jueves, 18 de noviembre de 2010

Dale Carne o Carnegie, pero dale



El otro día en una librería vi un libro de Dale Carnegie, e inmediatamente me vino a la memoria un suceso (se puede llamar así a esta anécdota) que me pasó hace un montón de años junto con mi gran amigo Josema.


Fue en Zaragoza y podría ser perfectamente en 1995 o por ahí, Josema me llamó por teléfono y me dijo que había visto un anuncio en Heraldo de Aragón donde convocaban para la tarde a una presentación de Dale Carnegie Training (no sé si entonces se llamarían así), en el anuncio aclaraban que daban unos cursos para formar a trabajadores de Galerías Primero y quedaban algunas plazas libres, daban la conferencia por si alguien se quería apuntar, y éste era un acto de presentación para cualquiera que le pudiera interesar. Josema que lo lee todo y más en aquella época, le gustaban los libros de Dale Carnegie y estaba interesado en saber más para poder mejorar en su trabajo, me explico que eran libros de autoayuda, así que me anunció que vendría por la tarde y si le quería acompañar, y uno que es débil y curioso por naturaleza, le dijo, que por supuesto que sí, era una excusa buena para vernos, aunque no haya tanta distancia de Huesca a Zaragoza, y menos entre nosotros, pero los abrazos, abrazos son.


Por la tarde y con su puntualidad de siempre me llamó a mi oficina (entonces Acys en Plaza de España), y nos fuimos para la presentación, era en el hotel que está justo encima de Drogas Alfonso en el Coso y llegamos de los primeros, nos sentamos en la segunda o tercera fila, mientras observábamos con atención los personajes que aparecían por la sala. Enseguida distinguí a Plácido Muñoz (el de la foto), el dueño de Galerías Primero que estaba rodeado y peloteado por sus acólitos, en la mesa y el púlpito ejecutivos trajeados y trajeadas de sonrisa dentífrica con aparentes tablas en el manejo de grupos. Recuerdo que dieron un tiempo de margen por si venía alguien más, cinco minutos, diez minutos, quince minutos, pero allí sólo continuábamos, los de Galerías Primero, los del Dale "Carne", un par de personas sin identificar a que bando pertenecían, y Josema y yo.


Empezó la charla, el ambiente era frío, pese a que los speakers se esforzaba por resultar agradables, pasaron una chica y un chico que yo recuerde (seguro que Josema me matiza todo el post con su memoria prodigiosa y envidiable), pero el chico en un determinado momento me dejó marcado, pronunció una de las frases más célebres que he oído en mi vida, una frase que marcó un antes y un después, el sumum de las frases, lo más de lo más, pero bueno, voy al grano, mientras nos contaba lo maravilloso que puede ser una persona cuando quiere conseguir algo, mirándonos a todos nos dijo: "vosotros, VOSOTROS -éste segundo vosotros era para llamar la atención de los que se estaban empezando a dormir-, VOSOTROS, sois únicos y maravillosos, SÍ, sois unos triunfadores, SÍ, unos TRIUNFADORES -repetía mientras veía la cara de perplejidad que poníamos alguno-, mirar si sois triunfadores que hasta en el primer momento de vuestra vida ya fuisteis los ganadores, los mejores, en el mismo momento de la fecundación, vosotros y sólo vosotros, fuisteis el espermatozoide ganador entre millones de compañeros espermatozoides, sólo vosotros conseguisteis el objetivo, vosotros ganasteis esa carrera, por eso, VOSOTROS SOIS UNOS TRIUNFADORES" (siento utilizar las mayúsculas, pero él mientras iba contando la historia aumentaba su tono de voz).


