miércoles, 31 de octubre de 2012

Claves de una crisis I: sin líder no hay futuro



Todos los días nos recuerdan que estamos en crisis. En el telediario de la mañana la prima de riesgo encabeza la mayor parte de las noticias. En el café de la mañana una noticia de una empresa amiga que acaba de cerrar y un amigo, trabajador como pocos, y que acaba de ingresar en las filas del paro. A media mañana los periódicos no cuentan nada bueno. A la hora de comer los bancos nos lo atragantan todo. Por la tarde ya nadie quiere pagar por el valor de un buen trabajo, ya nadie quiere pagar por casi nada, todo es caro a los ojos de los nuevos tiempos. Por la noche uno se acuesta pensando en que estos tiempos tienen poco de futuro y mucho de desesperanza, las crisis se pueden superar, pero en esta que nos encontramos hay unos condicionantes sociológicos, éticos y morales que la hacen muy diferente e incierta.


Estos días pretendo resumir muchas ideas que tengo en la cabeza y que tal vez nos ayuden a poner un poco de sentido en este caos y poder entender este sin sentido que estamos viviendo en estos tiempos, que resumo en 4 puntos clave: la falta de un líder, el poderoso dinero, el fin de la clase política y el letargo de la sociedad. Me guardo un 5º punto de soluciones y resumen.

Veamos las claves para entender que sin un líder, para salir de esta crisis tendremos que pagar un duro precio.


1/ Sin líder no hay futuro
Cuando las situaciones son difíciles y complicadas, la figura de un líder es más necesaria que nunca. El líder aglutina toda la seguridad y firmeza, la valentía, la presencia, que sus súbditos precisan para seguirle hasta el mismo infierno si hiciera falta. Mariano Rajoy nunca ha sido un líder, ni en los buenos tiempos, y menos en los malos. Rajoy ha sido un buen escudero, pero a la hora de ser un líder, da un paso atrás y desaparece, dejando que sean otros los que llevan la voz cantante. Nigel Farage, un eurodiputado británico, en el Europarlamento definía a Rajoy como "el líder más incompetente de toda Europa", y todos los eurodiputados sabían que era verdad, a pesar de que Nigel no sea precisamente un ejemplo a seguir. De la misma manera lo han definido la prensa europea en multitud de ocasiones.


Nuestro principal problema es la carencia de un líder al que seguir, no de las decisiones que se están tomando, que si hubieran sido claras y seguras se habrían aceptado sin mayor problema. En el momento en que Mariano consiguió una mayoría, que si bien fue más conseguida por desmerito de su contrincante, que por su liderazgo, muchos de sus votantes, lo hicieron por oposición al anterior proyecto, por votar a una derecha que históricamente siempre se ha pensado que atraía el dinero y que no necesitaba mangonear en las arcas públicas, craso error.


2/ La fuerza de un líder
Un líder es capaz de aglutinar en sí mismo los miedos de su gente y transformarlos en valor, sin importar el precio o coste vital que supongan. En la historia hay múltiples ejemplos, pero si nos remitimos al líder más reivindicado en los últimos tiempos, gracias al cine, Leónidas, tenemos un claro ejemplo. Un líder no miente, les dice a los que le siguen, la verdad por cruda que sea, e intenta que los sacrificados sean los mínimos posibles. Un líder tiene claro su objetivo, no duda, siente lo que hace y así lo trasmite. Un líder es el primero en abrir camino y en pelear, siempre el primero. Un líder toma decisiones, sin querer contentar a nadie, sin preocuparse de si éstas gustan o no gustan, pero siempre siendo coherentes con lo que se quiere lograr. Un líder no se preocupa del número o de la fuerza con la que cuenta para ganar, se gana con las ideas y con la convicción, nunca se siente pequeño.


