No mires hacia atrás

Muchas veces nos encanta mirar hacia atrás, pensar que todo antes era distinto, que todos antes éramos mucho mejores, más guapos, más atléticos, más listos, más rápidos,… o al menos, eso es lo que nos queremos creer. Pero más allá de la mera anécdota divertida del pasado es un gran error llevar los ojos en la nuca o en la espalda.

La mirada siempre es al frente, hacia adelante, sólo podemos actuar sobre el presente y el futuro, jamás sobre el pasado, despojémonos por tanto de los errores del pasado, aprendamos de ellos y olvidémoslos, no sirve de nada sufrir por lo que ya ha sido, cuando vacías la mochila del pasado el día a día es mucho más liviano. Es muy típico cuando alguien no consigue algo pensar: "es que nunca hago nada bien", "siempre me pasa igual", "toda la vida lo mismo"…, son gente que se pasa mirando hacia atrás toda la vida, mi pensamiento, no lo hagáis, sólo vale lo que hagas hoy, o lo que hagas mañana.

Frente a algo negativo, nos acobarda volver a intentar las cosas porque deseamos evitar disgustos, a nadie le hace gracia volver a fracasar, es por eso, por las desilusiones que las personas pensamos en pequeño, todos tenemos que pensar que nuestro pasado no es igual que nuestro presente y nuestro futuro, nada importa el ayer, si es importante lo que se haga de ahora en adelante, no debemos dejarnos dominar por la sensación de la derrota porque impide tomar buenas decisiones. El fracaso realmente no existe, si pruebas algo y no te da resultado, es el momento de sacar una enseñanza que nos ayuda a ser más efectivos, entonces adquirimos experiencia, y nos atrevemos a pensar en grande y a aprender de nuestros errores para alcanzar el éxito interior. De nada sirve hacernos sufrir.

Muchas veces pensamos que el mundo no nos trata como merecemos y culpamos a los demás de nuestros fallos y desilusiones, es lo que yo llamo el síndrome de Calimero. Sin embargo, la verdad es, que el modo como nos trata el mundo es un reflejo de cómo nos tratamos a nosotros mismos. Ponemos en los demás interpretaciones sesgadas de la realidad bajo nuestro propio maltrato interior, una buena autoestima es la clave del éxito y de la satisfacción de vivir. Desgraciadamente, debido a la programación negativa recibida en la infancia, la mayoría de la gente tiende (tendemos) a tener una baja autoestima.

Sólo hubo un hombre que fue capaz de mirar hacia atrás, le llamaban "el hombre buho" y se llamaba Martín Laurello (nombre artístico) y era nacido en Nuremberg, Alemania. Era una maravilla anatómica, giraba su cabeza 180°, lo que le permitió trabajar en 1921 en Estados Unidos en diferentes circos y lugares de espectáculo.

Según él, no nació con este don, lo fue desarrollando con el tiempo mediante la práctica, tres años le llevó poder girar la cabeza completamente. Su único problema era que al girar tenía que dejar de respirar, ya que su laringe se colapsaba, así que la duración del giro era limitada.

Se piensa que murió en 1950, pero se desconocen las causas de su muerte hasta el momento. Algunos piensan que fue por darle tantas vueltas a la cabeza (perdón por el chiste pero me ha resultado inevitable).