lunes, 13 de septiembre de 2010

La tumba de las luciérnagas



Este verano vimos una película que me encantó y me dejó tocado a la vez, rara vez una peli consigue emocionarme por fuera, pero "La tumba de las luciérnagas" lo consiguió por dentro y por fuera. "Hotaru no haka" es el título original de esta película de animación de Isao Tazahata de 1988, uno de los socios del Estudio Ghibli, creadores de obras como La princesa Mononoke, El viaje de Chihiro o El castillo ambulante. Isao Takahata ha trabajado en múltiples películas y series de animación, entre algunas de ellas podremos recordar a Heidi, Marco y Ana de las Tejas Verdes, películas donde los sentimientos y el trabajo de los personajes es más importante que la acción que prima en las películas de animación de hoy en día. La dirección de la película es perfecta, con el tempo y el ritmo de las grandes películas, nada sobra.


Basada en la novela homónima de Akiyuki Nosaka (basada en los hechos reales de su niñez), la película podría estar ambientada en cualquier momento histórico y no perdería una chispa de su fuerza, las guerras provocan situaciones límites en la sociedad que se acaban trasladan hasta las familias, creando situaciones de conflicto que en otro momento jamás se habrían dado. La guerra es como un martillo que rompe la burbuja de cristal en la que vivimos todos los días, y la película (y el libro) se centran más en la destrucción de las familias, de las vidas, durante una guerra, así como en la indiferencia ante el sufrimiento que genera en las personas, más que en la guerra en sí misma, la guerra es algo que sucede lejos de la acción a excepción de los bombardeos. Se habla sobre todo en la película de emociones que rodean a los niños, que son los personajes principales, es en ellos donde reside la inocencia, inocencia que genera resignación en la hermana, e inocencia que genera rebeldía y ruptura con lo establecido por parte del hermano. La tumba de las luciérnagas ofrece una excelente visión de la cultura de Japón, donde las necesidades del individuo no son tan importantes como las necesidades de la familia y la nación.


La acción se sitúa en el verano de 1945 en plena segunda guerra mundial entre Japón y Estados Unidos. La aviación estadounidense bombardea sistemáticamente las ciudades japonesas en abundantes ataques aéreos con bombas incendiarias. Kobe es la ciudad donde viven Seita, de 14 años, y su hermanita Setsuko, de 5 años, con su madre (mujer de un oficial de la marina japonesa), un día la ciudad es arrasada por un bombardeo con bombas incendiarias y Seita y su hermana se refugian en un búnker y no saben que puede haber pasado con su madre. Seita la busca y la encuentra malherida y poco después la madre muere, Seita oculta esta información a su hermana y deciden alojarse en casa de sus tíos en otra aldea. El recibimiento de sus tíos se muestra indiferente y va derivando en el desprecio hasta que los dos hermanos deciden vivir en una cueva cercana sin molestar a nadie y viviendo con sus sueños e ilusiones de niños que sólo despiertan el hambre y la climatología, la desnutrición va haciendo mella en Setsuko. Mientras la guerra termina y Seita se entera de que su padre ha muerto en la guerra y poco después muere su hermana víctima del hambre y los bichos. Seita se queda solo, como tantos niños en la guerra, y sin ayuda de nadie.


La animación es realmente buena, acorde a la historia, más cercana al realismo que a la exageración de los mangas nipones, excelente el ritmo y el movimiento, así como los giros fantásticos muy controlados y sólo visibles en las luciérnagas que se convierten en una metáfora de la luz, de la esperanza, del futuro, pero hasta éstas por la mañana mueren, al igual que los sueños.


No conocía esta película que ya va teniendo sus años (es del 1988) y se ha convertido en todo un clásico de la animación, una historia de supervivencia que obtuvo excelentes críticas en todo el mundo. Una película obligatoria, sin duda, para todo aquel que duda de que el cine de animación pueda contar historias serias y profundas, que diferencia con las películas de animación de hoy en día (quitando contadas excepciones).


Refleja la película lo que desafortunadamente sucede en la vida en el día a día cuando estalla un conflicto, estamos tan preocupados por nosotros mismos y nuestro bienestar, que creemos que si alguien necesita de nuestra mano en los tiempos difíciles nos vamos a ir a la ruina, y nos sobreprotegemos en nuestro núcleo más cercano olvidando al que lo pudiera necesitar. Al ver la película, me recordaba el drama que vivieron muchos niños que quedaron sitiados o huérfanos en el asedio que sufrió Madrid durante la guerra civil española, mientras los aviones soltaban bombas y fuego sobre los resistentes, los niños hacían aviones de cartón o pistolas con palos para jugar como los niños que eran.


Se supone que las guerras sacan lo peor de nosotros mismos y nos hace crueles y egoístas, y es lo que sentimos en la película, no entendemos cómo le pueden dar una paliza a Seita por querer dar de comer a su hermana, y quien sabe lo que haríamos nosotros mismos en la situación del granjero. Parece que el mundo se divide entre los niños y los demás, sólo el comisario tiene cierto rasgo de compasión, el mundo se muestra distante, insensible con ellos, y es éste un sentimiento que te desgarra, es el sentimiento de las víctimas inocentes, y me hace reflexionar sobre las guerras que están sucediendo ahora mismo, Afganistan o Irak, o en tantas otras de bajo calado, una bomba equivocada y muchas familias rotas, cuántos casos habrá como el de Seita y Setsuko sucediendo en este mismo momento.


"La tumba de la luciérnagas" es una película triste, la historia se narra de forma cruda y sin tapujos para una película de animación, el dibujo lo único que hace es suavizar la cruda realidad y proyectar la realidad de dos niños que viven un presente de dolor y tragedia, te metes en su drama y su vida te duele como a ellos, te ves en esa historia y con esos años y sientes el amor y el dolor de sus personajes a partes iguales, para al final desgarrarte y dejarte casi sin respiración y acabas sintiendo que lo más bonito que tenemos en la vida es compartir y vivir, y vivir por algo. En definitiva una película que llega al corazón y a la vez es un puñetazo emocional que te deja sin respiración y sin esperanza, "la vida es así, despierta y deja de soñar" parece que nos quieren decir, en definitiva una película que os recomiendo.


Os dejo con el trailer y algunas escenas:

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