Parece que el tiempo no pasa, pero pasa, el angelical niño que prometía para hacer la cuarta saga de Crepúsculo, Esteban García Quintanar, se nos ha hecho más mayor, poco queda ya de aquel niño aficionado a lanzar huevos por los balcones y a preparar chuletas de matemáticas en lugar de a la parrilla, pero lo mejor de él sigue perdurando con nosotros, sus calcetines por encima del pijama, el pantalón del pijama por encima de la chaqueta del pijama, el pijama por encima de otro pijama, sus hermosos villancicos en Navidad, sus preciosas luces tipo aeropuerto navideñas con que adorna todas las casas que puede y que compiten con el árbol de navidad del edificio Rockefeller en New York, sus sandwiches de la Blanca, sus pijamas de felpa tipo superhéroe con los calcetines por encima y el pantalón por encima, su mayonesa con "chaka" para todo, y tantas cosas más que nos han hecho compartir con él, momentos inolvidables e imperecederos.
Su móvil suena más que la última canción de Lady Gaga, ayer según me citan algunas fuentes, le llamó Jorge Javier para invitarle a participar en el programa Sálvame como tertuliano, pero Esteban tiene el corazón dividido y le parece que sería una traición a su Cantizano y el programa DEC, así que una vez más se quedará este viernes en casa viendo uno de los dos y grabando el otro para verlo al día siguiente. Toda una pena no verlo debatir de filosofía cuántica con Kiko Matamoros, o robándole el yogur a Carmele, o recordándole a Belén que Andreita tiene que comer más pollo o conejo, según se tercie. En fin, felicidades, de corazón.
Me sumo a dicha felicitación y sólo quiero decirle que ya, así es la vida, pero ha dejado de ser un "yogurcín". Que le quiero un montón y que siempre tiene anécdotas divertidas para contar de las cosas tan pintorescas que le pasan
ResponderEliminarEntonces, ahora qué es, ¿un yogur caducado?
ResponderEliminar