miércoles, 6 de febrero de 2013

Eskroto y Patuchas, dos vidas y un mismo final / Parte III




Presagio del final



Después de la experiencia de Kojón Prieto y los Huajolotes, Gavilán dejó de volar sobre los escenarios. Se retiró y trabajó como albañil, en la industria o como panadero repartiendo pan por los pueblos. Se reencontró a sí mismo, dejando atrás a Eskroto o al Gavilán para quedarse durante un tiempo con Marco Antonio. Se trasladó a Allo, el pueblo de origen de su familia y desde allí hacía de panadero y seguía disfrutando de la música o del teatro. No le gustaba lo que vivía, pero lo hacía, se adaptó al sistema, era mejor no pensar, desapareció del mundo, no asistió a ningún concierto y se quedó viviendo de sus recuerdos preguntándose como había llegado hasta ese momento con todos los amigos que se habían quedado ya en el camino.



Aquí podéis ver un vídeo de una entrevista que le hicieron a Marco donde repasa con su gracia y humor natural su pasado. Lastima que no queden muchas entrevistas grabadas en vídeo de Eskroto.


Nunca quiso volver a resucitar a Tijuana in Blue que nunca fue lo mismo sin él, hasta que un día por una casualidad en una actuación con sus compañeros de radio de Eguzki Irratia se volvió a reunir Tijuana in Blue, se metió en la bajera y volvió a sentirse vivo, él mismo decía "Hemos tocado el cielo, lo hemos rozado con la yema de los dedos". Tenía una relación amor-odio con su pasado, después de diez años sin haber vuelto a escuchar una canción de Tijuana in Blue y digeridos los sinsabores de la vida de artista, que resumía en una frase "hasta los que han hecho la mili la recuerdan con gusto", al juntarse de nuevo en la bajera, Marco sintió de nuevo ese subidón que necesitaba.


En ese año 2003 volvieron a los escenarios y grabaron su último disco y el primero en directo oficial, Antes de perder el riego, con actuaciones en el Anaitasuna, Huesca y Aoiz, y un DVD del concierto en Razzmatazz de Barcelona.



Se encontraba como un chaval, contento e ilusionado y como él decía con sus whiskises y guarimbas, pero todo ese subidón pronto se mitigó y el cansancio y agotamiento volvieron a su vida. Eskroto se encontraba cansado de tanto concierto y desconcierto. Arriba podéis ver el directo de regreso de Tijuana in Blue en 2003.


Juan Antonio Canta, después de haberse reinventado y creado un puñado de canciones soberbias, plagadas de buenas letras, humor, ironía y un profundo pesimismo que no le abandonaba, ni en la portada del disco, ni en su puesta de escena.



Pero en aquel disco una canción absurda y surrealista sobresalía, "La danza de los 40 limones", canción que se popularizó de forma histriónica en el programa "Esta noche cruzamos el Mississippi". El también cordobés Pepe Navarro lo descubrió en un café en su tierra, lo escuchó y lo fichó para su programa, parecía que por fin tenía un golpe de suerte, pero la historia estaba escrita de otra forma. En medio del plató, con su traje gris oscuro, de corbata y arropado por su guitarra, cantaba la canción una y otra vez, le paraban y arrancaba, arrancaba y le paraban, parecía el payaso triste en medio del circo, al que rodeaban bailarinas de vestidos mínimos y coloridos y humoristas que sólo buscaban la carcajada fácil. Así se quedaba Juan Antonio, como un derrotado que resiste con su guitarra por arma pero alcanzando la popularidad y la fama que siempre se le negó. Aquella imagen de chiste no le gustaba y aquella fama le volvió todavía más hermético, a lo que contribuía un entorno familiar dominado por la tristeza por diversos motivos.



La canción de los 40 limones se convirtió en la canción del verano, hizo más galas que nunca, le etiquetaban como músico con una etiqueta de músico raro, cuando él sólo quería escribir buenas canciones y mejores letras, para explotar su alma de cantautor. Acabado ese verano, Juan Antonio era un mar de dudas, no sabía si continuar con su éxito o tener que volver a reinventarse para que lo tomaran en serio. En un programa de Canal Sur al que lo invitaron prohibió que le hablaran de la canción de los limones, estaba harto y entrando en una depresión, aunque no dejaba de repetir su frase de "lo importante no es si ganas o pierdes, lo importante es que no pierdas las ganas".


