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jueves, 5 de diciembre de 2013

Graffiti town 004: Red:mono



Sobre un saliente de una calle de Zaragoza me encuentro que muchas veces me mira el mono negro más rojo que he conocido. Una marca de ropa deportiva que sabe llevar su estilo a una experiencia visual. El detalle de las llaves cruzadas me encanta. I love it Red:Mono.


Zona Universidad / Zaragoza

martes, 3 de diciembre de 2013

Carteles y mensajitos 033: Casas y casos



En el barrio de la Magdalena de Zaragoza, en una pared triste de manchas y sombras reza esta leyenda de la que poco se puede comentar: —"Ni gente sin casa. Ni casas sin gente"—. Así aguanta la frase, sobre una pared, donde más sentido tiene. Todo un mensaje que va mucho más allá del mundo que nos ha tocado vivir.


Barrio de la Magdalena / Zaragoza


lunes, 11 de noviembre de 2013

Carteles y mensajitos 032: Invisibles



Un pueblo perdido en el Mediterráneo. Yo desde el coche más perdido todavía. Continuamos por una carretera sin saber bien si vamos al destino correcto. Todo son dudas por el camino y buscamos una señal que nos indique algo que nos guíe. Al final la carretera acaba en un stop y sólo hay dirección hacia la derecha o hacia la izquierda y las señales que me pueden ayudar por desgracia son invisibles.


La maleza se ha apoderado de ellas y detrás de las cañas se atisban no una, sino un montón de señales que antes marcaban un destino. Ahora por desgracia sólo me llevan a pararme y a rascarme los ojos para intentar ver mucho más allá de lo que se ve realmente.


Me quedé un rato observando aquellas señales invisibles y al final opté por ir a la derecha que parecía el sentido al que apuntaban todos los carteles. Por supuesto me equivoqué. Mi destino estaba a la izquierda. Así que ya lo saben, nunca hagan caso a las señales invisibles.

lunes, 4 de noviembre de 2013

Lucicris y Cristinlu



Paseando el otro día por la calle Delicias de Zaragoza me topé con un cartel de un establecimiento que llamó poderosamente mi atención, me quedé durante unos segundos mirándolo y sólo pasados unos segundos fui capaz de reaccionar y tomar unas fotos con el móvil. El nombre de la tienda prometía: Bragas Lucicris. Slip y boxer Cristinlu. Lencería y Géneros de punto. Fabricación propia.


El nombre ciertamente prometía, Bragas Lucicris, que ya es un nombre un poco raro de por sí, pero el de las zonas de los chicos también tenía lo suyo, Cristinlu. Parecían hacer referencia a abreviaturas de nombres, pero no sabía muy bien si estaba frente a una tienda nacional o de alguna otra parte lejana del mundo.


Por fuera los carteles de las fotos que había en los laterales prometían, unas fotos que recordaban más al aspecto de un quiosco plagado de revistas de cualquier tipo. Hay que reconocer que la vista se iba a los volúmenes de los laterales. Poco pegaba el coche infantil en uno de los laterales, pero estos detalles se perdonan. Desde luego no serán los mejores namings que he oído nunca, pero desde luego, llamar la atención la llaman.

viernes, 18 de octubre de 2013

Parecidos razonables 001: De Virgin a Viryin's



Paseando el otro día por la calle Pilar Lorengar en Zaragoza me topé con este singular bar-café-pub con el sugerente nombre de Viryin's en unos sitios y Viryin en otro. No me pude reprimir a tirar unas fotos e inaugurar una nueva sección en el blog de "parecidos razonables", y es que algunas marcas o empresas hay que reconocer que tienen mucha guasa.


Hay que reconocer que la "g" de la marca original según se mire también se podría interpretar como una "y", y el parecido con Viryin de Virgin no es pura casualidad. Para que no faltara detalle el color también es semejante y hasta el rabito izquierdo de la V se ha cuidado.


