Festival de vida y muerte IV: la noche

En el momento en que el sol se empieza a retirar por el horizonte, los mexicanos empiezan un ritual de magia y religión ancestral, encienden velas para guiar el camino de regreso de los difuntos y poder disfrutar con ellos unas horas mágicas.

En Xcaret tenían sitios donde se podían maquillar y la verdad que acudía un montón de gente para hacerlo, se notaba que no era la primera vez.

Entre todos se ayudaban y se maquillaban unos a otros, era curioso como juegan con la mitad de una forma y la otra mitad de otra, mezclan la vida y la muerte en sus rostros logrando un maquillaje espectacular y verdaderamente impresionante sin luz.

La noche ya ha tomado el ambiente y la luz de las velas es la única que abre caminos en una oscuridad prácticamente impenetrable. De repente sin darte cuenta una calavera surge desde la oscuridad y te provoca un susto de muerte. Un juego de luces y sombras verdaderamente bonito.

Las abuelas, las madres, las hijas y algún que otro hombre se afanan en preparar los mejores platos para sus difuntos, tamales, quesadillas, tortillas de carnes guisadas, arroz, enchiladas, pambazos, tacos,… corretean por las mesas.

Los platos se preparan en familia y puedes ver en todo momento como los preparan, es un auténtico placer gastronómico verlo, pero da un auténtico miedo probar algún plato ya que pican y pican mucho (lo digo yo que soy un aférrimo adorador del picante).

Platos y platos corren por las mesas demostrando que el culto a los difuntos es una pura fiesta. Aquí en Xcaret se ve poco alcohol, pero me imagino que en las casas mejicanas mientras se está cocinando el combustible del tequila no puede faltar.

Y después se baila y se danza en honor a la muerte y a la vida, los vivos ahora son muertos y los muertos vienen a juntarse con los vivos, color, gritos y danzas acompasadas para demostrar que la vida no es más que un camino hacia la muerte.

Hay bailes curiosos como éste en el que todos los bailarines llevan sobre sus cabezas una bandeja llena de vasos para tequila y consiguen bailar sin que se les caiga ninguno, bueno, el tercero por la izquierda tuvo que ayudarse un poco con la mano ya que casi la lía parda.