El día de antes, abrázame y no digas nada


Tijuana in Blue anunció un sábado de noviembre de 2003 que iba a dar su último concierto en la sala Artsaia de Iruñea, se ponía punto y final a 18 años con interrupciones de un grupo. Eskroto estaba cansado y agotado, y afirmó que era seguro que no iban a hacer más proyectos juntos "Nos queda la sensación de plenitud que hemos sentido en el escenario. Y después de la plenitud está el vacío, es ley de vida. Ahora vemos claramente que es bonito tener un final" decía el jueves anterior en una entrevista en Diario Navarra.



El ambiente en la sala era de fiesta y estaba a reventar, un grupo de amigos se reunía con ellos para colaborar y disfrutar de la despedida final de Tijuana in Blue en los escenarios: El Drogas y Alfredo Piedrafita, que les produjo varios discos, de Barricada, Juankar de Boikot, César de Marea o el propio Francis de Doctor Deseo, que se encontró con Eskroto momentos antes del concierto y éste sólo le dijo "abrázame y no digas nada". Sobre el escenario cabezas de cerdo colgadas, muchas guitarras y toda una fiesta, un Eskroto cansado pero entregado como podéis ver en el vídeo comenzó el concierto recitando los versos de Bécquer que tanto le gustaban "¡Dios mío, Dios mío qué solos se quedan los muertos!.


Por otro lado, en noviembre, Juan Antonio fue a un concierto de Martirio en Madrid. Oculto entre el público disfrutó de unas canciones que le traspasaron hasta lo más hondo. Al día siguiente le escribió una carta, casi sin digerir todavía lo que había sentido y como había vivido esa fuerza en el escenario que aportaba Martirio, su amiga.


La carta comenzaba así: "Hola Maribel: te vi anoche. Magnífico. Es fácil ser valiente cuando se tienen las cosas claras. De mayor quisiera ser como tú, más grande, más hermoso, más caliente […] Pasarán los guitarrazos y el caos y quedará la belleza. Yo, que me paso el día rezando al dios de las canciones con desigual resultado, anoche encontré la sangre del sur en un teatro que parecía un avión e iba tan lejos que me confundí tratando de saber si era la posguerra o el futuro […] Lo único que hay que decir es gracias. Sigue así y acuna las almas perdidas de los que pensaron que había que apostar lo que no se tenía. Tu fan, Juan Antonio Canta".



Se sentía como el mono de la letra de la canción de su último disco. "Miro la jaula de los monos, están tan solos como yo, no van a verlos nunca cuando llega el invierno y si mueren que más da… Cuando sale la luna el mono es un enigma, un crucigrama de color negro; lo que más me atormenta de esta estúpida historia es que hace el mono sonriendo". Estaba depresivo y se trataba psicológicamente para ello.


Y muerte


El día después del concierto en la sala Artsaia de Iruñea se marchó a Allo, a su casa. Nadie sabe lo que pasó allí con su soledad, pero cansado y acompañado en la mente por los acordes de La vida no vale nada, se ahorcó poniendo punto final a toda una trayectoria musical plagada de creatividad e integridad personal. Tenía 38 años y era 30 de noviembre. Lo encontró su hermano y lo trasladaron al tanatorio San Alberto donde fue incinerado.



Ninguno de los artistas que compartieron el día de antes con él el escenario de la sala Artsaia se podían creer lo sucedido y les resultó difícil de digerir. Francis de Doctor Deseo compuso la canción Abrázame en recuerdo del momento vivido el día anterior, una canción preciosa que refleja de una forma extraordinaria lo que ambos sintieron en ese momento en que se dieron un fuerto abrazo. Eskroto hasta hace pocos días mantenía que quería descansar "Quiero vivir plenamente los años que le quedaban y a los 50 reventar. Tengo la tentación de volver a las andadas de mi juventud, de repetir mi historia, siento ganas de vivir al límite de nuevo, me gusta el vértigo".


