viernes, 6 de mayo de 2011

Casa Canene, la casa del hombre-fabe



Casa Canene es un sitio de visita exclusiva para comer unas buenas fabes en Llanes, de visita obligada durante todo el año menos en los meses de veraneo y preferiblemente para no ir en fines de semana de vacaciones puntuales. Cumple todos los requisitos para ser un lugar de culto de las fabes, pequeño, atención muy rápida por sus reducidas mesas, pero unos primorosos primeros platos. En verano, grandes colas que resultan mal atendidas a no ser que seas ya un habitual de la casa y mucha gente que cree que entra en un restaurante de alta cocina cuando entra en la catedral de las fabes.


Cuando ya te conoce el Sr. Canene enseguida te hace un hueco, mientras esperas en la barra del bar donde te ponen una cañita o una Mahou si puede ser, los camareros (de siempre) al conocerte te guiñan un ojo aludiendo a los que van por primera vez y se apelotonan a la entrada queriendo encontrar un restaurante con 50 salas para banquetes de boda. Pronto te pasan para adentro esquivando comensales y mesas de lo justito que está todo, te sientas un poco apretadito, pero merece la pena cuando te dicen que de primero tienen fabada asturiana, pote asturiano o fabines con centollo, cualquier esfuerzo por estar apretado desde ese momento pasa desapercibido. Te sacan un cuenco de cada cosa según hayas pedido y merece la pena probar por lo menos dos distintos, siempre hay algún jeta que finge no querer pedir primero y luego come del cuenco del otro, impresentables hay en todos los sitios. Primero pruebas un par de cucharadas, pero no puedes evitar repetir y repetir y claro, te conviertes en el auténtico hombre-fabe, un ser de grandes poderes y armas letales que combinadas con el vino peleón mezclado con gaseosa te hacen una auténtica arma de destrucción masiva. Los segundos son más flojitos, sólo para acompañar al primero y el postre normalito, pero quien quiere más después de la fabada que te has metido entre pecho y espalda. Pagas, un precio muy bueno para lo que se come  e intentas salir con la misma agilidad con la que has entrado pero hay que reconocer que se hace más difícil. El hombre-fabe ataca.

2 comentarios:

  1. Es un gran descubrimiento que no se puede olvidar. Merece la pena y está todo bueníiiiiiiiisimooooooooooo. Madre del Amor Hermoso, qué fabes!!!!!

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  2. Ja, ja, míticas fabes, de dimensiones bíblicas.

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