jueves, 28 de febrero de 2013

La ausencia de tu presencia



Tal día como ayer Elena se marchó, o tal vez se la llevaron. Una grave enfermedad la arrastró al adiós. Tenía 21 años y poco más en sus bolsillos. Le sobraba alegría detrás de sus grandes ojos marrones que se achinaban cuando se le subían sus pómulos fruto de su gran sonrisa. Sólo me dio cariño y a veces tengo dudas de si se lo devolví en la misma medida. Era mi amiga, de la que sabía poco, pero no necesitaba conocer mucho más, su presencia nos lo daba todo, tranquilidad, calma y una sonrisa que nos regalaba cada vez que la veíamos.


Llevo 21 años echándola de menos, los mismos que vivió, los mismos que mal viven en mi cabeza. Tu vida fue tan breve, y tu ausencia, tan larga. Algunos dicen que todo desaparece, como el agua en la arena de la playa que no deja huella. Ellos no te han conocido, ni te han vivido, y es que el agua si deja huella en la arena y en las rocas, sólo hay que saber mirar. En mi la dejaste en los apenas tres años que te pude conocer. No fue cuestión de tiempo, fue lo que tú tenías dentro, tu humanidad lo que se me impregnó.


Tal día como ayer, te marchaste, sin decir adiós, pero tampoco lo necesitabas. Desde antes ya te habías quedado con parte de mi corazón y eso no se puede borrar, ni la ausencia, ni la vida lo podrán borrar. Cuando la vida te da la oportunidad de cruzarte con alguien como tú en el camino, sólo se puede dar gracias y saber que lo que guarda uno dentro vale mucho. Tu reecuerdo no me causa esfuerzo, ni tampoco dolor, tan sólo rabia por su brevedad. Si cierro los ojos todavía te veo, con tu pelo liso, con tus pecas, tu palestino al cuello, tus vaqueros y con tu sonrisa al vernos llegar a Ana y a mi. Y si te recuerdo así, es porque todavía estás ahí. Te queremos Elena, nunca olvidaremos a nuestra chica de la parada del autobús.

miércoles, 27 de febrero de 2013

Naming cañí II: de La Niña del Columpio a la Niña de la Alfalfa



Continuamos con la saga de los nombres curiosos de cantaores o guitarristas flamencos. Toda esta entrega no es más que un pequeño grupo de todos los que hay con motes o apodos muy curiosos.



La Niña del Columpio
Inés Ortega Ripoll, fue una cantaora y bailaora gitana, que se le conoció con el nombre artístico de La Niña del Columpio, y la única que en su tiempo pudo competir con La Niña de los Peines. Nació en Cádiz en 1892 y murió en el mismo Cádiz en 1956. Era hija del cantaor y torero Sebastián Ortega Feria "Chano". Con poco más de un año quedó huérfana de madre y también muy pronto de padre. La crío su tía, la "Señá Gabriela", cantaora y bailaora gaditana. Debía el nombre del Columpio a un cante que interpretaba por estilo de Bambera y que fue muy popular, y que decía así: "Cuando me subo al columpio / la sangre se me precipita / y si me empujan con fuerza / me entra la muerte chiquita".



Aquí podéis escuchar el conocido como "cante del columpio o de mecedor" y también como "bamberas", aunque en voz de Tina Pavón


El Ciego de la Playa
Francisco Giménez Belmonte, cantaor flamenco, tocaor y trovero payo, nació en Almería en 1864 y murió en la misma ciudad natal en 1925, a causa de una diabetes. Ha sido conocido en el mundo del flamenco con el nombre artístico de El Ciego de la Playa, aunque algunos autores se han referido a él como Frasquito Segura, el Ciego. Fue el mayor de tres hermanos. Pasó sus infancia y juventud en la calle de Pescadores del antiguo barrio de Las Almadrabillas de Almería. Sufrió una diabetes que le provocó la ceguera en la juventud, y desde entonces se ganó la vida tocando y cantando por calles, plazas, barberías y cafés de Almería.



En 2011 su vida inspiró el espectáculo de danza "Cierra los ojos y mírame" interpretado por la Compañía de José Galán y Danza Mobile.


