jueves, 17 de enero de 2013

Los sobrinos son los reyes



No hay nada como los regalos de reyes, esa magia imborrable de los ojos de un niño desgarrando con avidez un papel de regalo que oculta lo que espera sea su sueño. Los niños que hemos tenido suerte y hemos vivido los regalos de reyes sabemos lo que es estar en los dos lados de la magia, la del niño es lógica, la del adulto, o como se nos quiera llamar, maravillosa.


Los primeros reyes cayeron en Zaragoza y con mi sobrino Daniel, le pilló de sorpresa y por eso sus ojos se dilataron más que nunca, necesitó hasta ayuda para romper el papel de regalo. Su madre enseguida atisbó lo que era y esbozó una gran sonrisa. Daniel intentaba ver entre huecos de papel la caja que contenía su regalo. De repente surgió un Gormiti gigante y su cara se convirtió en asombro y alegría a partes iguales.


Se lanzó sobre el maxi Gormiti y todos los que estábamos alrededor desaparecimos, nadie más existía en su mundo que él y su nuevo juguete. Lo tomó entre sus pequeñas manos y lo puso a prueba en la mejor máquina de test que pueda existir, giró sus brazos de un lado a otro, hasta que se oyó un ligero crack, luego la cabeza hasta parecer la niña del exorcista y así con todas las partes de su cuerpo. Luego le tocó irse al colegio, agarrado a su Gormiti y soñando con batallas que sólo en su imaginación caben.


Después marchamos a Vitoria a continuar con la ronda de magia que los reyes habían dejado en la casa de sus tíos. Primero le tocó a Uxue, que no necesitó ayuda para romper el papel, sus ágiles manos sabían ir al celo y sacar el tesoro con una maestría absoluta. Del paquete surgió un pijama de las Monster High, de la Draculina Xoxo, y mejor no hacer ningún comentario.


A Unax, buen estudiante donde los haya, le tocaba un regalo un poco más útil de futuro, y así se le concedió un pequeño gran diccionario enciclopédico actualizado y online. La magia de sus ojos no fue tan brillante como cuando te regalan unas pistolas o un videojuego, pero el tiempo pondrá cada cosa en su sitio.


Por suerte, todavía había más, los paquetes de regalo surgían y los tres niños que allí estaban los miraban con ese encanto de lo oculto que está a punto de ser descubierto, eso sí, se concede el derecho de ruptura de papel al propietario de regalo, pero las miradas de envidia sana no tienen desperdicio.


Unax retiró con avidez su nuevo regalo, que nuevamente era un libro, algunos somos así de pesados, esta vez un libro ilustrado sobre los Guerreros, libro que abrimos y estuvimos leyendo juntos con la misma ilusión, Unax leía con ilusión, miraba las ilustraciones y se fijaba en los detalles. Yo le acompañaba con la misma emoción que si el regalo hubiera sido para mi mismo.


Finalmente quedaba el segundo regalo de Uxue, una gran caja, casi más grande que ella y que a pesar de su habilidad le costó destripar del papel de regalo. Una vez conseguido surgió un paquete de manualidades de las Monster High, rotuladores, dibujos y un montón de artilugios artísticos más.


El resto del tiempo se gastó como se suele gastar las horas después del día de reyes, aprovechando y estrenando los regalos. Mientras uno seguía leyendo el libro de los Guerreros, la otra ya se había puesto con los rotuladores y aplicaba su arte a los dibujos de las Monster High. Y al resto que estábamos allí, nos quedaba una sonrisa gigante y la certeza de saber que realmente, los reyes, son los sobrinos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...