, en el Principal también recuerdo "Cinco horas con Mario" después de habernos machacado en clase con el libro y con la Romeo (luego hablo de ella) teníamos unas ganas tremendas de poder ver la obra en vivo, un monólogo difícil para teatro pero garantizado por la genial Lola Herrera, un espectáculo único que no sabíamos si volveríamos a ver en nuestras vidas con esa actriz, esta vez nos sentamos abajo, y mereció la pena, estábamos cerca del pasillo y nuestra visión era muy buena del escenario, todo el escenario era negro y sobre la platea un ataúd de pino y unas sillas solitarias, se hizo el silencio que os comentaba antes, tan sólo interrumpido por el comer de pipas y patatas de bastantes ignorantes que se debían creer que venían al circo, la obra comenzó y nos tenía hipnotizados, recordábamos frases y sus sentidos con claridad meridiana, cuando de repente, por el pasillo apareció una mujer pequeña, avanzando pequeños pasos, que me obligaron a girarme, indignado por la molestia que suponía y la que se sumaban los de las pipas, de repente la mujer se paró a pocos metros del escenario, y le soltó a viva voz un hijadeputa a Lola Herrera que silenció al mismísimo Delibes y ya no te digo al muerto de Mario, tal y como lo dijo, volvió sobre sus pasos y recorrió de nuevo el mismo pasillo a la misma velicidad y ante los ojos atónitos y paralizados de todos los que estábamos allí, tan sólo al final la fue a buscar un bedel para indicarle la salida. Lola Herrera aprovechó la interrupción para recordar a los ignorantes que en un teatro no se viene a merendar pipas. Después o antes solíamos tomarnos unos vinos en una bocacalle de San Miguel que donde estaba la típica vinatería con sus barriles y en la que te podías pedir el porrón de lo que quisieras, bueno, de lo que había, vino pressing catch dispuesto a dejarte noqueado a la mínima de cambio.


El Teatro del Mercado era otro de nuestros sitios fetiches, asístiamos a casi todas las obras, experimentales, clásicas, vulgares,… Sentarse en el Teatro del Mercado en las primeras filas es una sensación especial, las primeras butacas están a pié de escenario y si te abstraes por un momento parece que la obra la están representando para ti. Allí recuerdo especialmente la tragedia de Coriolano de William Shakespeare, el auténtico anti-héroe, en un momento de la representación, los actores vestidos de romanos a lo barato, es decir, con faldilla, cinturón de cuero cruzado desde el hombro y a pecho descubierto, tenían una escena en la que un soldado le pasaba la lanza con rapidez por delante de Coriolano indicándole como le podía matar, en uno de esos gestos y llevado por la furia interpretativa no calculó lo suficiente y los que estábamos en primera fila vimos y oímos un sssiccccchhh, un cortecito en toda regla por encima del pecho, Coriolano se miró hacia abajo y de la herida empezaron a brotar hilillos de sangre que bordaron su interpretación aunque no estuviera preparado, el soldado romano se quedó pálido, con la lanza en la mano y pensando "ay, madre, que la he liao parda", Coriolano salvados los segundos de confusión continuó unos minutos más hasta que acabó la escena y se forzó un descanso, verlo salir después con la gasa y el esparadrapo le quitó verosimilitud a la obra de Shakespeare. Habitualmente a la salida del teatro nos quedábamos en el Ibizenco tomando unos balones de cerveza y charlando de literatura y de la obra de teatro que habíamos visto, fueron unos ratos inolvidables.


Pero volvamos a nuestra aula de COU C, que esa era la letra de este año, después de haber pasado por la F, la G y la H, que para clases de 40 personas no estaba mal la cantidad de alumnos que había en el instituto, de los profesores de ese año recuerdo a pocos, tan sólo a tres de ellos con seguridad, la Palacios, el Pellitero y la Romeo. De las clases de inglés tan sólo me acuerdo de los libros que tenían unos dibujos muy buenos, y que en este año eran más pequeños y amarillos.


De profesora de Historia del Arte teníamos a Rosa Palacios, era una mujer especial, de grandes ojos abiertos y de voz tranquila y rara, de cuerpo e imagen de profesora antigua y que vestía como la serie de "Los Ruper".


A todos lados iba cargada con sus mapas y sus diapositivas, sus parpadeos nerviosos de ojos cargados de rímel te hipnotizaban en clase y lo mejor de todo es que nos daba los apuntes en fotocopias y escritos a máquina para que siguiéramos bien las clases. Recuerdo que al final del año me regaló un libro de Goya editado por Blecua que me dedicó y todo.


El profesor de filosofía era José María Pellitero, "el Pellitero, el mejor del mundo entero", era un gran profesor, pero por desgracia apenas pasamos de los pre-socráticos para ver a Platón y Aristóteles, así como el resto del temario a toda prisa, aunque por desgracia en la selectividad entraba todo. Era un hombre de barbita fina y siempre sentado, le gustaban los debates y sobre todo entre ataraxias y pensamientos griegos repetía con insistencia una coletilla que le acompañaba siempre: entantoencuanto, que además la decía así, toda seguida, sin espacios, sabedor de que como buena coletilla debía ahorrar su tiempo de dicción para que se notara menos. Recuerdo que sobre la mesa beige en la parte de la izquierda había escrito la palabra mágica y que cada vez que la decía le ponía una rayita, pasaban dos minutos y las rayitas aumentaban por momentos, era decir entantoencuanto y la sonrisas complices entre Rafa y yo aparecían.


