lunes, 30 de agosto de 2010

Rultimator



El 28 de agosto ha sido el cumpleaños de Rul, aunque este año por primera vez hemos coincidido en fechas no hemos podido celebrarlo juntos -pero lo haremos- ya que yo he tenido que estar currando y a él le ha tocado un fin de semana un poco destroy despidiendo a otro amigo. Rul es un hombre claro, sin medias tintas, de ver a Roca dos o más veces, bromista de hipoaullidohuracanado, y sensible y bestia a partes iguales. Lo conozco desde hace más de veinte años y hemos compartido muchos momentos juntos -ahora viene eso de, "algunos buenos y otros malos", pues no, casi muchos buenos- y me he reído con él en otras muchas ocasiones. Es la sorpresa, el instinto sin domar, deporte puro y al límite, tan lleno de energía que podría ser el doble de Nacho Vidal -o ya quisiera-, y tan lleno de sueños como repleto de vida. Lleva unos cuantos años un poco payá, con muchos cambios y decisiones vitales muy importantes, es lo que tienen los cuarenta, pero ya está empezando a aterrizar, aunque el avión de vez en cuando traiga alguna turbulencia, si quisiera, está en su mejor momento, ahora ya sabe qué no tiene que hacer y juntos nos toca pelear por un reto muy importante. Felicidades amigo y compañero de despacho, que la dicha -con d- sea contigo, se te quiere.

Hasta pronto casina



El domingo nos tocó recoger y plegar para volver a Zaragoza, previamente ordenamos todo bien, arreglé la leñera y las puertas de la barbacoa y guardé todo en su sitio para que no se deteriore nada. Dejamos la planta en la parte trasera, que tendrías que ver como esta, a ver que tal pasa el invierno, y además eché un herbicida para las plantas malas, veremos a ver cuando volvamos si no he quemado todo el jardín. Los gatos no querían entrar en sus cestas y nosotros tampoco, pero con un poco de suerte ya estamos pronto disfrutando de Asturias, ya lo echo de menos.

domingo, 29 de agosto de 2010

Clásicos verano 2010



En el verano además de todas las cosas que he ido contando pasan muchas más que merecen un capítulo aparte y ser mencionadas como los clásicos del verano ya que muchas de ellas se repiten constantemente y si no comprobarlo.


Las canciones populares: de repente vas con tu sobrina en el coche, una renacuaja de cuatro años y de repente te dice, os canto una canción, los cuatro adultos asentimos orgullosos de la buena idea que ha tenido la niña y ella comienza a cantar: "alcohoooool, alcohoooooool, alcohoooool, hemos venidoooo a embarrochaaaarnos, el resultaaadooo nos daaaa iguaaal, alcohoooool, alcohoooooool, alcohoooool…". Os podéis imaginar la cara que se nos quedó a todos.


Los motes: cuando llega el verano a algunos se nos calienta la boca y en vez de llamar a las personas por su nombre nos da por ponerles motes, y creo que no soy el único ¿verdad Arturo?, así te puedes encontrar: Fuencisla, Mariflus, Morcillita, Vacaburra, Hueco, La de Etón, Al filo de la noticia, El muñeco diabólico,…


Los gallos desincronizados: oir un gallo cuando estás de vacaciones es idílico, oir un gallo cacareando cada 30 minutos es desesperante, si lo pillo lo mato, Unax sin querer le dio un balonazo pero no hubo suerte, el condenado siguió vivo y encima yo creo que aún aumento el nivel de cacareo cinco minutos más.


Las abejas: para algunos -principalmente algunas- se creen que son unos insectos asesinos, las pobres que van de flor en flor recogiendo polen y algunas nada más que las ven empiezan a moverse más que los Locomía en cámara rápida, mira que insisto, que lo mejor es estarse quieto, pues no, baila que baila, de momento ha habido suerte y no ha picado ninguna. También es digno de mención el gritito y cara de susto que se pone, Ana en la playa de Niembro asustó a todo el mundo y estuvo apunto de venir el socorrista y todo.


Los picotazos: o granos, los mosquitos si que son malignos y este año había algunos tábanos dignos de mención -los que pude ya están en el otro barrio-, el momento preferido de los mosquitos era por la noche y sólo me picaban a mi, es lo que tiene estar tan bueno, lo malo es que me rasco y rasco los granos y acabo haciéndome herida.


Las ortigas: otras compañeras de viaje de todos los veranos, las muy capullas están en las orillas del camino acechando tranquilas para que te acerques y veas unas moritas negras y ricas que salen en verano, aproximas tu mano para cogerlas con toda alegría y una maldita ortiga te amarga tan deliciosa comida, cuando puedo las tajo bien agusto. Y pensar que Carmen, la madre de Ana, se las toma de infusión.


