viernes, 7 de enero de 2011

El chaBPapote



Por el ahorro de unos paga la humanidad. El 20 de abril explotaba la plataforma Deepwater Horizon provocando el mayor desastre medioambiental de la historia en el golfo de México, cobrándose además la vida de 11 personas, la versión oficial hasta ahora era que poco menos que la mala suerte había provocado el incidente, por contra la versión que se ha adelantado de las conclusiones dicen que "las causas fundamentales fueron sistemáticas y, sin una considerable reforma en las prácticas empresariales y las políticas gubernamentales, podrían volver a ocurrir. El accidente provino de errores sistemáticos de los directivos de esa industria y de fallos del Gobierno a la hora de garantizar que se cumplan las normas sobre perforaciones petrolíferas en alta mar" (fuente El País). Es decir, entre unos y otros quitaron de aquí y de allá y los que tenían que controlar lo que tenían que controlar acababan por no controlar nada.


La plataforma petrolífera estaba pasando de la fase de exploración a la de perforación pero incomprensiblemente no contaba con un plan de actuación en caso de emergencia ya que el Gobierno de EEUU no se lo exigió. George Bush sólo decidió pedírselo a aquellas plataformas que consideraban de alto riesgo, que curiosamente sólo eran las de las costas de Florida, o las de Luisiana o Tejas. Mientras, durante 86 días la fuga ha estado vertiendo petróleo a unas aguas repletas de vida y que representaban la vida para muchos pescadores, y todo por que nadie hizo lo que tenía que hacer.


Pero si ya está mal que el Gobierno de EEUU no hiciera lo que tendría que hacer y que BP no hiciera lo que tenía que hacer, mucho peor es la gestión de la comunicación que BP ha realizado de esta catástrofe. Gracias a ella los animales se han llenado de chapapote, pero la marca también. Primero salió un consejero delegado intentando justificar lo injustificable cuando todavía se seguía vertiendo petróleo y no se había solucionado el problema, después todos los intentos fueron fallidos y cutres, y entre todas estas acciones, el silencio o las mentiras como respuestas. Los que trabajamos en comunicación sabemos que en semejante gabinete de crisis la mentira tiene que quedar descartada, antes de lanzar culpas, hay que resolver el problema ya que la marca no saldrá bien parada, el dinero tapa a los políticos, pero no tapa a la opinión pública. Humildad y esfuerzo para solucionar el problema, no ironía y dinero para acallar el problema.


BP tenía una muy buena imagen externa, ahora se ha vuelto en su contra. RIP BP.

2 comentarios:

  1. Lo triste es que es una empresa con mucho dinero e intentará que esto quede en el olvido lo antes posible y el gobierno, lo mismo, no le interesa hacer publicidad de esta catástrofe tan tremenda que pasará factura durante mucho, mucho tiempo al ecosistema de la zona.
    Al final, siempre es el dinero lo importante, lo demás es secundario.
    Es la cruda realidad.

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