En la foto el autorretrato que se hizo el propio Chris
Sean Penn es el director de la película de éste nómada-aventurero-osado-ignorante-arrogante-idealista personaje, un espíritu libre que necesita comprobar por si mismo lo que siente en lo más hondo de su alma. En la película navega en canoa tras descender el Colorado al golfo de México, trabaja como agricultor cosechando trigo y trabaja en un McDonalds para conseguir el dinero de lo imprescindible para su aventura en Alaska. La fotografía de la película muy buena y la dirección de Sean Penn correcta, aunque en algunos momentos se nota que se condensan demasiadas cosas que no se cuentan del todo y en otros es un poco lenta. La banda sonora muy buena, de Eddie Vedder, el cantante de Pearl Jam.
Es un viaje de evolución, de introspección, de seguridad arrogante, de aprendizaje, de lecciones vitales, pero un viaje propio, un viaje en el que no hay sito para pasajeros, así conoce a vagabundos y su forma de vida, hippys donde no todo es happy, el amor juvenil más puro y un anciano en el que prende la llama de la ilusión.
Es un viaje en el que el nace de nuevo, hasta se bautiza como Alexander Supertramp (super-vagabundo), crece y evoluciona hasta aprender y morir, pero ahora ya no como Supertramp sino como McCandless. No me he leído el libro de Krakauer, pero por lo que he leído al hacer la investigación rememorando el viaje de Chris, todas las personas con las que coincidió lo clasifican con una persona muy especial, casi excepcional.
Al final, Chris conoce la plenitud, el amor puro con la naturaleza, de éxtasis espiritual entre el sufrimiento y el placer, pero también descubre que esta maravilla no se puede disfrutar en soledad, igual que es bueno sobrevivir y vivir puro, también ayudar y ser ayudado.
Una historia muy buena para aquellos que creen que los deseos no son viables y que la sociedad nos impide cumplir nuestros sueños, una historia con moraleja al igual que la propia vida. Os dejo con una carta que le escribe a un amigo y donde se refleja su pensamiento:
"Deberías cambiar radicalmente de vida y empezar a hacer cosas que antes ni siquiera imaginabas o que nunca te había atrevido a intentar. Sé audaz. Son demasiadas las personas que se sienten infelices y que no toman la iniciativa de cambiar su situación porque se las ha condicionado para que acepten una vida basada en la estabilidad, las convenciones y el conformismo… Si quieres obtener más de la vida debes renunciar a una existencia segura y monótona… No eches raíces, no te establezcas. Cambia a menudo de lugar, lleva una vida nómada, renueva cada día tus expectativas… No necesitas tener a alguien contigo para traer una nueva luz a tu vida. Está ahí fuera, sencillamente… Tu único enemigo eres tú mismo y esa terquedad que te impide cambiar las circustancias en que vives". Una historia muy dura, pero bonita, os la recomiendo para todos los que soñamos que tal vez nuestra vida puede crecer en cualquier momento.
Perfecto, me parece bien crecer, experimentar, descubrir, arriesgar, no acomodarte, pero no sólo eso, me parece que es lo más triste de toda esta historia y de la vida en sí misma. Sólo no compartes. Hasta los silencios se comparten
ResponderEliminarTienes toda la razón, tal vez, y digo sólo tal vez, nos ha dado la excusa perfecta para seguir acomodados. La película es un extremo vital, pero entre una cosa y otra existen caminos intermedios, la lección vital del personaje, además de no llevar al límite una experiencia, es: "si quieres, puedes".
ResponderEliminarDo what thou wilt shall be the whole of the Law
ResponderEliminarThanks for your comment, freedom is the law that really moves us.
ResponderEliminarEstá claro que el ser humano por su condición es un ser social y que necesita estar en un conjunto para poder sobrevivir, no obstante, una de los puntos que mas me enseñó esta película es que sin darnos cuenta, nos introducimos en esa sociedad de una manera tal que cuando nos queremos dar cuenta hemos hecho lo que ella ha querido que hiciésemos y no lo que nosotros verdaderamente queremos... la sociedad da una respuesta fácil a aquellos que no buscan mas allá y la asumen pero, ¿es verdaderamente esa la respuesta a nuestro fin?
ResponderEliminarMuy interesante la reflexión, ciertamente el individuo se deja alienar por la sociedad, pero quizás, como bien dices esa sociedad manejada por intereses económicos y políticos puede estar más alienada que el propio individuo, así dejándonos llevar por la sociedad no hacemos otra cosa que perder gran parte de nosotros mismos.
ResponderEliminarEs sin duda una leccion doble. Por un lado no debemos conformarnos con lo que tenemos y sí, hay que ser audaces, arriesgados y seguir soñando cada día como si fuera el último. Pero por el otro lado asoma también una lección muy profunda y es que si no podemos compartir todos esos sueños y vivencias con alguien la vida se torna un poco más hueca. Una paradoja seguramente irresoluble a la que todos debemos enfrentarnos algún día y tratar de resolver como mejor podamos.
ResponderEliminarEste hombre seguramente lo llevó a un límite extremo. Alaska seguramente es uno de los lugares más salvajes y extremos del mundo y su muerte en soledad y en aquel autobús destartalado me resulta terrible. Sin embargo siento un profundo respeto por alguien que decidió vivir su vida de esa manera.
Comparto tu opinión, llevar al límite las decisiones, sin titubear, sin pestañear, es un ejemplo de superación y de llegar a los límites de uno mismo.
ResponderEliminarMe parece una joya, al igual que la música.
ResponderEliminar