El 22 de diciembre de 1996, dos días antes de nochebuena, Juan Antonio se quitó la vida en su casa de Córdoba. Sus trastornos depresivos parece que le empujaron a poner punto final a una vida a la que le quedaban muchos capítulos. Su familia le encontró. alrededor de la una de la tarde de un domingo, ahorcado en el trastero, entre todo lo que se retira por no tener utilidad, entre cacharros y trastos dijo adiós. Tenía 30 años y al final perdió las ganas de vivir. Su muerte fue ácida como el zumo de los limones de su canción.


Último adiós


El domingo después de que Marco dijo adiós a todo lo que había vivido, los Indar Gorri del Osasuna de Pamplona le brindaban una ovación antes del partido del Sadar, en el mismo campo que el frecuentaba para animar a sus rojillos. No todos entendían ese homenaje, pero muchos sintieron su pérdida. A los pocos días Barricada celebraba en un concierto sus 22 años de existencia y al salir su compañero Jimmi de Tijuana in Blue el pabellón, con una sola voz y un solo puño, gritó: "Eskroto, Eskroto, Eskroto…" Ya se le echaba de menos. Su amigo Jimi decía del suicidio de su amigo: "Sólo nos queda asimilar una decisión, la de Eskroto, que es tan puta como respetable".


Martirio en su disco Coplas de madrugá, publicó la carta de Juan Antonio, un mes después de haber recibido la carta, María Isabel, alias Martirio, entendía sus palabras más que nunca y todo su contenido. Juan Antonio dejó un puñado de canciones desnudas de cantante para lo que iba a ser su segundo disco, un disco para el que contaba más apoyo y más dinero, pero su tristeza también se hizo más grande. Juan Antonio no nos dejó su muerte como recuerdo, nos dejó un puñado de grandes canciones, una poesía encubierta y muchas canciones sin su voz.


Todavía se sigue representando su obra de teatro Mambo, un puzzle que requiere de sólo dieciséis palabras, cuatro actores, un cajón, una alfombra y una corona, todo para hablar de la literatura universal dramática desde su inconfundible humor inteligente.


Para el recuerdo

No me gustaría acabar sin dejar el recuerdo las canciones de Eskroto y Patuchas que me marcaron en su momento. Ellos se marcharon pero las canciones de ellos siempre quedaran en nuestro recuerdo y entre nuestros discos preferidos.





De Tijuana in Blue estas dos canciones me parecen brutales, por un lado su carta de presentación con la canción homónima del grupo, una canción para no parar de bailar. La segunda es la extraordinaria canción "Qué solos se quedan los muertos" basada en el poema de Bécquer.





De Kojón Prieto y Los Huajolotes me quedaría con muchas, pero por los recuerdos que me traen me quedo con el videoclip de ¡Éntrele al euskera, buey! para verlos en su juerga y el magnífico





De Juan Antonio y con el recuerdo de cantar sus canciones en bares oscuros y con un vaso de cerveza en la mano me quedo con Inmaculada y con La cabina por aquellos momentos en que sonaba esta canción y la de Los Toreros Muertos, Mi agüita amarilla.



Si hay una canción que me gusta de la última etapa de Juan Antonio es la Copla del viudo del submarino, canción que también versionara La Cabra Mecánica. Toda una melodía donde se encuentran sus principales facetas, su voz de cantautor y contador de historias, su ironía, su humor, su tristeza, su rechazo, su mala suerte y todo teñido de una magia surrealista que te hace esperar hasta el final de la canción y de la que no te quieres perder la letra.



La historia narra el suceso que aconteció la mañana del 12 de diciembre de 1936 cuando el submarino republicano C-3 se encontraba frente a la costa de Málaga con orden de vigilar el estrecho de Gibraltar. A las 14:25 horas un torpedo dirigido desde una embarcación alemana partió en dos mitades el submarino que se hundió al momento con 35 hombres a bordo. Ese submarino continúa sepultado a 68 metros de la profundidad del mar frente a la costa de Málaga hoy en día.



Y aquí la versión que hizo La Cabra Mecánica de la misma canción.