El Pena padre, el Pena hijo y la Dientúa
Sebastián Muñoz Beigveder, cantaor payo, más conocido en el mundo del cante flamenco con el nombre artístico de El Pena Padre, era muy apreciado por su forma de decir el cante con mucha dulzura y mucho arte, creando una escuela propia. Nació en Alora, Málaga en 1876 y murió en Málaga en 1956. Padre de Pena hijo y primo de Diego "el Perote". Creó sus propias malagueñas y algunos cantes de ida y vuelta, ya que hizo su servicio militar en Cuba, dándoles un estilo tan personal que nadie le pudo igualar.





José Muñoz Martín, fue un cantaor payo, hijo de El Pena Padre y de la bailaora Carmen Martín Postigos, La Dientúa, se le conoció con el Pena Hijo. Nació en Málaga en 1900 y murió en Mendoza (Argentiana) en 1969. Realizó varias giras de Ópera flamenca, con Vedrines, antes de exiliarse en América en 1937, donde continuó su vida artística. Grabó bastantes discos y se hizo famoso por su forma de interpretar las canciones.


El Tuerto de Graná
Nicolás Martínez García, cantaor flamenco, más conocido en la historia del arte del cante flamenco con el nombre artístico de El Tuerto de Graná, nació en Granada en 1894 y murió en la misma ciudad en 1954, era uno de los cantaores más completos y extensos de su época, conociéndosele todos los esitlos. Tenía su punto de parada en la taberna de Pepe, que estaba en la esquina de la calle Coches y San Matías. Nicolás aparecía siempre andando muy deprisa, con su ojo vaciado y un tic nervioso muy acentuado en la cara. Siempre con su guitarra colgada del brazo, ya que él mismo se acompañaba cuando cantaba; fue imprescindible en todas las fiestas desde comienzos de 1900 hasta 1954 en que murió.



Como guitarrista acompañante de los cantaores de aquel tiempo, era el preferido de Frasquito Yerbabuena, quien lo llevaba a las largas jornadas de cante con sus amigos, aunque también se hizo acompañar por Miguel López, "El Santo", apodo que le puso Frasquito por lo buena gente que era. Los últimos tiempos del cantaor, ya alejado del arte, fueron muy duros y difíciles, quien tuvo que aceptar una plaza de sereno vigilante de los barrios, al no tener ya su voz ronca, cascada flamenquísima. Al igual que Frasquito, Niña Salinas y María la "Gazpacha" ganadores de un premio de quinientas pesetas, así como Concha Sierra y La Goyita, con un premio de ciento veinticinco pesetas, en el concurso de 1922, no dejaron ninguna grabación para poder haber apreciado su arte.


La Pirula y La Repompa
Dolores Campos Nieto, cantaora gitana, más conocida en la historia del arte del cante flamenco con el nombre artístico de La Pirula, nació en Málaga en el año de 1915, y murió en su ciudad natal de Málaga en el año de 1948. Hermana del famoso y gran cantaor Manolete y madre de la famosísima cantaora La Cañeta. Su trayectoria artística se proyecto principalmente en su ciudad natal, acompañada a la guitarra generalmente por Cañestro o El Calderero, y se le considera una autentica creadora, especialmente de los tangos de Málaga, estilo que dominaba y que dio lugar a la recreación que hizo de ellos su discípula La Repompa.





Enriqueta de la Santísima Trinidad de los Reyes Porras, cantaora gitana, una de las más celebre de la mejor época del flamenco, más conocida con el nombre artístico de La Repompa de Málaga, nació en la calle de La Puente del barrio del Perchel, de Málaga, el 16 de agosto de 1937, y murió muy joven tan solo contaba 21 años, el 6 de mayo de 1959, en su localidad de Málaga. De pequeña ya dejaba patente su gran vocación por el cante escapándose de casa para ir a cantar por las tabernas y bodegones del Perchel y La Trinidad. Era discípula directa de La Pirula. Os dejo también con una versión de Las Migas de tangos de la Repompa.


Paco el de la Petaca
Francisco Gutiérrez Dávila, cantaor extremeño, más conocido como Paco el de la Petaca. Nació en Miajadas, Cáceres, en 1942, aunque la mayor parte de su vida ha discurrido en Madrid y Sevilla. Desde niño escucha los cantes antiguos gracias a la afición de su padre. Gusta de los cantes viejos trianeros y de los cantes por soleá y siguiriyas. Su filosofía del cante se basa en la frase del Tío Juan Talega, un viejo cantaor gitano, que le decía: Se equivocan los que quieren llevá ar cante por las ramas. Er cante hay que jacerlo ajondando pa las raíces. Porque las ramas se acaban pronto y er viento las quiebra; pero las raíces no tienen fondo.


