lunes, 4 de febrero de 2013

Eskroto y Patuchas, dos vidas y un mismo final / Parte I



Con este título la historia parece la de un cuento de comic al estilo Pedro Pico y Pico Vena, y aunque tiene mucho más parecido con este mundo que con el real, los personajes a los que quiero rescatar hoy, fueron mucho más reales que nosotros mismos, vivieron la vida con intensidad desmedida y dieron todo lo que tenían dentro con la misma fuerza desbordada. Detrás de Eskroto o Gavilán está Marco Antonio Sanz de Acedo, cantante punk y ranchero de grupos como Tijuana in Blue y Kojón Prieto y Los Huajolotes. Y detrás de Patuchas está Juan Antonio Castillo, cantautor y artista multidisciplinar de grupos como Pabellón Psiquiátrico y Juan Antonio Canta. Estos dos artistas, además del Antonio del nombre, compartieron muchas coincidencias vitales y un mismo final, aunque seguramente, poco sabían el uno del otro.


Origen

Marco Antonio Sanz de Acedo, nació el 8 de mayo de 1965, en una Pamplona de barrio que despertaba al bostezo de los años pasados en su querida Comunidad Floral como él la llamaba. Despertó canturreando lo que oía en la radio y en la adolescencia soñando con caminar por el lado oscuro mientras recorría el camino desde su casa extramuros de la Arrotxapea, al pie de las murallas y con la humedad del invierno del río Arga, a sus clases de electrónica con los padres Salesianos.


A cada paso balbuceaba sus locuras, que se convertían en gracias para los demás y mientras, llamaba Crótalo a todo lo que se le cruzaba, le gustaba jugar con las palabras y soñaba por las noches en subirse a un escenario para montar una banda de música festera en la que pudiese vomitar todo lo que llevaba dentro.


Juan Antonio Castillo nació el en el seno de una familia acomodada de Córdoba en 1966, siempre fue intrépido y movido, apenas su familia podía dominar el carácter indómito y rebelde de su hijo. En la adolescencia se escapaba de un mundo que no entendía y al que volvía repleto de historias que contar entre kalimotxos con vino bueno y muchas risas. Siempre le gustó estudiar y se licenció en la Escuela de Arte Dramático de Códoba. Pero su espíritu inquieto le movía de un lado para otro y en su Córdoba natal.


Inicios artísticos


Marco Antonio no paraba, escuchaba la radio a escondidas y buscaba radios piratas o libres en el dial, como Radio Paraiso de Pamplona, donde programaban aquellas canciones que no podía oír en otros sitios. Con el cierre de esa radio y la ayuda de un amigo de estudios de Salesianos se instaló, con parte de los elementos de Radio Paraiso, una radio pirata en casa,  en la que ponía cualquier disco cañero que caía en sus manos, hablaba de fanzines y soltaba su filosofía de vida y muerte a todos los desgarramantas y chorbillos, como el les llamaba, que le escuchaban.


La confluencia al mismo bar TTutt de Irueñea, las cervezas, la amistad con Jimmy, las borracheras y las ganas locas de ser un cantante le llevó a formar Tijuana in Blue en 1985 con otros cinco amigos, con una mezcla mixta de gente fija y algunos que entraban y salían, al igual que el gusto por lo mexicano, el punk, los Clash y la teatralidad de la puesta en escena.


Por su parte Juan Antonio Castillo comenzó como cantante de iglesia en grupo de niños parroquianos, donde ejercita su voz y su pillería. Juan Antonio era un tipo único, todo lo que tocaba, pensaba y hacía, parecía tocado con una magia muy personal y original. Muy pronto entró en contacto con la movida de Córdoba y formó parte del grupo cordobés "Sobre un Tejado" junto con Javier Montijano, el compositor del grupo y Pancho Brañas.


El 17 de abril de 1986 nace Pabellón Psiquiátrico, cinco chavales que ya tocaban en otras formaciones para experimentar. Se presentan a un concurso que como premio tiene la grabación de una maqueta y quedan los últimos. En febrero de 1987 consiguen grabar su primera maqueta y la llevaron a Madrid en busca de discográfica, desde ese momento, y durante seis años, grabaron cuatro discos y varios recopilatorios.


Eskroto y Patuchas, dos motes sin nombre

Era lo normal en un grupo, a nadie se le podía llamar por su nombre si se le podía definir mucho mejor con un apodo. A Marco Antonio desde pequeño le pusieron muchos, el de Eskroto, le llegó por la afición de su juventud que hemos comentado antes de denominarlo todo con la palabra "crótalo" que es la víbora más grande del mundo. Así le quiso llamar a su radio pirata, según sus propias palabras, Radio Krótalo, pero por darle un poco más, Radio es Krótalo, Radio Eskrótalo y así hasta que al final su mote quedó como Eskroto.