Pero si hubo una profesora que me marcó a mi personalmente fue "la Romeo", Carmen Romeo era una profesora especial, muy buena en literatura y que nos hizo aprender a leer buscando lo que hay debajo de las palabras, descubrir lo que hay entre los huecos blancos que el escritor no rellena, entrever lo que no se ve. Cuando se levantaba a la pizarra para escribir las rayitas donde había que poner la acentuación de los versos manejaba la tiza y el borrador con tal destreza que acababa siempre manchada de tiza. (La Romeo es la de jersey rosa).


Lo que aprendí con ella entre libros de Juan Ramón Jiménez que apabullaba con notas escritas en el mismo libro, o con Machado, Delibes, Cela o cualquier otro, todavía no se me ha olvidado, se grabó a fuego entre las neuronas emergentes de mi cerebro. Cuando luego pasé a la Universidad el nivel estaba allanado y bien allanado para seguir aprendiendo. Aquel año, creo que la Romeo estuvo un tiempo enferma y al final de curso montamos una cena todos los de la clase (o los que quisieron) y nos fuimos a comer o a cenar juntos, no lo recuerdo bien, la llevamos a un restaurante en la calle Luis del Valle, que resultó ser uno de los que frecuentaba en sus años de universitaria en la facultad de Zaragoza, nos reímos un montón mientras el vino con gaseosa hacía las primeras risas flojas y comíamos un lomo con tomate y pimientos un poco grasiento y duro que nos habían preparado, ella se emocionó y se notaba que nos tenía a aquella clase un cariño muy especial.


De ella también saqué mi pasión por las librerías y bibliotecas, ver ediciones y libros raros para comprarlos y tras leerlos confirmar que efectivamente eran raros y por eso no se vendían; me interné en la investigación de los textos buscando fuentes y bibliografía que recuerdo especialmente para el poema del "otoñado" de Juan Ramón Jiménez, la exégesis de los textos y las capas de profundidad de los mismos me ayudaron aunque no lo parezca a forjar mi oficio de creativo y planner estratégico.


El resto del año continuó con mi afición a los comics y dibujar cualquier hoja en blanco, pero ya desde historias mejor contadas y mucho mejor dibujadas, así pasaron por mis manos en aquella época dibujantes como Richard Corben y su Bloodstar basado en la novela de Robert E. Howard.


Berni Wrightson y su FreakShow o sus manos alargadas y hombres lobo.


Milo Manara con Verano indio o su click calentito.


Juan Jiménez con su As de pique, sus robots y aviones, y su técnica de acuarela.


Y aquí en Zaragoza Fernando de Felipe, que ya nos había maravillado en el Heraldo de Aragón cuando sacaban ese suplemento los domingos tipo revista pero en papel de periódico en el que hacía una página por las dos caras de un dibujo extraordinario.


Entre los comics de aquella época estaban Creepy, Totem, Makoki, Rambla, El Víbora, Spirit, Vértigo, 1984 o Cimoc entre muchos otros.


Así que no era raro que forrara mis carpetas con parte de estos comics, en una de ellas tenía la portada de
un Víbora con un dibujo de Max fabuloso.

Y en esta otra llevaba los apuntes de la Palacios de Historia del Arte.


Mientras ya dibujaba a los Héroes del Silencio que empezaron a despuntar y obligaron a dirigir mis salidas de los viernes a la Estación del Silencio, previa parada en el Zurracapote para beber la pócima mágica que allí preparaban, y no seguían fallando ni los Pikatas ni el Alegre en las pocas pirolas que ya hacía en COU.


Y allí entre risas y despertares concluyó el año de COU, que acabó relativamente pronto, a finales de mayo ya que a finales de junio teníamos la temida selectividad, acabó una etapa, la de 82-85, con grandes cosas buenas y pocas cosas malas, pero marcando lo que sería mi temprano futuro.


Del Goya decían que salíamos bien preparados para la Selectividad, pero no de la forma que yo creía, no te preparaban para un examen, te enseñaban a saber y si lo aprendías ya lo aplicarías luego, así en un mes te tocaba repasar todo lo que habías dado en tres años, pero esa labor la teníamos que hacer cada uno por nuestra cuenta. Acababa el último año del Instituto Goya, el último día fue como una liberación y en el que nos hicieron limpiar las mesas de los dibujos y las rayitas que habíamos puesto. Antes de marcharme un último vistazo a sus paredes, a su carpintería gris azulada de los armarios, y a los hierros negruzcos de las ventanas, colgadores al fondo, el aula Ø vacía y la entrada con Goya recibiéndonos todos los días. Lejos quedaban ya los madrugones de estudiar a última hora, los exámenes sorpresa, los compañeros de todos los años, los futbolines, los partidos de baloncesto y la banda sonora de cuatro maravillosos años.


Atrás quedaron otros profesores que recuerdo pero no los ubico bien en los años, sé que me dio matemáticas la monja, pero no sé cuando, ella era grande y horonda, enfundada en su disfraz marrón, con pelos barba largos de su mentón y unas gafas que no se sostenían en las orejas, eran mágicas, la llamábamos la IBM (Inmensa Bola Marrón); la Barquero de matemáticas, la Baselga y la Aragües de inglés, la Marín, la Casadevante, el Peiró, y aunque no me dieron a mi clase los imborrables Matoco (manco-tonto-cojo), la Pellejos, la Moños y otros tantos más de los que no recuerdo ni sus caras, ni sus nombres, pero gracias por todo.

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