Pies de Plomo
Manuel Giorgio Gutiérrez, cantaor gitano, más conocido en el mundo del cante flamenco con el nombre artístico de Pies de Plomo, nació en Sevilla en el año de 1924. Verdaderamente nunca ha actuado en ninguna actividad profesional, siendo un gran cantaor, muy querido por toda la afición que le ha escuchado, por su cante puramente gitanos de mucha inspiración en todo su arte.



Ha estado siempre dedicado toda su vida a los cantes de su tierra de Sevilla. Se casó con Tomasa, una gran cantaora, la hija de Pepe Torre, hermano de Manuel Torre, y del matrimonio nació el gran cantaor José de la Tomasa. Pies de Plomo en los cantes de Triana es realmente donde se encuentra más a gusto. Es un perfecto cantaor con mucho arte.


La Niña de la Alfalfa
Rocío Vega Farfán, popular cantaora de flamenco y de saetas nacida en Santiponce en el año 1901 y apodada La Niña de la Alfalfa. Aunque no nació en Sevilla, desde niña vivió en la calle Boteros, en el Barrio de la Alfalfa de esta ciudad. De ahí le viene su nombre popular y artístico, desde que en sus primeros tiempos el periodista Galerín al escribir un artículo sobre ella tras haberla escuchado cantar, y no saber su nombre real la llamó la Niña de la Alfalfa. Con 15 años padeció una grave enfermedad en la laringe que casi le cuesta la pérdida de la voz. Su curación inesperada siempre pensó que era una gracia especial de la Virgen de la Estrella, a la que tenía especial devoción.



Fue cantante de zarzuela y de ópera, destacando más adelante como intérprete de algunos cantes flamencos, y entre ellos la saeta. Fue tal su valía que llegó a competir con algunos de los más importantes especialistas de la Semana Santa sevillana y de otras localidades de Andalucía.


Un momento trascendental en su carrera lo vivió un Jueves Santo cantando desde el balcón del Círculo de Labradores, a la Virgen de la Victoria, de la Hermandad de las Cigarreras. En esa ocasión el rey Alfonso XIII que presidía el paso de la virgen quedó tan prendado de su actuación que al acabar solicitó que le fuera presentada la intérprete. Como consecuencia de dicha entrevista el Círculo le proporcionó una decidida proteccion, facilitándole una beca de estudios de canto en Madrid. Por su parte, el monarca firmó un valioso documento por el que quedaba proclamada como "Reina de la Saeta". Rocío Vega, la Niña de la Alfalfa, murió en Sevilla el 16 de julio de 1975.

Naming cañí I: de Pepe el Culata a Porrina de Badajoz

martes, 26 de febrero de 2013

Naming cañí I: de Pepe el Culata a Porrina de Badajoz



No hay nada más auténticamente cañí y typical spanish que los nombres que se ponen muchos de los cantaores flamencos. La mayoría de ellos nacen de vivencias y de motes, pero cuando los oyes no puedes evitar cierta extrañeza frente al artista que se esconde dentro. Mi tío Gaude, hombre sagaz y divertido, mencionaba con gracia al final del algún chascarrillo a Pepe el Culata y Porrina de Badajoz. Yo en mi ignorante juventud y madurez, me creía que eran nombres que habían salido de su gracejo natural, hasta que un día descubrí, que existían de verdad. Vaya en homenaje a mi tío esta recopilación de artistas cuyos nombres les superan, son los reyes del naming cañí.


Pepe el Culata
José Bermúdez Vega. Triana (Sevilla), 1911 -Madrid, 1978. Cantaor. Miembro de familia gitana y trianera que dio figuras del cante y de los toros, entre sus antecesores se cuenta al cantaor Curro Puya. Con voz de prodigiosa dulzura, su cante era de una rara belleza, un verdadero maestro del buen gusto, de quien sin embargo no estaba ausente el quejío.



La etapa de madurez de su vida y de su arte (1957 – 1975) se desarrolló en el llamado cuadro "grande" del tablao Zambra. Según José Antonio Blázquez, "su voz gitanísima, buscando sonidos gratos, melodiosos, se hizo breve, pequeña; se quebrantó mimosa en un eco dulcísimo; encontró en los registros chaconianos su mejor cauce para ser -la imperiosa llamada de la sangre- un estilete, artista de bronce, veleta orientadora de mil caminos. Pepe el Culata fue un fabuloso cantaor".