Los ruidos de la siesta: si hay algo sagrado en verano es la siesta, o el ligero sueño después de darte una buena panzada de comer en el sofá, pero que sucede cuando estás tan tranquilamente quedándote dormido con los brasas de Sálvame y de repente se le ocurre a un vecino ponerse a cortar el césped, y lo peor de todo, tiene un cortacésped con altavoces, como puede hacer tanto ruido, ójala los tábanos den buena cuenta de él.


El chistaco: Flo ha vuelto a las mediodías televisivas y una de las secciones de "Tonterías las justas" es "el chistaaaaaaaaacccooooo", para nuestra desgracia este verano Ana oyó uno de ellos y lo ha repetido torturándonos siempre que ha podido, aquí os lo transcribo: ¿qué es un pingüino menos un pingüino?… pues un ningüino. Responsabilidad e insultos a Ana.


Belén Esteban: nunca nos abandona en los veranos, desde el "cómete el pollo, Andreita" a lo de este año con la guerra abierta que se ha emprendido con la Pepa Jiménez (aunque Ana no se acordaba de su nombre) y todos los frikis que han aparecido, que si la Lady Nenuco, la hermana de la supuesta que ha tenido un lío con Fran que es la pareja de Belén Esteban y que ya se han separado más veces que yo me he bebido Mahous este verano. ¿Habrá algún verano donde nos deje tranquilos?


Los chuches: o las patatas fritas, en verano todo vale, pero saltarse la dieta mediterránea es un placer propio del verano. Si hay una reina de los chuches es la Vane, es una auténtica profesional que además de ser una CCC -nueva tribu urbana que son las Chicas del Centro Comercial- controla hasta las mejores ofertas y no se deja engañar para nada, que se lo digan a los del Alimarket. Las chuches de la foto son naturales y muy buenas.


Los puestos: aunque tengamos de todo es imprescindible pasear y mirar todos los puestos y si se puede picar con algo, los hay de muchos tipos: de "javis", de objetos panchitos, de ropa imponible, de perfumes falsificados, de artesanía, de comida recomendable, de comida no recomendable,… También es típico en estas fechas regalarle algo a la parienta, este año una pulsera y no ha sido en un puestecito ¿te quejarás Ana? para cuando algo para mi.


Tristanbreiker: si hablamos de los puestos de Llanes, y aunque este año no estaba, no puedo por menos que acordarme de Tristanbreiker que siempre venía con su puesto de anillos y pulseras y donde, si no lo sabías, hasta costaba reconocerlo. Que míticos momentos cuando los descubrió el Cárdenas.


La arena: que sería del verano sin ella, lo malo es que al final el coche parece la continuación de la playa y el suelo de casa inexplicablemente tiene arena por todos los lados. Siempre se pierde algo en la arena y este año le ha tocado a las chanclas de Artura, impresionante. En Asturias la arena es muy fina y este año a las horas de máximo calor quemaba y bastante.


Los castillos de arena: no se si los disfrutan más los padres o los hijos, bueno, si que lo sé, los padres. Hay algunos que consideran que lo importante es el tamaño y la extensión de mismo, se les queda pequeña la playa, ¿serán de alguna inmobiliaria venida a menos? Los más separatistas los hacen siempre con foso y no pueden evitar llenarlo de agua y esbozar una sonrisa de lado a lado. La pena son los niños que son los que menos disfrutan.


Las colas en la ducha: y me refiero a las del turno, en las playas que tienen gente (en la foto la de Barro) dependiendo la hora la gente se agolpa por limpiarse los pies y no ir con arena al coche, lástima que nada más limpiárselos los vuelven a dejar en la arena y vuelve a repetirse la operación. Otro caso es el de los niños croqueta -ya que se revuelven en la arena- y esos si que precisan de una buena limpieza, Uxue sabe mucho de lo que digo.


Los sudokus: principalmente mientras tomo el sol, cada año voy avanzando un poco más el nivel, aunque cuando empiezo, ya que sólo los hago de verano en verano, me cuesta bastante pillarle los truquillos, este año me he acabado todos del nivel avanzado, me pongo una medalla a mi mismo.


El dibujo: mientras curro en el ordenador por las mañanas es típico que mientras espero ha que se grabe algo o en algún descanso voy realizando un dibujo que comienza con una cara a la qeu posteriormente le voy añadiendo más personajes que no tenía ni idea que estarían en un principio, la temática últimamente suele ser la de los monstruos o autorretrato. Como podéis ver se nota cuando se me acaba un bolígrafo.