Un líder no tiene miedo, ni toma decisiones que no querría, en todas cree, porque cree en el objetivo final. Un lider escucha a la gente y conoce sus necesidades, no los desprecia o ridiculiza, por más que no esté de acuerdo con ellos, sabe que su punto más débil siempre es la traición. Un líder analiza con serenidad lo que sucede, hace un plan y lo transmite a su gente esperando su aprovación. Un líder, cuando las leyes o los que están por encima de él, no le dejan hacer lo que cree, es capaz de inventar una treta para sin enfrentarse al sistema establecido, conseguir sus intereses. Un líder se basa en los principios de "honor, deber y gloria". Si nos fijamos Mariano Rajoy los incumple todos. No tenemos un líder y por eso no tenemos esperanza.


3/ Ningún líder puede ser un mentiroso
Lo mencionaba antes, pero quiero centrarme más en este punto. Hay determinadas debilidades que se pueden hasta perdonar, pero nunca la de la mentira. Alguien que es capaz de mentir a una sociedad, dificilmente puede aglutinar la confianza de ésta, y no es lo malo el mentir, lo peor es no reconocerlo o culpabilizar a otro de las mentiras de uno. Mariano Rajoy defendió en la oposición unas ideas que luego no ha cumplido. Mariano Rajoy acudió a las urnas con un programa y con unas ideas que luego, no sólo no ha cumplido, sino que ha hecho lo contrario de lo que dijo.


Alguien se imagina a Leónidas diciendo a sus soldados que los persas eran cuatro, que no iba a morir nadie y que se iban de excursión a la costa, el resultado de esa mentira sería catastrófico, los soldados que habían depositado su confianza al descubrir la mentira, no le creerían, dudarían cualquier decisión y su voz no sería nunca la más autorizada. Por más que Leónidas se esforzase en decirles que la culpa era de otros, no reconocer su error sería catastrófico. Rajoy a caído en este error de libro, quedarse en sus propias mentiras, para acabar creyendo que son verdades, "sus verdades", negando lo que dice la calle.


4/ La sombra de un presidente
La falta de carácter y de liderazgo de Mariano Rajoy es evidente y palpable, Rajoy se ha convertido en su propia sombra, en el presidente desaparecido, en el presidente que no habla a su pueblo, a no ser que sea en los mítines del PP o en ruedas de prensa sin opción a preguntas. Cuando el máximo responsable ante la que está cayendo desaparece y no figura al frente del problema, el hastío y la desesperanza lo invade todo, alterando los mercados y la sensación de una solución cada vez más difícil. Rajoy se ha convertido en un hombre con miedo, y con miedo no se pueden tomar decisiones.


4/ Cuando no hay un líder todos mandan
En la ausencia de alguien que gobierne el cortijo, todos quieren el poder, todos defienden que pueden hablar y dar sus propias opiniones, a cambio de tapar las mentiras de los unos a los otros. Todos se creen con capacidad para poder reemplazar a su jefe y se consideran más capacitados para defender sus ideas, cuando el líder no tiene nivel, la pérdida de respeto hace de la ignorancia, atrevimiento. Así a Rajoy se le han incrementado los oficiales que hablan por él, y él se deja, creyendo que así no se mancha, huyendo de sí mismo. Los más destacados son:


Soraya Saenz de Santamaría: es la que aparece siempre a responder a los periodistas, su perfil más moderado hace que sólo intervenga en aquellas cosas que medianamente cree, y que a través de eufemismos intenta capear. En su cara se nota falta de seguridad y el malestar de tener que asumir un papel que sabe que a ella no le corresponde, mientras su presidente se parapeta en su despacho, dejándola a ella apagar los fuegos de un incendio que ha ayudado a propagar.


Luis de Guindos: el ministro de economía, de orígenes más que dudosos en el epicentro de una crisis y de sus mercados, se dedica a negar en España lo que en Europa proclama a cuatro vientos. Así, aquí nos vamos enterando de lo que va a suceder por los periódicos europeos, donde se van filtrando reformas laborales y recortes que se niegan en el lugar donde se deberían de comunicar.