Porrina de Badajoz
José Salazar Molina (Badajoz; 1924 - Madrid; 1977). Cantaor. Porrina consiguió el éxito a los 28 años por las condiciones excepcionales de su voz: velocidad, limpieza, seguridad, musicalidad y eco flamenco, que lo hacían sonar distinto a los demás cantaores. Además, destacó la fuerte personalidad del cantaor y su intuición e inteligencia para fabricarse todo un marketing con su vestuario, gafas y clavel, que lo hacían reconocible e inconfundible.



Cada año en Semana Santa, cuando salía en procesión la Virgen de la Soledad (Patrona de Badajoz), Porrina se acercaba para cantarle a su patrona.
Hoy en día la ciudad de Badajoz lo recuerda en un monumento situado en la plaza de la Soledad, próxima a la Plaza Alta.


Pepe Pucherete
José Antonio Pérez Prada, guitarrista de flamenco, más conocido en el mundo entero de la historia de la guitarra flamenca con el nombre artístico de Pepe Pucherete, nació en Linares (Jaén) el día 15 de noviembre del año de 1948. Nieto de Pucherete El Viejo e hijo de Antonio Pérez Piernas y señero continuador de la dinastía de los Pucheretes. Su trayectoria artística se ha desarrollado en los tablaos madrileños Las Brujas, Torres Bermejas, El Arco de Cuchilleros y El Corral de La Pacheca. Con diversos elencos flamencos ha actuado en Francia, Japón y Venezuela.



En el año 1967 marcha con su padre a Paris; actúa con él en el teatro Chatelet, en la compañía de Luís Mariano, a la par que perfeccionaba sus conocimientos de guitarra, los que en dos años le hacen un tocaor entero, por lo que en 1969 se encuadra en el espectáculo de Paco Lucio, realizando un amplio recorrido durante ese año y el siguiente por Líbano, Egipto, Siria, Tahilandia y Japón, abandonando el elenco en Singapur por su incorporación al servicio militar, el que realiza en Madrid y, una vez pasado el periodo de instrucción, comienza a trabajar en el tablao del Arco de Cuchilleros. En la actualidad es uno de los componentes del grupo Quejíos.


Manuel Cagancho, Chichorro y su nieto el Tragapanes
Manuel Rodríguez García, cantaor de la más pura raza gitana, más conocido por Manuel Cagancho, nació en el barrio de Triana (Sevilla) en el año 1846 y murió en su Triana haya por el principio del siglo XX, sin embargo se desconoce su fecha de fallecimiento, Forma parte de la revolución de los cantes Trianeros, junto a los Pelaos o de Frasco el Colorao.



José Rodríguez Lara, cantaor gitano, más conocido en el mundo del cante flamenco con el nombre artístico de Tragapanes, nació en Sevilla en el barrio de Triana en el 1909 y murió en Sevilla en 1991 Era su abuelo paterno Manuel Cagancho y su abuelo materno el torero José Lara Jiménez "Chichorro". Este torero tuvo la virtud de ser el primero que cortó una oreja en Madrid en 1876.


Capullo de Jerez
Miguel Flores, "El Capullo de Jerez", nació el 3 de abril de 1954 en el Barrio de Santiago, Jerez de la Frontera. A los pocos años, su familia se trasladó al barrio de La Asunción, donde también vivían Tío Borrico, El Terremoto, Paco Laberinto o La Paquera. El que más le marcó de todo aquel plantel de figuras fue Fernando Terremoto. Miguel, de niño, visitaba su casa a diario: "En una ocasión, fueron a aquella casa Antonio Mairena y sus hermanos Curro y Manuel", recuerda, "Fernando hizo una seguiriya y se pusieron a llorar los tres".



Despuntó en los "Jueves Flamencos" que organizaba el tocaor Manuel Morao. Pocos flamencos están tan pasados de compás como El Capullo y tienen esa capacidad natural para cuadrar los tercios.
El único cantaor profesional de su familia es él, pero sus dos hermanas y sus tres hermanos bailan. Todos lo han mamado de su madre, Isabel "La Moza".