Recuerdo que miré a Josema por el rabillo del ojo y sin decir nada, sabía que le estaba preguntando ¿dónde me has traído? ¿quiénes son estos? ¿son una secta?…, yo no tenía ni idea que era el Dale "Carne" pero en aquel momento me quedó claro, ¿cómo podía decirme a mi, que yo era un triunfador? Si me conociera hubiera cambiado su argumentación, no me ha gustado ganar nunca, a no ser que sea en el trabajo y no es por el placer de ganar, es por el placer de comer todos los días, estoy convencido que el hombre del discurso no estuvo en el día de mi concepción, se hubiera dado cuenta como a el que él denomina "triunfador", en mi caso, millones de espermatozoides consiguieron engañarle como a un chino, mientras yo despistado como pocos viajaba hacia mi madre en un momento de calentón de mi padre, harto de tanta abstinencia tras el reciente nacimiento de mi hermano, tan sólo nueve mesecitos, y con mi madre que no quería que viniera alguien tan pronto, seguro que de fondo todavía se oían sus llantos pidiendo un poco más de teta. Allí salí yo, a la llamada de mi padre, sin saber de que iba la fiesta, el resto de millones de espermatozoides sabía que ir para nada era tontería, así que algunos se me quedaban mirando, diciendo: "ande va ese", otros se hacían los longis y cuando me veían pasar silbaban y miraban a otro lado, y otros me decían: "tú, sigue todo recto, que es una falsa alarma" engañándome para luego reírse un rato, y así fui viajando y disfrutando del paisaje, me sentía como una sirena moviendo mi colita de un lado para otro, hasta que sin darme cuenta, zas!, me di un espermatozoidazo de muy señor mío, al levantar la vista un poco atolondrado, vi contra que me había chocado, era un óvulo enorme (como yo) todo un ovugoñi de primera, y para cuando me quise ir, ya no podía, y ya puestos me fui para adentro y salió lo que mi madre no esperaba en ese momento y el sufrimiento que tenéis algunos en la actualidad. Como podéis ver no es la mejor historia de un triunfador.


La verdad que me reí con Josema un montón, y al menos aprendí quién y qué era el Dale "Carne", una experiencia que ni él, ni yo olvidaremos nunca. Me marché con la sensación que la conferencia era una genial idea de Plácido Muñoz para si se apuntaba más gente que a él le costara menos el contratar a los Dale "Carnegitos" para la formación de sus empleados, pero eso es algo que nunca sabremos. Al poco tiempo Josema me regaló un libro del Dale, y lo que hace es explicar como compartarse a través de historias o cuentos, muy parecido al Jorge Bucay que me gusta leer hoy en día, salvando muchas distancias a favor de Jorge.


Por cierto, el tal Dale "Carne" no es otro que un empresario y escritor estadounidense nacido en 1888 y que explicó en sus libros como es posible cambiar el comportamiento de los demás, al cambiar nuestra actitud hacia ellos. El curso de Dale "Carne" es un programa de autoayuda basado en un plan de estudios estandarizado dirigido por entrenadores franquiciados por todo el mundo, existen distintas variantes de cursos como el de ventas, presentación de alto impacto (la que yo vivi) y para directivos. Algunas frases buenas de Dale "Carne" son: "El único medio de salir ganando de una discusión es evitarla", y una muy buena: "si la vida te da un limón, haz limonada". Dos buenas frases para empezar el día, disfrutarlo triunfadores.

4 comentarios:

  1. Es una historia-anécdota muy divertida y ya cuando he leído el espermatozoidazo que te diste... no he podido parar de reirme. Ahora, reconozco que me alegro mucho de que fuera así y haberte conocido.

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  2. Es una pena que la vida de uno te provoque risa, pero que se va a hacer, sniff, sniff. Yo creo que te hubiera gustado más conocer a los espartanos que me habrían paso mientras iba tan tranquilo. Un beso.

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  3. Tienes mucha y buena memoria, chaval. No conozco a nadie que se pueda remontar tanto como tú en el tiempo de sus recuerdos. Besos.

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  4. Para una vez que estaba fino y delgado como una sílfide, como para no recordarlos. Besos para la santiagueña

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