domingo, 15 de mayo de 2011

El mar, la mar salada



Los paseos por muy largos que sean siempre confluyen en el mar, la mar, mi mar. Piedras clavadas en la arena, rocas entrando en el mar, la hierba parásita sobre la estructura rocosa y dos árboles que apuntan, cuyas raíces se han hecho hueco en un lugar imposible.


Mientras el agua en su cansino ir y venir, lima, repasa, moja con inusual belleza todo el paisaje creando arenas de diferentes colores y humedades, allí donde miro encuentro una foto digna de estar en cualquier postal viajera del mundo, de esas que llevan bellezas naturales y arquitectónicas junto con abrazos de compromiso.


Las playas siguen siendo lugar de reunión, a nada que sale el sol, la gente se pelea por hundir sus cuerpos en la arena, lucir las partes de cuerpos prohibidos y ponerlas al sol para que éste reparta justicia. La de la foto es la playa de Barro y esta pasada Semana Santa estaba repleta de gente en cuestión de minutos.


La tres fotos son de la playa del Sablón en Llanes, la primera de 1944 y se pueden ver las tiendas para cambiar la ropa, donde entraban vestidas las mujeres y salían vestidas también, el baño en aquellos años era de otra forma, sin toallas en el suelo, sin protección, sin socorristas, sin chiringito. La foto del medio es de 1933 y es curioso ver los barcos y barquitos a la entrada de la cala.


En la playa del Sablón a la izquierda y cercano a la muralla a finales del XIX había un antiguo y pertrecho Balneario.


La playa del Sablón en otra imagen donde las casetas de tela habían dejado paso a casetas de madera y en la arena se colocaban unos tenderetes con telas que permitían hacer merendolas y descanso sentado mientras los niños jugaban y correteaban con la arena.


La playa de Puertochicu en 1932, también pegadita a Llanes, con una rampa que se puede ver al fondo que te bajaba a la playa, entonces más grande y amplia que ahora.


La playa era para los niños, ayer y hoy, sin protección solar tostaban sus juveniles pieles sin preocuparles nada, ni a ellos ni a sus madres, que luego les daban unos masajes con aceite para aliviar sus pieles que estaban más acostumbradas que las nuestras al sol.


Imagen idílica de la playa de Toró, también en Llanes, en otros tiempos, menos concurrida que en la actualidad, pero con sus mismas piedras enclavadas en la arena.


Sólo el color nos aparta de la distancia del tiempo, esta foto podría haber sido tomada hace cuarenta años o hace unas semanas, mezclar arena, agua, mar y niños siempre da la misma combinación: niños embarrados. Del blanco y negro al color el tiempo parece que no pasa.


Y al final sobre la arena, las heridas de guerra de juegos de niños, sarpullido de cubos de arena que delatan la presencia de un niño pequeño y una madre o un padre agotados de seguir los juegos de su vástago en un día precioso de playa.

Fotos antiguas: llanesalavista.com

3 comentarios:

  1. Me encantan las playas de Llanes, ver de frente el mar y detrás la montaña es un lujo. Y encima tienes tantas y tan variadas que cada día puedes ir a una. Es un lujo.

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  2. Espectacular el post, espectaculares las fotografías de las playas de Llanes hace años y espectaculares en general todas las playas de la zona. Es un lujo poder visitarlas.

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