En el letrero de arriba pone Viryin aunque a la derecha lo pluralizan, sólo los autores conocerán tan profundo secreto. Viryin, toda una marca cañí.

jueves, 12 de septiembre de 2013

Carteles y mensajitos 031: Comproro



Hay escaparates que entienden que repitiendo las cosas una, dos, tres, cuatro, cinco y hasta seis veces, dejan claro cual es su servicio y lo que ofrecen, y no seré yo el que diga que no tienen razón, pero a mi no me gustaría que me vieran entrando en esta tienda, y no por avergonzarme de vender algo de oro, que no tengo, para conseguir algo de dinero, sino por la vergüenza de entrar a un negocio que me provoca una contaminación visual importante.


Si lo que buscaban con los carteles es atraerme a mi me consiguen repeler y me fiaría antes de una joyería que de un negocio así, del que entiendo que precisamente muy profesionales no son, y es que los escaparates hablan de nosotros mismos. Pero que quede claro: comproro, comproro, comproro, comproro, comproro…

jueves, 5 de septiembre de 2013

Carteles y mensajitos 030: Anti cartel en blanco



Algunas veces hay carteles anónimos en la calle que deparan sorpresas muy gratas. Paseando por la calle hace un tiempo me tope con este cartel que por ausencia de su cartel original se había quedado anónimo y en blanco. Pero alguien no pudo contenerse y en un lenguaje muy ácrata dividía la palabra antidroga en tres sílabas y dejaba un mensaje muy claro para todos los viandantes.



lunes, 17 de junio de 2013

Aurotizados



Si, aurotizados, no habéis leído mal el titular del post, y seguramente ahora estaréis poniendo la misma cara que se me ha quedado a mi cuando estaba detrás de esta furgoneta. Habitualmente el bosque no deja ver los árboles, pero en esta ocasión, no ha sido así, y más, sumando mi afición por fijarme hasta en los más pequeños detalles.


Y es que tengo que reconocer que al igual que algunas madres tienen un poder especial para ver el polvo o la suciedad a distancia, yo creo que tengo un súper poder para detectar estas pequeñas curiosidades. Parece que no me fijo, pero de repente mi cerebro me dice que vuelva para atrás mi mirada que ha visto algo extraño, y tan extraño, lo de Instaladores aurotizados, tiene que ser lo último en instaladores con un áurea especial, de los más espirituales del mercado.


Por suerte me dio tiempo a sacar el móvil y darme cuenta que estas cosas existen. Habrá que conocer un poquito mejor a los de Climatext, y recordarles que lo del text no es precisamente su fuerte.

martes, 11 de junio de 2013

Hubo un indio Tonto



Y como podéis ver no miento, era Tonto y con mayúsculas, y es que así se llamaba originalmente el indio nativo potawatomi que acompañaba de forma astuta y fiel a su compañero de aventuras El llanero Solitario, The Lone Ranger. En los países hispanohablantes para evitar el terrible nombre que se le había puesto al indio, decidieron llamarle Toro, y nosotros así lo conocimos en la infancia, ni nos imaginábamos que en realidad su nombre era otro, de haberlo sabido, nadie en nuestros juegos infantiles hubiera querido ser el indio en la pareja de héroes.


Sentados enfrente a una televisión en blanco y negro comenzaban: "Un fogoso caballo con la velocidad de la luz, una nube de polvo y un caluroso "Hi-yo, Silver", El Llanero Solitario". Nos quedábamos pegados sobre el sofa de skay, mirando como un caballo blanco levantaba polvo sobre unos campos llenos de cactus y grises (lo veíamos en blanco y negro) y un fiel compañero, Toro para nosotros, Tonto para el resto del mundo le acompañaba para restaurar la paz y el orden.


El indio Tonto era el enigma de la serie, su compañero se llamaba el Llanero Solitario y de solitario tenía poco, ya que lo tenía a él de compañero, así que pocas veces nos podremos encontrar con nombres tan desacertados en los personajes de una historia de aventuras.


Tonto era un indio Potawatomi, lejos del encanto de otras tribus como los Siux, Cheyenes, Cherokees o Pies Negros entre otros. Pero a Tonto le tocó esta tribu que le tocó vivir como el hombre blanco entraba en su aldea y arrasaba con todo. Entonces se llamaba con un nombre bastante facilón: Pahoo-Ka-Ta Wah, que era como le llamaban sus compañeros de juegos indios.