Churrurú
Antonio Sánchez Rodríguez, más conocido como Churrurú. Cantaor profesional nacido en San Fernando el 1 de Julio de 1907. Se fue a La Línea de la Concepción, donde se afincó a finales de los 40. Murió en La Línea en 1982. Tenía un estilo muy personal y dominaba casi todos los palos del cante, sobresaliendo por siguiriyas, saeta, tangos y cantiñas, que las bordaba. Desde muy joven empezó a cantar buscándose la vida en los bares de la ciudad. En los años cuarenta actuó con el bailaor Fernando Torres y el guitarrista Antonio Pavón. De su magisterio aprendieron algunos aficionados de la comarca, entre ellos El Terry de La Línea. También chaleco en una época antes de irse a Madrid hacía las cantiñas festeras de Churrurú. Sobre el año sesenta y ocho trabajaba en la sala de fiestas Berrenchina junto con Brillantila, El Córdoba, Antonio Madreles, La coreana y El Quino. En el año setenta y tres el rey Hassan II de Marruecos celebra fiesta en Rabat, donde acudieron Joaquín Jarrito, Churrurú, Antonio Córdoba, Antonio Perea, y las bailaoras La chata y su y hermana Anita.


El Borrico, El Cabrero y El Canario
Gregorio Manuel Fernández Vargas. Jerez de la Frontera (Cádiz), 1910 - 1983. Cantaor llamado "El Borrico". Perteneció a una importante familia gitana y flamenca, procedente del frondoso árbol de Paco la Luz. Su padre El Tati fue cantaor, igual que su tío Juanichi el Manijero, padre a su vez de Parrilla el Viejo. Con una voz bronca, agreste, de rajo muy flamenco, la fama le llegó ya en su etapa de madurez, alcanzando a participar en algunos festivales flamencos.



Sus últimos años fueron difíciles, aquejado por la enfermedad y la penuria económica, pues apenas le ofrecían actuaciones. Decía que el cante había nacido del vientre de las madres. En otra pronunció esta sentencia: "El cante de antes era cortito, cortito. Y el cante de ahora es largo como la cola de un pandero. Y el cante es como es, joé, ná más. Sin quitarle ni ponerle ná." Su hija María la Burra fue una excelente continuadora de su escuela cantaora.


José Domínguez Muñoz, más conocido como El Cabrero, es un cantaor flamenco nacido en Aznalcóllar, provincia de Sevilla, en 1944 aunque su madre, Carmen Muñoz Frías es oriunda de El Casar de Escalona, provincia de Toledo y su padre José Domínguez Márquez, de Alájar (Huelva). Desde su infancia se dedicó al pastoreo de cabras, oficio que sigue ejerciendo a pesar de ser una de las figuras del flamenco más solicitadas en festivales y eventos relacionados con esta música. Comienza su andadura artística en 1972, con La Cuadra, de Sevilla, realizando una gira por España y diversos países europeos. El éxito es tal que realiza una nueva gira, ahora en solitario, debutando en el Théâtre de l'Atelier de Ginebra, en el mes de marzo de 1973.



Graba su primer disco en 1975. Cinco años más tarde gana dos Premios Nacionales en el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba. En los 90 participa en festivales donde comparte cartel con músicos como Gilberto Gil o Chick Corea. En el ámbito político, se define como libertario. Colaboró con el militante independentista y andalucista de Izquierda Unida Juan Manuel Sánchez Gordillo, parlamentario andaluz por Sevilla, y desde los años 70 ininterrumpidamente con el movimiento anarquista y con la Confederación Nacional del Trabajo (CNT-AIT) organización a la cual perteneció.
En 2012, emprende una gira para festejar sus 40 años de carrera musical.



Juan Reyes Osuna, nació en Álora, Málaga, en 1855 y falleció en Sevilla en 1885. Joven, con sólo 30 años, moría en el siglo pasado, Juan Reyes Osuna, cantaor conocido como El Canario que pese a su juventud ya tenía un prestigio comparable al de los mejores cantaores de su época. Molofino, como lo llamaban en Álora, su tierra natal, se había presentado en Sevilla en 1884, donde pasó desapercibido. Al año siguiente, otra vez en Sevilla y con ciertas modificaciones en su cante, su éxito fue absoluto. Sobre la muerte del Canario existen varias versiones: una apunta a cierto romance con la Rubia de Málaga, cantaora también, que no acababa de gustar al padre de ésta; otra versión más reciente y fundamentada habla de rivalidades y celos profesionales entre estos dos artistas que se repartían el favor del público, y que cada uno pretendía para sí.