Cristóbal Montoro: un personaje oscuro y con apariencia de ir por libre en un gobierno que le deja manga ancha, a sabiendas de que si alguien se quema, será él. Sus sonrisas, comentarios y desprecios, desacreditan todas sus decisiones, las acertadas y las equivocadas.


José Ignacio Wert: otros ministros por contra, a falta de dueño con carisma, se lían en cruzadas personales, chascarrillos fuera de lugar y expresiones que ponen a unos en contra de otros, caldeando un ambiente que ya de por sí quema con sólo mirarlo.


Esperanza Aguirre y tantos otros: cualquiera asume su papel de mayor liderazgo dentro del grupo, ante Mariano todos se sienten fuertes, capacitados para hacerlo hasta mejor de lo que se está haciendo, y es que cuando un líder no da la cara, y se sigue llamando o considerando como líder, cualquiera cree que puede ser el siguiente, y en lugar de tener un líder medio malo, tenemos a muchos que creen que pueden ser los líderes de un barco sin rumbo. Tiempo al tiempo, pero la traición se está fraguando.


5/ A sus órdenes, Ángela, Mario o Christine, siempre a sus órdenes
Cuando uno no sabe liderar un proyecto, prefiere dejarse llevar, de vez en cuando, criticar algo, pero lo justo, no vaya a ser que luego no me ayuden. Todo lo mueven los intereses, a nadie le preocupa realmente la gente y sus problemas, viendo las decisiones que se toman, uno ve claramente que nadie de los de arriba lo que quiere es perder dinero, los bancos se las ingenian para que los paises vuelquen lo que tendrían que ser sus pérdidas en recortes e impuestos para los ciudadanos, revirtiendo así sus pérdidas en nuevos beneficios. Mariano obedece, se deja hacer, ante la promesa de ayuda vende todo lo que tiene, de la misma manera que el dueño de un castillo es capaz de negociar con los que le asedian por salvar su vida, aún a sabiendas de que vende a los que protege en el interior de su castillo. Merkel defiende a sus bancos alemanes y todas sus decisiones van en este beneficio, y Europa importa poco cuando el dinero está de por medio.


Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, es el fiel escudero que se deja vender al que sabe es su principal benefactor y son capaces de defender los millonarios beneficios de la banca o de los especuladores, mirando para otro lado las tragedias de la gente cotidiana que están provocando. Su insensibilidad e hipocresía es tan grande que el tiempo los pondrá su sitio, y ocuparán el lugar en la historia que se merecen.


Chistine Lagarde y el Fondo Monetario Internacional, hacen más de lo mismo, primero dicen que hay que hacer esto y lo otro, y luego dicen, que lo que hay que hacer es todo lo contrario. Ordenan decisiones de las que luego ellos no se hacen responsables de lo que generan, y son otros, los que en sus tragedias del día a día las sufren, sin saber bien que han  hecho para merecerlo.


6/ Rescate sí, rescate no
Como decía antes, una de las características de un líder es la seguridad de sus planteamientos, la certeza del fin a conseguir. En la actualidad, nadie duda que esa indecisión de ahora sí, ahora no, será si quiero, ya veré si lo que me cuentan me gusta,… no es otra cosa que el resultado de una solución que desde Alemania no se tiene nada clara, y no les importa que el agujero se haga más grande, lo que importa es el beneficio propio, y puede ser cuestionable, pero es legítimo en alguien que tiene el poder y el dinero, lo que es lamentable es que se tenga a la gente pendiente de un hilo y lo que ayer era imprescindible, mañana es totalmente prescindible. La incertidumbre agraba todavía más el problema.


7/ No hay líder sin adversario
Para que alguien sea un buen líder, tiene que tener un buen contrincante, cuando el rival desaparece, el ser libre parece mucho más sencillo y las debilidades se minimizan. El hecho de que Rajoy sea un líder nefasto, lo potencia todavía más, el que Rubalcaba no sea tampoco un líder en estos momentos, su pasado, con culpa o sin culpa, pero en un Gobierno que obviamente hizo las cosas muy mal, le deslegitima ante mucha gente para poder hablar y opinar, a lo que se suman una falta de propuestas y soluciones alternativas, plasmando un reconocimiento de que no hay otra solución para salir del problema.