El niño fue el único superviviente del ataque del hombre blanco y fue recogido por una caravana que iba hacia México. En ella estaba otro niño, John Reid, al que Pahoo-Ka-Ta Wah llamó Kemo Savai, para entenderse mejor en este trabalenguas de nombres, que quería decir en el idioma de su tribu, "Camisa blanca". Otra tribu Potawatomi atacó en venganza a la caravana y el niño indio de nombre imposible salvó a su amigo, el que lavaba más blanco del Oeste, y desde ese día hicieron un juramento de sangre por el que se convertían en hermanos.


Ambos dos eran niños, y la familia de John Reid, agradecida por su ayuda decidieron abandonarlo en una misión mexicana cerca de la frontera. ¡Adiós! Pahoo-Ka-Ta Wah, le decían mientras se marchaban en busca de fortuna. El niño indio se volvió callado e introvertido ante tal señal de afecto y a los monjes no se les ocurrió otra cosa que llamarlo Tonto, en otro alarde nuevo de sabiduría para poner el nombre exacto a las cosas. Tonto duró poco allí y se fugó a una tribu Potawatomi, pero no fue bien recibido, así que se volvió errante buscando al asesino de su familia que era un tal Cavendish.


Un día estuvo a punto de pillarle, pero cuando llegó era demasiado tarde, Cavendish había asesinado a a todos los Rangers, y uno de ellos era su hermano John Reid, que se encontraba moribundo. Le salvó entre embrujos y hechicerías. Y ya recuperado decidió cambiarle el nombre por el de Lone Ranger  o el Llanero Solitario, era lo lógico ahora que iban a ir juntos a todos los lados. El Llanero por su parte agradeció a su amigo que decidiera llamarse Tonto, ya que lo de Pahoo-Ka_Ta Wah era un poco pesado.


La venganza marcó desde ese momento la vida de Tonto, su amigo y el caballo Silver. No escatimaban en detalles y tiraban con balas de plata para que sus enemigos después de muertos pudieran conservar una joya de recuerdo. Tonto ejercía como tal, y se hacía pasar por lo que su nombre barruntaba (ahora entiendo muchas cosas que con el nombre de Toro no le pegaban en la versión hispana), parecía que justo sabía hablar y sin embargo dominaba el inglés, el español y todas lenguas indias de la comarca, y posiblemente tenía algún Máster en Oxford.


La relación entre Tonto y el Llanero Solitario no acabó bien, al fin y al cabo, uno era un camisa blanca y guapo, y el otro era un indio y Tonto. Una vez que pillaron a Cavendish, el Llanero quería matarlo en venganza, y Tonto llevarlo para que lo juzgaran los indios, ya os imaginaréis quien salió ganando. Pese al cabreo de Tonto, le pidió a su amigo seguir luchando contra las injusticias pero el Llanero, colgó sus espuelas y se dedicó a disfrutar un poco de la vida. Y Tonto se quedó haciendo lo que su nombre decía.


En el 2012 se ha rodado "The Lone Ranger" y creo que en España todavía no se ha estrenado. La dirección corre a cargo de Gore Verbinski, que también ha estado en la dirección de Piratas del Caribe, La Señal, The Mexican o Rango entre otras. Walt Disney como no podía ser de otra forma está detrás del proyecto


En el papel de Tonto está Johnny Depp que da una particular visión del personaje, en la que tiene poco de tonto y se convierte en un cruce entre su pirata favorito y Jerónimo. Una película que vendrá a España seguramente a finales del verano y que solo por ver a Tonto o a Depp merece la pena, y es que aunque yo no me lo podía creer, una vez, hubo un indio muy Tonto.


Os dejo con el trailer de la película:



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martes, 4 de junio de 2013

Lápida para un siestero



Mi suegro después de comer entra en un letargo inevitable que se apodera de él, la maldición se llama siesta. Desde siempre le ha acompañado, en la cama, en el sofá o en la mesa ha sido su compañera de sobremesas durante muchos años. Pero lo mejor de todo es su frase célebre del comienzo, antes de dejarse llevar por Morfeo, los mil hijos engendrados de Hipnos dice una frase que sentencia cualquier acontecimiento: "Cinco minutos y me levanto".