Sea como fuere, la fatídica noche del 12 de Agosto de 1885, El Canario y La Rubia habían actuado en el mismo escenario del Café del Burrero, ubicado junto al puente de Triana. Después de la función, y tras un altercado con el padre de la cantaora, los dos hombres, como era costumbre en aquellos tiempos salieron al exterior, cuchillo en mano, a pedirse explicaciones el uno al otro. La madrugada sevillana se tiñó de sangre, y el cantaor malagueño cayó al suelo con el corazón partido por una certera cuchillada, truncada su vida y una carrera como cantaor que se prometía venturosa.

Naming cañí II: de La Niña del Columpio a la Niña de la Alfalfa

lunes, 25 de febrero de 2013

Bendecida



"Bendeciré las casas en que la imagen de mi corazón sea expuesta y honrada. Las personas que propaguen esta devoción tendrán escrito su nombre en mi corazón y jamás será borrado de él".
Así rezan las puertas de muchos pueblos. Sobre sus tinturas y maderas viejas, vetustas placas de chapas con óxido por todos los lados esperan al visitante a la altura de los ojos y le infunden el mensaje viral que podría formar parte de cualquier campaña en las redes sociales basándose en el compartir.


Algunas muestran su corazoncito sucio de pintura marrón. Descuidado pincel o brocha del morador qeu no tuvo piedad con los bordes de la pieza esmaltada. Aún así el sagrado corazón permanece aguantando el paso del tiempo, las húmedas aguas, el frío helador del invierno, el sol que quema del duro agosto o las travesuras de los infantes.


Aguantan su destino en silencio, de callada manera. Aguantan al igual que la puerta que los sustenta. Ambos se arrugan y se ajan, se resecan y avejentan a la vez, como dos amigos que se aguantan de toda la vida aunque no se hablen y cada uno lleve su vida propia.


El primer día las placas lucían fulgentes y lustrosas, después de cuatro manos de barniz y viendo crecer a media familia, su aspecto se va deteriorando, sus esquinas se rompen, los clavos son herrumbre y las manchas de barniz crean un marco que poco a poco va ocultando el corazón entre las vetas de la madera.


Otras incluyen nuevos mensajes: ¡Viva Cristo Rey! No es decente quien blasfema. Ante todo que quede claro que en esa casa lo más fuerte que se dice es jolines o cáspita, y aquel que no lo cumpliese, se mustiará y amarilleará igual que la placa que defiende la cancela.


El paso del tiempo es evidente, y algunas placas del sagrado corazón sufren extraños procesos de decapitación, una extraña mancha azul que parece nacer desde su interior ha ganado terreno poco a poco, eliminando Cristo y mensaje, tan sólo queda su forma troquelada y cuatro clavos que aguantan firmes entre la suciedad que se adosa a la puerta día a día.


Otras se enmarcan entre viejas tachuelas y clavos que todavía permanecen en la puerta. Antiguos los dos, el paso del tiempo los ha abandonado sobre portones que en otro tiempo entendían el mundo de una forma muy diferente. Hoy quedan como prueba del paso del tiempo, si alguien los ve que comparta el mensaje y será bendecido, o al menos eso dicen.


Como banda sonora, Bendecida de Héroes del Silencio, en sus versiones I, II:



Y aquí la bendecida III, "la chispa adecuada":




viernes, 22 de febrero de 2013

Dimentir y dimitir, la otra dimensión



Cuando uno ya piensa que es muy difícil ir a peor, se le ocurre poner el telediario y se da cuenta, de que ciertamente, cualquier cosa es fácil de ser superada. Vivimos en una sociedad en la que ya difícilmente la palabra respeto y la seriedad son conceptos que van más allá de la definición de su diccionario. Nadie dice la verdad, todos mienten, mienten con alevosía, y luego quieren que les creamos en el resto de lo que dicen. Jamás creeré a un mentiroso, y nuestros políticos no hacen otra cosa que dimentir y dimentir.


Cospedal sale un día y dice que Bárcenas no está en el PP desde el 2009, Montoro lo confirma, Rajoy lo agradece y el resto del coro popular lo vocea por todos los lados. Por un segundo, pensamos que al menos tuvieron algo de decencia y se dieron cuenta de lo que había aunque callaron, pero luego vienen los periódicos y nos demuestran que tan sólo hace un mes que Bárcenas abandonó el PP. Las mentiras de los políticos que nos gobiernan están grabadas, pero nadie da la cara, todos callan y le dicen a nuestra sociedad corrupta que mentir es la solución de tapar los problemas. Dimitir nunca.


