Tal día como hoy de hace 104 años nacía la
abuela Matilde en el interior de una humilde casa de Anguiano, entre paños blancos mojados en agua caliente y a la luz de unos candiles con velas de aceite, gritos retumbaban en el interior de casa de adobe y la matrona del pueblo se lavaba las manos para sacar a Matilde del interior de su madre Juliana Ibánez, la tensión por el desenlace daba poco tiempo al disfrute del nacimiento, y Félix Rueda, su padre, vagaba de un lado a otro del hogar mientras veía como se calentaban los cubos de agua al fuego de las brasas. Era un sábado de mitad de marzo, en el que a Félix le tocaba arrastrar el campo tras los primeros soles y los resecos vientos de la primavera que apuntaba, después de ver a su hija recién nacida y su mujer Juliana, agotada pero sana, marchó al campo con su caballería pertrechada y entre felicitaciones de vecinos.
Así arrancó la vida de la abuela Matilde, su infancia no fue muy diferente a la de las niñas de Anguiano de aquellos tiempos de primeros de siglo, trabajar, trabajar y trabajar, en 1926 cumplió los dieciocho años y ya empezó a dejarse cortejar por un vecino que siempre le había gustado, Justo Quintanar Hernández que tenía dos años más que ella, Justo era tan serio como amable, muy trabajador, aunque la diabetes que padecía le marcó bastante la vida. Se casaron en 1930 y juntos empezaron a formar una familia que llegó hasta los ocho hijos que tuvo desde 1931 hasta 1945, con 34 años tuvo a la pequeña Carmen, 14 años y alguno más, que vivió Matilde amamantando, cambiando pañales de trapos y vistiendo a unos niños que correteaban como locos por la casa, eran los
piñarras, una casta que perdura y que sabe sobreponerse a las dificultades siempre con una sonrisa en la cara.
Hay cumpleaños que no me quiero olvidar, y el de la abuela Matilde es uno de ellos, así, para estas fechas iré reproduciendo cada año un ejemplar de algún periódico del día que nació ella, en el mejor homenaje que le puedo hacer a una mujer que es muy difícil de olvidar y que para mi, fue mi abuela, sin serlo.
La edición de El Día, diario independiente arrancaba aquel sábado 14 de marzo de 1908 desde su redacción en la calle Leganitos, 23, principal de Madrid, con su número 9.423 a 5 céntimos de la época. La suscripción semestral en provincias era de 9 pesetas y si alguien quería llamarles por teléfono, que ya tenían, debían marcar el 492 para ponerse en contacto con ellos. Esta edición arrancaba sin un titular claro, pero la noticia que abría era un apunte a la edición de otro periódico, La Época, bajo el título de "Una tergiversación más", referente al ministro de la Gobernación el Sr. La Cierva y sobre los "fondos de la Higiene" que era una forma eufemística de citar unos tributos que se querían aplicar a la prostitución. El resto de noticias era el regicidio de Lisboa y la visita del príncipe japones Kuni, primo del emperador de Japón, que estaba prevista para el domingo día 15.
La sociedad anónima del banco Franco Español con un capital social de veinte millones de pesetas, ofertaba unos intereses por imposiciones en el banco del 1% por entrada, del 2% durante 3 meses, del 2,5% a los seis meses y del 3% a un año. Es significativo su horario, que ya entonces sólo era matinal, de 10 de la mañana a 4 de la tarde para caja, y hasta las 5 de la tarde en despacho.
Me llama la atención este artículo "para las damas" que incluye el diario, "El arte de pintarse el rostro. Para la calle y los salones", en el recomiendan que para que la piel no se vea afectada por los "afeites" que se aplican en el rostro, la cara no debe lavarse con jabón, sino con cuerpos grasos como la vaselina. Recomiendan como tendencia untar un algodón hidrófilo en "blanquete líquido" marca Ramillete y extender por la cara y el cuello para dar ese toque blanquecino a los rostros de las mujeres de aquella época, que matizaban con un toque de "rojo líquido" desde la nariz hasta las orejas. En el artículo también recomiendan que por la noche se amplíe a espalda brazos dependiendo del vestido.