Tras escucharla durante largos años de noviazgo decidí un día, que si por mi fuera, el día que ya no esté entre nosotros, que sea lo más tarde posible, todo sea dicho, le pondré sobre su lápida la frase lapidaria, y nunca mejor dicho, que abre paso a sus sueños. Si así fuera, no podré evitar aguantar durante cinco minutos, después de que se hayan ido los llantos y la familia, para esperar su llegada y advenimiento. Y es que tal vez en ese último momento sea capaz de cumplir lo prometido, hasta ahora no lo ha conseguido.

Dedicado a todos los que tienen el buen hábito de echarse una siesta.

jueves, 9 de mayo de 2013

Sexo gratis y sardinas



Sabedora de mi gusto por este tipo de publicidad, mi amiga Raquel me enviaba el otro día la foto de este cartel, que por suerte ya había visto con antelación. El cartel se encuentra muy cercano al Mercado Central y lo primero que te topas con él es el mensaje de "Sexo Gratis" "desde hace 90 años". Después de abrir y cerrar un poco los ojos y acercarte se lee mucho mejor el mensaje del Restaurante La Flor de la Sierra que fue fundado en 1925.


El secreto está en leer el mensaje completo: "No importa el sexo con una ración de sardinas. Gratis, la mejor atención desde hace 90 años". Si lo que querían era llamar mi atención, lo hicieron, de todas formas, no conocía el restaurante pero creo que lo seguiré sin conocer, no por la publicidad y más por el poco aprecio que le tengo a las sardinas.


Este tipo de publicación enlaza con una tendencia en la que últimamente se busca llamar la atención a cualquier precio, y si es gratis mejor, como ya os mostré en el post sexo gratis y neumático. Seguiremos informando.

Muchas gracias Raquel.

miércoles, 8 de mayo de 2013

iPhone o Aifon: cuestión de oído



Vueltas me daban los ojos cuando vi este Centro Auditivo en la calle Fernando el Católico, esquina con Bruno Solano en Zaragoza, y es que la diferencia entre un iPhone o un Aifon es algo más que cuestión de oído, son dos palabras homónimas que significan mucho.


Mientras esperaba parado en un semáforo rojo, vi las letras enormes de la tienda, y no pude evitar buscar mi iPhone corriendo para poder hacer una foto del cartel. Aún así, no veía bien de que era la tienda y ardía en curiosidad conmigo mismo.


Ya cuando estaba más cerca, comprobé que era un centro auditivo, y mi iPhone seguía disparando sobre la tienda Aifon para inmortalizar la escena. Continué mi trayecto, pero la sonrisa me duró un buen rato mientras me imaginaba a la gente diciendo a sus amigos o parienta, que se iba a poner un auricular en Aifon, y lo que algunos podrían entender. Marketing de provincias, marketing al límite.

martes, 7 de mayo de 2013

La auténtica marca blanca



Las marcas blancas o marcas genércias son aquellas que pertenecen a una cadena de distribución, especialmente en los hipermercados y los supermercados, y con ellas se camuflan los productos de los fabricantes a un mejor precio. Hasta ahora, de todas formas, no había visto tan visiblemente lo que era una marca blanca hasta que me topé con este cartel de una cervecería en la calle Herrería de Vitoria-Gasteiz.


La marca de Mahou ha perdido todos sus colores como podéis ver en el cartel de abajo de otro bar. Las jarras de cerveza se han quedado sin el líquido amarillo, en la marca de Mahou el color rojo ha desaparecido, al igual que las letras de "Cervezas" de abajo. Sin duda una auténtica marca blanca.


viernes, 26 de abril de 2013

Carteles y mensajitos 029: Al rico biscocho



Pasaba por la calle con el coche y mientras esperaba que el coche de delante recomenzara su camino, mis ojos empezaron a parpadear inconscientemente. En el cartel de una cafetería-tetería cercana a casa de mis padres anunciaban algo que llamó poderosamente mi atención: Biscochos de …


Superada la perplejidad inicial y echando de menos la zeta, entendí que se trataba de un americanismo, pero recordé el verdadero sentido etimológico de la palabra, que venía del latín Bis Coctus, es decir, dos veces cocido, y visto así, casi está mejor escrito como biscocho que como bizcocho.