Patuchas había sido el nombre de guerra de Juan Antonio como vocalista del grupo Pabellón Psiquiátrico, un mote que le venía desde pequeño. Todos sus amigos de Córdoba le conocían como Patuchas o el Patuchas.


El boom en sus grupos



Tijuana in Blue salió a escena con lo justo, sabiendo tocar poco, pero con unas historias que enlazaban muy bien con la generación hastiada a la que pertenecían. La caja con botellas de vino clarete no faltaba en el escenario para que cualquiera se pusiera a tono. Los conciertos eran un puro desfase de alcohol, drogas y puesta en escena.



Se estrenaron en 1986 con un primer disco compartido con Potato que grabaron precipitadamente y con una mezcla de estilos y rupturas propios del que empieza, de ahí salieron joyas como Tijuana in Blue, Una de piratas, Rebelion medieval y el célebre Bebe y olvídalo. Desde este momento comienza su relación con el dibujante aragonés Azagra que les realiza un póster del grupo para el disco y ellos le dedican la canción Vidas ejemplares.











Dos años después sacaban su primer disco en solitario "A bocajarro" con una portada llena de aires mexicanos y las canciones de Maki Navaja y su himno Urroztarra, desvelan ya una mayor experiencia musical del grupo.





En 1989 ¡Sopla, sopla!, un mini-lp al que vuelven convertidos en piratas y con una banda totalmente nueva en la que sólo quedan Eskroto y Jimmy, destaca La lucha final, Trato ovejatorio, la letra que más le gustaba a Eskroto, y otras canciones principalmente de la cara A.





En 1990 irrumpen con Sembrando el pánico que con la producción de Alfredo Piedrafita de Barricada ganan en contundencia sus guitarras y destacan Sherpa ¿dónde estás?, Sírvela de nuevo Patxi, El golpe, un homenaje a los Clash, y la premonitoria ¡Qué solos se quedan los muertos! con versos de Bécquer, después llegaron las distensiones en la banda y este disco se convirtió en el último disco de Eskroto como Tijuana in Blue. Lo que mejor reflejaba a la banda era su espíritu combativo y a la vez fiestero.









Los Pabellón Psiquiátrico salen a la calle con "La primera en la frente" en octubre de 1987, un gran disco cargado de cachondeo en G de gilipollas, canciones de borrachera como Inmaculada o La flauta de Bartolo, algo de punk en ¡Guarra!¡Foca! o alguna joya como Emilio "el pocero". Canciones como Inmaculada o La flauta de Bartolo traspasaron las fronteras y siempre quedaran, al igual que la primera portada de su disco en la que provocaba a todo el mundo fingiendo su propio suicidio con su cabeza desparramada por todas las baldosas de un baño.Su punzado humor e ironía se transformaban en letras de canciones y en estribillos que todos acabábamos repitiendo desde la esquina de un bar y con un vaso de cerveza en la mano.











A su sorpresivo comienzo le sigue en diciembre de 1988 "Somos dos lactantes" un disco que despista con alguna canción al estilo del anterior En una tienda de campaña o El poder del webo y joyas como Marioneta o Ron, y un Patuchas con un look de cabeza rapada, gafas y medio bigote.





En 1990 "Tongo Banana" el grupo se pierde y parece no encontrar su sitio, canciones pesadas y sólo una canción como Boqueron o No me llores que se salvan del resto.





En su último disco, Pabellón Psiquiátrico en 1991, se vuelve a repetir la pérdida de rumbo del grupo.



Patuchas se reía de todo y de todos, desde de los Hombres G hasta de las canciones populares llenas de elefantes y de piratas. Su éxito siempre fue relativo, nunca de masas, pero sí de casetes que se grababan una y otra vez con sus mejores canciones. No obstante con el primer disco rozaron el éxito y principalmente en Argentina, donde ocuparon los primeros puestos de ventas y en septiembre de 1988 realizaron una gira por el país. Nunca dejó de escribir cuentos, poemas y hasta obras de teatro, y también colaboró con múltiples artistas de la movida cordobesa. Sus grandes canciones se encuentran en los dos primeros discos, pero siempre se encuentra alguna perla perdida entre sus canciones. Era un cantautor rockero irónico.


Canciones de piratas y ron

Ambos dos personajes coincidieron en el ron como elemento común para sus canciones, lo tocaron de diferente forma pero con un regusto muy común. Os dejo con las dos versiones que le dedicaron al líquido elemento Eskroto y Patuchas.

Aquí los Tijuana in Blue con Una de Piratas



Aquí los Pabellón Psiquiátrico con Ron




Eskroto y Patuchas, dos vidas y un mismo final / Parte II
Eskroto y Patuchas, dos vidas y un mismo final / Parte III

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