viernes, 27 de diciembre de 2013

A propósito del 2013



Ya quedan pocas horas de este año que nos tocó vivir, del 2013. Un año plagado de luces y sombras. Un año en el que he disfrutado como pocos de la vida en mayúsculas y un año en el que también he probado los sinsabores de la tristeza. Un año de contrastes, de risas y lágrimas, de verdades y mentiras, de firmeza y de dudas. Un año que acabado en 13 sólo podía traer buena y mala suerte a partes iguales.


Un año en el que nació Naia, mi asturianina. Un año en el que estudié y me formé como nunca para intentar dar un salto en mi camino profesional. Un año en el que pude cumplir el sueño de mi juventud de tener una moto. Un año en el que la gente me demostró que la solidaridad se lleva en la sangre. Un año abierto a la amistad de a pocos y en el que me reencontré con mi mejor pasado. Un año de sol, de pocos fines de semana de descanso y de poco sueño. Un año que no me gustaría olvidar.


Un año en el que también dejó huracanes y pobreza. Un año en el que las mentiras y la corrupción de los políticos taparon la verdad de la gente, negando el futuro lógico de un mundo mejor. Un año en el que se apagaron estrellas que sentía cercanas. Un año en el que los caminos no tenían una sola dirección. Un año que se acaba con tristezas y alegrías. Un año para no olvidar por lo bueno y por lo malo. Un año que acabando en 13 no podía ser de otra forma.

1 comentario:

  1. Y que el que esta en la puerta sea por lo menos igual, si no puede ser mejor. Feliz año David.
    Dorita

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...