En todo este barullo, llega el papa Ratzinger y del día a la mañana dice que se va, que dimite, que está muy mayor y muy cansado. Cuando uno lo oye, se mete el dedo en el oído y se rasca con fuerza por si no lo ha oído bien. Al minuto comprueba que es verdad, que hay alguien que es capaz de dimitir sin que haya saltado alguna acusación con anterioridad.


Aun así, ahora empiezan a salir noticias en algún periódico italiano, que hablan de sexo y corrupción como las causas de la dimisión del Papa. Según el diario italiano La Reppublica, Benedicto XVI, habría mandado realizar un informe a raíz del escándalo "Vatileaks" alrededor de la observación del sexto y del séptimo mandamiento, referente a una investigación previa de una red de organización de encuentros homosexuales y prostitución en el Vaticano. Una dimisión que nos lleva a otra dimensión.


Lejos queda aquel discurso en el que Adolfo Suárez, tocado tras una moción de censura en 1980 por el PSOE y con luchas intestinas dentro de su partido, le llevaron a presentar su dimisión el 29 de enero de 1981, aparentemente sin ningún escándalo y tal vez sólo presionado por los militares como lo reflejaba su frase en el discurso: "Yo no quiero que el sistema democrático de convivencia sea, una vez más, un paréntesis en la Historia de España". Curiosamente con su sucesor Leopoldo Calvo-Sotelo se realizó el golpe de estado de Tejero.


Pero fuera la causa que fuera, nada tenía que ver con la mala gestión, la corrupción o la falta de ética. Suárez era un político que daba la cara, decía lo que podía decir y no se escondía detrás de mentiras para tapar otras más gordas. Una crisis de poder interna que le llevo a dimitir, algo que han olvidado nuestros políticos, que anteponen la mentira a la verdad como argumento político.


Nuestra monarquía tampoco es un ejemplo de ética y moralidad. Un rey que se va a cazar elefantes, invitado por particulares y que por una mala pata, del día a la mañana, todos los españoles nos enteramos de la vida licenciosa de un rey que muchos tomaban como ejemplo. Ni que decir tiene la problemática del marido de su hija, y su promesa de que la justicia es igual para todos. Al final el tiempo nos demuestra que tenemos una monarquía que también ha tomado la mentira como camino antes que dar la cara, y por supuesto, nada de dimitir o abdicar.


Poco ejemplo toma de la reina Beatriz de Holanda, que sin que nadie la obligue y a punto de cumplir 75 años dimite en favor de su hijo Guillermo. Y ciertamente, es toda una noticia que alguien, sin que le obliguen deje el poder. Lo más natural se convierte en una conducta extraña y noticiable. Vivimos la dimensión del mundo al revés.


Y entre dimentir y dimitir, todos optan por lo primero, las mujeres son capaces de volverse tontas e ignorantes ante la supuesta corrupción de sus maridos, nada sabían ni nada conocían. Así Ana Mato, ni preguntaba de donde salían los coches ni las pomposas fiestas de cumpleaños y comunión de sus hijas; idéntico caso que le pasa a la mujer de Bárcenas o a la propia infanta con Urdangarín. El caso es seguir en el poder y no ser coherente con el respeto que nos deben a los ciudadanos.


Lejos queda el sabio mensaje que la revista Hermano Lobo comunicaba en noviembre de 1974, "dimite y vencerás", decían, y no les faltaba razón. Toda una lástima que en el siglo XXI ese mensaje haya cambiado por el de "Miente y vencerás", ya que por suerte siempre hay alguien que es capaz de creer antes una mentira que una verdad. Y es que ni dimitir es un nombre ruso, ni cesar es un nombre romano. Nuestros políticos viven en otra dimensión y nosotros en otra.

jueves, 21 de febrero de 2013

Vacabulario 008: Tarambán



Tarambán: com. fam. coloq. Persona alocada, de poco asiento y juicio. Persona de poca sensatez. U. t. c. adj. También úsase tarambana más frecuentemente. Bala perdida, casquivano, ligero, irreflexivo, inconsciente, irresponsable, insensato, informal y cantamañanas por excelencia. De naturaleza inquieta los tarambanes siempre están pensando como liarla, de una forma consciente o inconsciente, pero lo que si es seguro, es que al final la lían parda.


Uno de los más famosos tarambanes de la historia es el Luisma de la serie Aida, siempre con humor pero no hay movida en la que no esté presente y si no la hay la encuentra. Por norma general las movidas empiezan con risas y terminan con muchas más.