El Cigarrón, el Chaval, el Lechero, el Cañamón y el peor de todos Valentín Arellano y Arellano (curiosamente, el más malo y sin alias), debían de ser buenas piezas a tenor de la noticia, sembraban el pánico con sus 19 robos y hurtos en la Castellana, la Guindalera y Cuatro Caminos en Madrid
Ambrosio Álvarez publicitaba su tienda con garbanzos finos de Castilla, salchichones, quesos, mantecas, vinos, licores y pastas para sopa y postre, así como el tostado diario de cafés de Puerto Rico. Queda claro la distinción gourmet de la tienda, garbanzos finos en lugar de judías, salchichones en lugar de chorizos y pastas para sopa y postre que no eran accesibles a todo el mundo. La tienda de Ambrosio era una histórica de Madrid que ya en 1566, entonces sita en la calle Mayor, se encuentra citada.
Me llama por su nombre la atención este anuncio, el producto se llama "Benemérito brillante", un nombre ciertamente enigmático si uno no se para a leer el resto del anuncio. El producto, con patente registrada, sirve para la limpieza y abrillantamiento de los correajes, vainas y cartucheras para la guardia civil y los soldados, dejándolas como "el propio charol", al módico precio 0,50 pesetas en los tonos negro intenso y avellana, y más caro, a 1,50 pesetas, para los colores amarillo y blanco. La fábrica estaba en Jetafe (así lo escribían ellos entonces el Getafe de nuestros días).
En "Ecos varios" se hacían notica de las continuas explosiones y actos anarquistas que invadían la ciudad, también hablaban de un motín en Villanueva de la Serena y con la misma naturalidad de la inauguración de la marquesa de Comillas, María Gayón, de un asilo cuna. La marquesa de Comillas se había casado con tan sólo 17 años con Claudio López Brú, el segundo marqués de Comillas, que tuvo que tomar el título tras la repentina muerte de su hermano, por lo que tuvo que abandonar su vocación religiosa y casarse con la joven por el qué dirán, y mantuvo la castidad en su matrimonio, por eso a María le gustaban los niños que nunca tuvo.
Y aquí las páginas amarillas de la época, una guía en la que podías encontrar desde todos los políticos, a los militares, lista de iglesias y negocios, distancias en ferrocarril y demás informaciones, todo con nombre y apellidos, teléfono y direcciones, con las señas de todos los habitantes de Madrid, y todo por tan sólo 5 pesetas, lo mismo que me costaba de pequeño un chicle Cheiw.
Así acontecía un día en Madrid y España hace 104 años, mientras Matilde ya intuía las primeras voces y luces, arropada hasta el extremo entre lienzos, inmóvil, y llorando para pedir comer. Un año más felicidades abuela.
Como siempre me emociona al recordar a la abuela Matilde. Felicidades, abuela!!
ResponderEliminarMe ha encantado la información de los periódicos de ese día. Siempre le das un punto más a todo lo que escribes. Se agradece mucho, de verdad. Me encanta.
Gracias a ti, y siempre a ti.
ResponderEliminarMe encanta la crónica. Por cierto, este tipo de hemerotecas de estos periódicos, lo he intentado buscar en google, pero no las encuentro, tienes el link de este diario "El Dia" para consultar números pasado, o el de Heraldo de Aragón??
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias Javier, me alegra que te haya gustado. Lo de los periódicos yo lo busco en la página de la Hemeroteca digital te pongo el enlace:
Eliminarhttp://bdh.bne.es/bnesearch/HemerotecaAdvancedSearch.do#
No están todos los periódicos, ya que los que están activos todavía tienen sus propias hemerotecas de pago, por eso no está Heraldo de Aragón, también puedes ver las de ABC o La Vanguardia que también en los periódicos antiguos son gratuitas.
Si tienes alguna duda me preguntas.
Un saludo
Gracias, ha sido genial descubrirlo.
EliminarA mandar :)
EliminarMe sumo a las Felicitaciones Abuela,¡Hay cumpleaños que nunca se olvidan!
ResponderEliminarGracias David.
Y tanto José Félix, un fuerte abrazo desde aquí.
EliminarGracias a ti.
Hoy abuela te hemos tenido de conversacion a la hora de comer ; que cosas mas bonitas me cuenta mi madre cada vez que hablamos de ti FELICIDADES ABUELA !!!!!
EliminarUn placer tenerte por aquí Esteban, te quiero como seguidor, y tienes que contarnos esas historias para que no se olviden.
EliminarUn saludo