Eskroto y Patuchas, dos vidas y un mismo final / Parte I
Eskroto y Patuchas, dos vidas y un mismo final / Parte II

9 comentarios:

  1. Fenómeno que te hayas acordado de Eskroto. Te ha salido la vena navarrica. Qué recuerdos ! Qué tiempos aquellos ! Joder qué bien se está en esta capital, la Insumisión y tantas otras. Para la gente de nuestra edad Tijuana y los huajalotes son el kopón. Están en todo lo alto del Olimpo Foral junto con Induráin, Cagancho, Camille, el cangrejo de san Francisco Javier y el león del escudo de Osasuna. Afortunadamente, los reyes del napar-mex han dejado escuela en Navarra. Los Inpekables y los Zopilotes Txirriaos. El Urroztarra sigue en Regional.

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    1. Es que José Javier la vena navarrica, la llevo y la llevaré siempre dentro. Muy bueno lo de Cagancho, eso da para otro post. Los Impekables y los Zopilotes han tomado muy bien ese hueco que dejaron los Kojón Prieto, pero donde estén los conciertos del Dúo Gala en la Géminis de Sangüesa que se quiten todos los demás, jjjjj. El Urroztarra como el F.C. Leatxe Taldea han nacido para seguir en regional, qué se le va a hacer.

      Abrazos.

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  2. Increíble ver la cantidad de referencias que has encontrado, felicidades!
    Os informo de que estamos realizando un documental sobre la vida de Juan Antonio Canta, Patuchas.

    https://www.facebook.com/Patuchas

    abrazos!

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    1. Muchas gracias por las felicitaciones, estaré atento al documental.

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  3. MUY CURRADO...YO YA ME SABIA TODA LA HISTORIA DE ESKROTO Y CASI TODA LA DE JUAN ANTONIO...PERO ESTOS HOMENAJES SON MÁS QUE NECESARIOS... GRACIAS! NUNCA LOS OLVIDAREMOS..

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  4. Muchas gracias por recordar a Juan Antonio "Patuchas". Desde mi adolescencia ha sido para mi un referente musical y creo que no se ha hecho justicia con este fantastico creador. Tan solo resaltar que si bien sus dos primeros discos con Pabellón fueron los mas célebres, su dos obras siguientes tienen joyas escondidas como Melocotón, Sueños del Niño Cocodrilo, Querido Frankenstein, Ángel Azul o Insectos que creo que se acercaban mucho a lo que luego fue su faceta en solitario como Juan Antonio Canta. Estas, junto a Pabellón, Emilio el Pocero, Marioneta y La Señora de sus primeros discos, creo que son su faceta mas intimista y la de mas valor que quedaron un poco ocultas tras otras canciones de factura mas naif, jovial o gamberras que le dieron mas celebridad como la tan mal tratada Danza de los Limones. Yo nunca podré olvidar ni perdonar el trato que desde el maldito programa de Navarro le dieron. Me sentia ofendido viendo como quedaba como un payaso enmedio de todos esos descerebrados que hacian el circo televisivo y era como una premonición de lo que luego aconteció. Sólo espero que alguna vez alguien haga justicia a su obra y se le reconozca su sitio entre los grandes creadores de este pais. Gracias por este homenaje que desde tu blog le haces a estos dos artistas. Por cierto muy interesante la obra de Eskroto, conozco algunos de sus discos pero lo tenia un poco olvidado. Me acercaré de nuevo a su obra para conocerlo un poco mejor. Gracias.
    José Luis Martos.

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  5. Excelente, queria saber algo del Eskroto... Hace no mucho lo conoci con el grupo de los huajolotes y me enganché con el estilo de esa banda, saludos de México.

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  6. Buscando fotos del Ttutt en un arranque de melancolía, me he encontrado con este escrito tuyo. Qué bonito. Te felicito. La sabiduría (por darle algún nombre) que demuestras al hablar de estas dos personas sólo queda eclipsada por la pasión con la que lo haces. Desde la vieja Iruña, gracias porque me has alegrado el final de la semana santa. Como decía aquel programa de radio de aquí del norte, "alguien te está escuchando (leyendo)".

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