viernes, 15 de marzo de 2013

De Chicha, Tato y Clodoveo al Luisma



No sé bien la causa, pero cada vez que veía al Luisma en la serie Aida me recordaba tremendamente al personaje de una historieta creada en 1986 por Francisco Ibáñez, que reflejaba las aventuras de Chicha, Tato y Clodoveo, de profesión sin empleo. Historias estrambóticas de tres personajes que en el más absoluto de los desempleos deambulan por las calles sucediéndoles sin fin de aventuras, en definitiva, un nuevo Mortadelo y Filemón, pero evitando el concepto de dúo y con unos guiños en el dibujo de más detalles ocultos y sorpresas.


Ibáñez, al irse a la ruina la editorial Bruguera, decide irse junto con otros compañeros a la Editorial Grijalbo, que tenía previsto sacar una revista llamada "Guai!" en los primeros meses de 1986. Francisco Ibáñez por temas de derechos con Bruguera no podía dibujar a sus personajes de toda la vida, así que se puso manos a la obra y creó a tres nuevos personajes sustitutivos: Chicha, Tato y Clodoveo.


En la revista "Guai!" vieron la luz por primera vez los personajes, en historias breves de 4 a 8 páginas por número, que luego se reagrupaban en un volumen completo de 44 páginas y se editaban bajo la revista Tope Guai!. En estas nuevas secuelas, Ibáñez utiliza los mismos códigos y gags que utilizaba con Mortadelo y Filemón.


Las primeras historias de Chicha, Tato y Clodoveo son guionadas, dibujadas y entintadas por Ibáñez, pero las que se realizaron posteriores a 1989, y que no se recogieron en los álbumes, se realizaron por otros dibujantes o negros, que con los guiones que si realizaba Ibáñez hacían el dibujo, entintaban y coloreaban, aunque Ibáñez no ha reconocido más allá del entintado de algunos episodios.


Los personajes reflejan claramente la situación del paro español, la marginalidad de algunos barrios y el presidente Felipe González se convertía en personaje en algunas historias con su célebre promesa antiparo de crear ochocientos mil puestos de trabajo, aunque como dicen en el cómic, tal vez quiso decir ochocientos o mil puestos de trabajo.


Se realizaron 18 aventuras de Chicha, Tato y Clodoveo, pero sólo 11 se publicaron completas en forma de album en España, aunque en Alemania, donde alcanzó cierta notoriedad, se publicaron todas las historietas.


Si analizo los personajes y las situaciones es donde encuentro muchas similitudes con la serie Aida. Clodoveo o Luisma, son capaces de disfrazarse de cualquier cosa y su bobería innata les hace participar en cualquier tipo de desmanes. Tato es el compañero fiel, torpón y que se entera tarde de muchas cosas, que bien podría ser Chema. Chicha es una pasota alocada capaz de llevar las ropas más raras, al igual que lo hacen Aida o la Macu como su alter ego. Además y para más coincidencia, todos se suelen juntar en un bar, el Snack Joro Bar, donde siempre intentan irse sin pagar para cabreo de su dueño.


Y es que hay mucho de esa situación de los años 80 que reflejan tanto la historia de Ibáñez de Chicha, Tato y Clodoveo, como en la Serie Aida, humor a raudales, guiños satíricos y gran crítica social para conseguir entretener. De hecho hasta los títulos de los episodios de unos y otros podrían intercambiarse y valer igualmente, así en Chicha, Tato y Clodoveo encontramos: Una vida perruna, ¡Mogollón en la granja!, El cacharro fantástico,…; o en Aida: Inteligencia artificiosa, Los trilocos, Una habitación con maristas,…


De Chicha, Tato y Clodoveo, guardo un buen recuerdo de juventud, Ibáñez me enseñó como se puede evolucionar unos personajes inofensivos como Mortadelo y Filemón, a unos personajes con mayor carga social y que en las viñetas pueden suceder otras historias dentro de la misma. Con Aida hace muchos años encontré lo mismo, por eso siempre será para mi una de mis series clásicas, y principalmente por Luisma que es capaz de poner humor en la tragedia más grande y al igual que los personajes de Ibáñez, a pesar de que la cola del paro es muy larga, seguro que van ellos y se cuelan. Por la venia me despido con una frase típica del Luisma:

—¿Y por qué no lo iba a entender? ¿Qué pasa, que el Luisma es tonto, no? El Luisma se ha metido de todo y se ha quedado tonto, a los tontos se les explican las cosas y como no se enteran de nada… Me puedes repetir la pregunta, por favor.—

1 comentario:

  1. A mí también me mola Aída.
    Me garantiza un buen rato de risas, cosa bien difícil de conseguir.

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