El inventor de la palabra tarambán, nació en Izco y luego residió en Leache, se llamaba Lucio, su recorrido diario era de su casa a su huerta y cobertizo que estaba a la fenomenal distancia de cinco metros. Era en ese trayecto en el que yo frecuentemente me cruzaba con él, y no era raro el día en que me pillaba intentando hacer alguna. Me miraba con su ritmo pausado y decía: "jodido tarambán".


Lo malo es que con mis hábitos lo tenía que repetir tan frecuentemente que hasta el mismo temblaba cada vez que le tocaba hacer su recorrido diario. Aquel niño creció, pero el tarambán sigue vivo.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Dibujos de bachillerato



Trasteando entre los papeles viejos que todavía quedan por casa de mis padres, en unas cajas olvidadas en un hueco de la buhardilla, me topé con algunos dibujos que no se habían perdido, en el agujero negro de la basura, de las clases de dibujo artístico y técnico del bachillerato en el Instituto Goya, con el polvo y la suciedad impregnando las hojas blancas mal guardadas. Me topé con un salto en el tiempo y al mirarlos, además de tener que retirar mucho polvo, me buscaba entre las líneas que había dejado hace muchos años con el Rotring sobre aquellas hojas de dibujo.


Me hizo mucha gracia recordar este trabajo de ejercicio libre que formaba parte de mis locuras, nos enseñaban a hacer las tangentes y nos proponían unos dibujos obligatorios y otros libres. Con las tangentes yo me volví loco, me encantaban, comenzaba en la esquina superior izquierda y dejaba a fruto del azar el dibujo que venía después, con la incertidumbre de si al final entraría en conexión o no.


Al verlo, me acordaba de lo complicado que era manejar aquellos Rotring que teníamos que rellenar de tinta, y lo mejor era usar aquellos compases con ruleta en medio y que se colocaba el tiralíneas sobre una de las patas del compás, clavabas la aguja sobre el papel y rezabas para que no se moviera mucho el Rotring y conforme intentabas acabar la circunferencia rezabas para que al parar no se quedara un gotón de tinta final. Luego cambiábamos las puntas del Rotring y en fino las líneas que marcaban las tangentes. El trabajo era de 1º de BUP, del grupo F que era el mío.


Otros dibujos de 1º son estos dos dibujos que nos hacían hacer para descubrir la gama de los colores y poder jugar con ellos. Con un patrón un poco retro nos tocaba coger el pincel y las témperas e intentar afinar en lo más posible para que no se saliese de la recta, ya que era obligación tirar de pulso.


Aquí están además de la gama monocromática y complementaria, las gamas cálida y fría. Me hace mucha gracia ver mi letra de entonces y detrás de ella me acuerdo del rotulador verde con la que la escribía y me encanta ese punto y raya para el final de la palabra, no lo he vuelto a usar desde entonces. También podéis ver el sello que nos marcaba la profesora, que creo que era la Grasa, para que no lo volviera a ver el año siguiente en otro alumno.


También nos hacían hacer y probar diferentes técnicas, recuerdo que era de lo que más me gustaba, eso de ir cambiando de una técnica a otra. En este caso tocaba la técnica del puntillismo, la elección del motivo a dibujar era libre y recuerdo que no se solicitaba un dibujo tan currado, pero a mi que me gustaba complicarme la vida, pillé un dibujo de una enciclopedia, un poco tétrico por cierto, y me lié a darle porrazos con los rotuladores al papel para sacar el final el dibujo.


Era todo un placer aporrear el rotulador sobre la hoja de dibujo recordando el cuidado y el mimo que había que tener cuando hacía dibujo técnico, aquí si que no era malo que te cayera un goterón o que no coincidiese con exactitud donde yo quería poner el punto.


Luego recuerdo que ya en 3º cuando me enseñaron a truncar diferentes objetos y a generar sus sombras me volví loco con aquello, hacía ejercicios libres por todos los lados, me encantaba juntar pirámides, cilindros u otros y los combinaba con cubos, esferas o lo más raro que se me ocurriera, para luego averiguar que sombra proyectaban. Increíble el recuerdo de la sombra a 45° y tirar líneas finas una al lado de otra y que quedara el efecto casi milimétrico.


Aquí también otro ejercicio de los que eran buenos, decía así: "hallar la verdadera magnitud de un ortógono irregular que sabemos que se encuentra situado en el plano perpendicular al horizontal y oblícua al plano vertical. Hay queda eso.

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