8/ Y tu más
Cuando no hay argumentos para defender lo indefendible, la mejor solución es culpar al anterior o decir que tú lo haces peor, y el "y tu más" se ha convertido en el único argumento que puede sostener las grandes mentiras sobre las que se están asentando nuestros políticos. Cuando Rajoy ganó las elecciones, una de las priemeras cosas que manifestó es que no iba a criticar a sus antecesores y que su objetivo era llevar a cabo su programa. A los pocos días todo era criticar a los antecesores y no cumplir el programa, cuando lo más sensato habría sido denunciar los engaños de los otros en los tribunales, que es donde se juzgan estas cosas, y decir cómo tenían que cambiar su programa por estos hechos, reconociendo a sus votantes la verdad, una de las características del líder. Cuando no se hace, es que tal vez, todos tengan mucho que callar y uno entienda el por qué en los debates electorales Rubalcaba se empeñaba en sacar de la boca de Rajoy que no iba a subir el iva y subir los impuestos, y ambos se perdían en sus conversaciones plagadas de mentiras.


9/ Hablar sólo a su gente
No puede haber cosa peor que ver que el presidente que ha salido mayoritariamente elegido, apenas comparezca en el año de gobierno más complicado desde la democracia, deje que hablen sus súbditos, no acepte preguntas y sin embargo sí que sea capaz de decir lo que quiera y aparecer en los mítines de su partido, creyéndose sus propias mentiras y ser aplaudido por ello. Sólo en el fanatismo sin crítica se siente arropado y seguro.


10/ No escuchar a la gente
Por otro lado la gente sale a la calle, media España trabaja o cobra una pensión, y la otra media vive de la otra como puede, y grita y clama soluciones a un problema que no han provocado. Gente que no se siente representada por nadie de la clase política y que ve como se ayuda a unos bancos que luego les arrastran a ser más pobres y hasta quedarse sin casa. Ante este escenario, el supuesto líder, se da la vuelta, hace como que no ve, o es capaz de insultar la desesperanza de la calle.


11/ La ineficacia de un sistema electoral
Y todo este escenario se encuentra legitimado por una victoria en las urnas, por ir ganando en los diferentes reinos de Taifas que se van creando, mirando a su oponente político y gritando "chincha, rabia". A nadie le preocupa que en esta situación cada vez vota menos gente, que los votos en blanco o nulos de nada sirven. Sólo piensan en ganar, sin importarles si de verdad representan a su pueblo o si sólo representan a sus fanáticos seguidores, en este ambiente es muy difícil que pueda surgir un líder que nos saque de esta crisis.

2 comentarios:

  1. Hay una reflexión definitiva en este aspecto.... el líder, lo eligen los liderados, no lo impone el antiguo líder... ante ésto ya, poco más que comentar. El lider no es líder, lo hacen líder el resto de compañeros porque creen que es el más preparado para gestionar el equipo. Mariano Rajoy tiene pinta de ser un buen segundo o tercer tipo... un técnico honesto, de veras lo creo... pero no tiene madera de líder, no la tiene, es inseguro, miedoso y no convence.... todos los perros que tiene debajo, algunos de ellos miserables, viejos y voraces, saben de esta falta de liderazgo y sólo se relamen ante el no tardío cadáver que se les viene encima. Zapatero NO era un líder.... Aznar tampoco, calvo Sotelo tampoco, quizás Felipe González y Suárez, ideologías aparte, son los dos personajes que más se han acercado al patrón y aún se les respeta por ello... se tiene o no se tiene, y "mirusté", tristemente, es miedoso.

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    1. Muy de acuerdo, Antonio, con lo que dices, la falta de ese liderazgo en nuestros políticos es lo que nos está dejando sin personalidad y con la desesperanza de un futuro que afrontar sin ganas.
      Un fuerte saludo.

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