martes, 26 de marzo de 2013

Carteles y mensajitos 028: Propiedad privada de todo



Los vecinos lo habían tenido claro, se dedicaron a pintar el muro que daba a la calle con pintura blanca que tapara todas las pintadas que los graffiteros callejeros y los carteles de los conciertos habían adosado durante tiempo sobre sus ladrillos. La dejaron blanca, blanca y blanca inmaculada y en una esquina en la parte superior colocaron una pintada con el lema: Propiedad privada. A los dos días el lema era: Propiedad privada de intimidad. Los carteles habían empezado a aparecer y en pocos meses volvería a estar en su estado de siempre, llena de mensajes.


En otra de las paredes todavía se dejaban ver algunas pintadas anteriores que a duras penas la pintura blanca había conseguido tapar. Dos carteles en diagonal ya habrían camino a otros semejantes. Dentro de nada hasta el Propiedad privada estará tapado, y es que no se puede callar al pueblo.

viernes, 22 de marzo de 2013

Dos piedras



Yo fui uno de esos a los que les tocó hacer la mili, esa cosa que a las nuevas generaciones de jóvenes les sueña totalmente a chino. La alargué todo que pude, gracias a la carrera universitaria y pese a alegar que por mis dioptrías de miopía me tenía que haber librado, y no fue así, otro día lo contaré más detalladamente en otro post, finalmente me tocó entrar en 1993 a hacer la mili en Pontoneros de Monzalbarba, sin ninguna gana y con ganas de que acabase cuanto antes ese período que lo vivía como una auténtica pérdida de tiempo.


Dentro del acuartelamiento San Genís y después del proceso de instrucción, me tocó en el departamento de la USAC, que es donde se agrupaban todos los servicios del acuartelamiento. Era la compañía más grande y a mi junto a otro compañero que al igual que yo hacíamos la mili de mayores, nos destinaron al SERRES, el Servicio de Entretenimiento al Recluta, muy necesario en el acuartelamiento ya que había bastante gente de Barcelona y otros destinos, y por lo tanto no tenían pase pernocta y las tardes había que intentar hacérselas lo más entretenidas posibles.


En el SERRES se ponía música, se proyectaban películas, se jugaba a las cartas y la gente intentaba pasar un rato lo más agradable posible. Dependíamos de un capitán que era muy buena gente y del sargento Tello, toda una institución en el cuartel, que se las sabía todas. A los del SERRES nos tocaba editar una revista que se llamaba "Dos Piedras"y que me asignaron nada más entrar por la puerta. Así que los ratos muertos en el cuartel me los pasaba dibujando y haciendo la cabecera de la revista.


La revista incluía reportajes, noticias de dentro del cuartel, despedidas de reemplazos que se marchaban y un montón de cosas. Luego se fotocopiaba y se repartía por las diferentes secciones del cuartel. Por suerte algunas todavía las conservo, y son las que os enseño hoy, y que cuando las he vuelto a revisar me han traído muchos recuerdos con colores mimetizados.


Una de las secciones que ocupaba la parte central de la revista era la Pontocuenta en la que se contaban los últimos 100 días del reemplazo que le tocaba acabar su mili, cuatro al año, le di una revisión y con los dibujitos la gente iba tachando poco a poco los días que les quedaban.


Para San Fernando, la festividad del acuartelamiento sacamos un número especial repleto de fotos y de artículos, para el que realicé una portada con San Fernando como protagonista, en esta ocasión las portadas se imprimían sobre una hoja amarilla. La verdad es que cuando nos tocaba sacar fotocopias le sacábamos fuego a la máquina y se nos atascaba más de una vez.


Me imagino que esa revista pasaría a mejor vida una vez que la mili se profesionalizó y ya dejaron de entrar en aquel acuartelamiento los reemplazos de jóvenes que llegamos a pasar por ahí, pero lo que sí es seguro es que si alguno ha estado en el acuartelamiento de Pontoneros de Monzalbarba en Zaragoza no se habrá olvidado de aquella revista que se llamaba "Dos Piedras".

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