Los programas de TV playeros: verdaderamente ya se están pasando con tanto programa estilo callejeros pero en las playas y sitios de veraneo, así teníamos: Callejeros, Comando Actualidad, Arena Mix, Summertime, Ola Ola y seguro que me dejo alguno más. Creo que habría playas donde iban grabando uno detrás de otro y saliendo los personajes más frikis de las playas en todos los programas.



La canción del verano: creía que lo de la canción del verano era historia, creía que la de Shakira del waka-waka del mundial tenía posibilidades, pero no ha sido así, si ha habido una canción que puede ser la canción del verano es la que os pongo arriba, la del "papa americano" del que creo que tienen mucha culpa el programa "Tonterías las justas" de Flo.


La Mahou si puede ser: poco tengo que decir en este punto, la clave es en botella y bien fría. Lo de "si puede ser" nació un momento mágico que vivimos con la Sandra en la caravana y en una tarde-noche en la que nos reímos como locos, cuando el momento no era ciertamente para reirse, desde entonces siempre que estamos los tres y alguien pide una Mahou debe decir esta coletilla. Salud por los buenos momentos.

Seguro que me he dejado alguna, admito sugerencias y que ¡viva el verano!

Vamos al Mercau



Después de comer y pese a tener pereza a Ana se le ocurrió que podíamos ir al Mercado de Porrua antes que tener que llevar al aeropuerto a nuestros dos invitados para que nos dejaran tranquilos de una vez -es broma-, yo de primeras pensé que con el calor que estaba haciendo a las cinco de la tarde allí no estaría ni el tato y efectivamente así fue, tenía razón Ana y estaba lleno de gente y con un gran ambiente, me pasa por listillo.


Llegamos y tuvimos un montón de suerte de aparcar gratis, la cosa no estaba nada fácil. A pesar de ser un mercado típico asturiano con sus personajes míticos y duendes, no pueden faltar en los accesos a la plaza unas buenas camisetas "javis", mundo de contrastes.


En la plaza se ponen un montón de puestos que te dan de comer y ver productos típicos de Asturias, aquí te daban panes, pero en otro tenían un picadillo que todavía la Vane está soñando por las noches con él, ya que se quedó sin probarlo por estar recién comida.


En el anillo exterior de la plaza hay puestos de artesanía, en este puesto tenían unos hórreos hechos a mano en miniatura preciosos, fijaros también en ese pequeño llagar de sidra.


Aquí una mujer escribía mensajes sobre arcilla para ponerlos en las entradas de las casas con el mensaje: "Esta es tu casa, cuídala. Disfruta de ella y procura que los que vengan, la encuentren como tú la encontraste".


Un hombre preparaba en el momento los listoncillos de madera, afinándolos lo más que podía, para luego tejer con ellos cestas y canastos.


Hacia uno de los lados de la plaza se abren más puestos -cada año yo creo que hay más aunque sin exceso- y animaciones, juegos y divertimentos para los más pequeños. Los personajes disfrazados transitan como uno más y se puede ver a curas, Van Helsings, trolls y princesas.


Estas piedras con vida cuando las vi el año pasado me encantaron, están muy conseguidas y algunas parece que te están hablando.


A la hora a la que fuimos la parrilla ya estaba parada, aunque quedaban todavía restos de la batalla gastronómica del mediodía. Es una parrilla vertical y a la hora de comer se montan una colas de flipar ya que el olorcillo a la brasa llama al estómago. Principalmente hacen costillar de cerdo, chorizo y sardinas.


Hay gente que no sabes si está tuneada para el Mercau o es que son así directamente, un puesto recreaba como era una típica estancia asturiana, con su cama y el fogón y este abuelillo sentado en la cama hacía parecer que realmente podía ser suya la cama.


Una vez que se recorre el anillo exterior a la plaza entras dentro y la sombra que aportan los árboles mitiga un montón el solano que estaba cayendo, si a estas horas estaba así el Mercado no quiero ni pensar como estaría por la tarde-noche.


Uno de los puestos era un llagar donde te ofrecían sidra natural exprimida -zumo de manzana, realmente- ya que no había fermentación, aunque tenían sidra de la güena.


Un paisano que no falta nunca con su carro de bueyes es éste, con su puro pegado siempre a la boca y en la mano la vara, parece que hubiera nacido así, me costaría verlo el resto del año con traje y corbata.


Aquí está su carro, bien tuneado para la ocasión y repleto de niños que le chillan para que les de la vuelta circular a la plaza, mientras el paisano con gesto tranquilo parece que la historia no fuera con él.


Los niños son de los que mejor se lo pasan en estas fiestas, se maquillan, corren, chillan, se manchan, se pierden, comen, … y todo hasta el agotamiento, como si no se volviera a repetir ese momento.


Este fenómeno tocaba ese instrumento medieval e iba improvisando versos según lo que veía, aquí lo podéis ver dedicándome unos versos por hacerle una fotografía y solicitando los derechos, desde aquí me gustaría lanzarle al estrellato de la música.


Mirases donde mirases había gente peculiar, caballos, burros y porruanos de toda la vida que en este día dan el todo por el todo. Con esos zuecos ya se gana altura.


El tiro a la rana es uno de los juegos típicos de Asturias, el momento de la foto toma la foto finish del fallo que como podéis ver se va a la derecha de la rana.


Y por supuestu no pueden faltar los gaiteros asturianos que empezaban a tocar por las calles justo cuando nos teníamos que ir. Fue una visita relámpago al Mercado, ya que nos teníamos que ir a llevar al aeropuerto a la Vane y a Arturo, pero así tendrán más ganas de volver. Nos lo hemos pasado muy bien con vosotros chicos. De allí nos fuimos hasta el aeropuerto del Principado y luego vuelta a casa realmente ya un poco cansados de un día tan movidito.

De Barro somos



El 21 de agosto salió un día fenomenal, y nos fuimos a la playa de Barro, aparcamos con facilidad, es lo que tiene ir a su hora a las playas, pese a que haya que tirar de Arturo que siempre acaba el último desayunándose las palmeras de chocolate y los bollitos. El día estaba precioso y la marea justa para ver toda la cantidad de playas laterales que se forman en Barro. La playa estaba como veis en la foto cuando llegamos.


Y así estaba a las dos horas, ¿cómo estaba la playa? abarrrrooootttaaaaá. Parecía cualquier playa del Mediterráneo, cuando una playa tiene acceso fácil en Asturias implica masificación.


Después de tomar un poco el sol, paseamos hacia el lado izquierdo de la playa esquivando a niños y abuelos, y llegamos a una zona en la que el agua suele estar un poco estancada y no huele muy bien, pero las vistas son muy bonitas.


Volvimos sobre nuestros pasos y nos fuimos a la derecha de la playa, allí entre las rocas se genera un acceso pequeño y sobre el que hay que trepar un poco y se accede a las playas que quedan a la derecha, justo en un camping que hay pegado.


La playa aquí estaba mucho más tranquila, casi no había gente y se estaba de maravilla, de nuevo habíamos vuelto al paraíso.


El mar como siempre estaba tranquilo y su paz en contraste con las rocas abruptas y golpeadas, llenas de esquirlas y cangrejos pequeños era muy bonito.


Aquí podéis comparar la paz de esta playa y a lo lejos se ve la playa de Barro repleta de gente, nos habríamos quedado aquí todo el rato.


Nos metimos en el agua que estaba buenísima, además sin gente ni barullo el agua sabía mucho mejor.


Desde el agua si te vas más hacia la derecha se abre otra pequeña calita que está casi mojada y que rodean las rocas y por un momento parece que todo lo que te rodea es único, como el momento, y es de esos recuerdos que grabas en la mente para en el pesado invierno u otoño recordarlos y transportarte a otros mundos y recobrar la calma y el buen humor.


Pero todo se acaba, como las vacaciones, y volvimos hacia la playa de Barro, la sensación era como la de entrar en un concierto que ya está abarrotado de gente.


Y sino fijaros como acabó estando la playa cuando nos fuimos a tomar "unas Mahou si puede ser", ahora si que estaba abarrotada total.


Nos tomamos las Mahou y las cañitas con limón y sus correspondientes banderillas en el bar del camping, que estaba con bastante gente y empezaban a dar las comidas. Volvimos a por nuestras cosas y nos marchamos a comer. Este fue nuestro último día de playa de este verano, y ese mar con esas pequeñas olas y la paz de pasear entre calas sin gente me durará todavía bastante.


De camino a casa paré a hacer una foto al cementerio de Niembro que no suelo parar nunca ya que la carretera tiene muy pocas zonas para parar, además ahora están reparando esa carretera, sin duda, a pesar de ser una iglesia con cementerio tiene un encanto especial, como de cuento de hadas.


Por cierto, que había unos buenos peces en sus aguas, no lo había comentado hasta ahora pero al estar el mar tan tranquilo en todas las playas en las que hemos estado te correteaban unos pececillos rallados por todos los lados, desde luego, las playas de artificial tienen bien poco.
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