Los puertos siempre tienen el mar de frente, la tierra de espalda y los barcos por la noche de guardianes, salen y entran por el vano que el puerto deja separando lo conocido de lo desconocido, ese mar que da respeto y que el hombre siempre ha querido domar a base de hormigón y piedras, una guerra que nunca se sabe cuando plantará batalla.
Después de obras que todavía continúan en el puerto de Llanes ya se ha llenado de agua el nuevo puerto deportivo y pesquero, tras finalizar el dragado, mucho más profundo que el anterior, ganando así calado y aumentando la navegación en el tramo del puente a la bocana del puerto.
Ahora se están instalando los pantanales flotantes a lo largo de toda la longitud de la dársena y en las dos márgenes para poder amarrar un total de 140 embarcaciones.
En este mes se ha abierto el plazo de solicitud de pantanales en el nuevo puerto de Llanes que van desde los 12 metros a los 5 metros de eslora. No hay duda que el puerto cambiará su imagen y sus funciones del pasado que otros años atrás fueron muy distintas.
Durante el siglo XVI el puerto de Llanes realizó una importante actividad marinera, la pobreza de sus tierras agrícolas y la dificultad de las comunicaciones con el interior, favorecieron sobre manera este desarrollo, situándose junto con el de Avilés el que en Asturias desarrolló un mayor crecimiento y actividad. Se relacionó con otros puertos de la costa cantábrica derecha como Bilbao, Castro Urdiales, Laredo, Santander y San Vicente de la Barquera que eran las bases para los mercados de interior. En ese momento el puerto se encontraba a mar abierto y acantilado, con grandes riesgos de naufragio y la imposibilidad de entreda a barcos de gran tonelaje. En 1552 los vecinos de Llanes solicitan a Carlos I la construcción de un muelle, se realizó pero no debió ser del agrado, ya que a principios del 1600 se realizaron otras obras de mejora. En 1606 el puerto de Llanes tenía 82 metros de largo por 7,5 m. de ancho y algo más de 3 m. de altura, suficiente para barcos de pequeño tonelaje (40 ó 50 toneladas) para el comercio y la pesca. El 7 de mayo de 1880 se declara el puerto de Llanes de interés general de segundo orden. La foto es de 1875.
Así se mostraba el puerto en 1910, con barquitas y pequeños barcos a la espera de sus dueños, al fondo huecos de casas algo imposible de ver hoy en día.
Las casas recortan el cielo irregularmente, sin cariño, pero en sus paredes parece que rezuman historias de marineros, esperas de auxilio y mucho trabajo, paredes que reflejan cansancio y dificultad.
Las partes bajas de las casas pertrechaban sus muros con la subida del agua y algunas casas se mostraban altivas con alturas de cinco o seis pisos al pié del mar, al ataque de las olas.
Con la marea baja salen rocas y arena, y algunas casas que ya no existen se muestran como fantasmas en un fotograma de Lumiere.
Sobre la dársena, barcos parados o en reparación, al fondo el puente con dos ojos entonces y casas que se inclinan hacia atrás y entre hiedras y balcones parecen calaveras de argamasa y cal.
En 1948 los barcos se modernizan, el puerto crece y sobre el puertu, la lancha "Felicia" atraca al lado de la rula, pescado para vender, pescado para comer.
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Un día normal, sobre la dársena y en la morrona, secando aparejos y redes, preparando el día siguiente de lucha con el mar. Al fondo el puente con su ojo cerrando el paso al mar y detrás el antiguo teatro Benavente, ya perdido.
En 1960 la nieve dejó su capa blanca sobre tejados y suelos, sobre barcas y barcos, sobre árboles y barandillas, sobre un pueblo no muy acostumbrado a ver nevar.
En 1988 ya se encontrabaa el puerto tal y como lo conocí, con barcos a los laterales y las casas jalonando el puerto y acompañando la llegada de los barcos.
Coches aparcados se apilan junto a los barcos, que a sus pies, también se apelotonan en espera de encontrar sitio.
Muchas de las casas permanecen iguales y la rampa, ahora desaparecida nos permitía entrar en contacto con el mar y los barcos, era como tenerlos en la puerta de casa.
Ahora, los barcos más grandes y de color, han acabado con las barquitas y los sueños marineros de toda una vida, orden y concierto en un mar que no entiende de leyes.
Mientras los peces hasta en aguas turbias y ex-contaminadas de puerto (por poco tiempo me imagino) se muestran vivaces y grandes, en un territorio que les pertenece.
Las gaviolas (o gaviotas para otros) vuelan sobre las cabezas y lanzan graznidos agudos, discordantes y asperos, nada melodiosos que parecen aullidos celestiales.
Y por supuesto los cubos del nuevo puerto de Llanes, para los que no merece la pena sacar una imagen tan obvia, aunque siempre son interesantes los detalles que suman en esta estrategia cúbica, barandados, edificios, cubos informativos,… me gusta la coherencia.
Después de pasear por el puerto, sólo un deseo de que acaben pronto las obras, que lo deportivo no mate a un puerto, a día de hoy, de escasa producción pesquera, no se le puede cerrar la puerta al mar.
Fuente histórica: llanes.com
Imágenes antiguas: llanesalavista.com
Me está encantado toda la serie sobre Llanes que estás escribiendo. Reconozco que no soy objetiva pues es una tierra que me encanta y en la que me encuentro muy a gusto.
ResponderEliminarEstoy disfrutando un montón con estos posts.
Gracias Ana, tu siempre una incondicional.
ResponderEliminar¡¡También yo estoy disfrutando con esta serie!! Gracias a vosotros soy casi una "veterana" en tierras de Llanes. Siempre me gusta ir por allí, en buena parte porque la zona lo merece (es precioso), pero el mayo aliciente es poder compartir el tiempo con vosotros dos.
ResponderEliminarBesos.
¡Qué bonito tía! sabes que siempre eres bien recibida. Besos grandes.
ResponderEliminarBuenos dias David,
ResponderEliminarPodrías decirme donde podría encontrar fotos antiguas de Llanes a una buena resolución? Me gustaría hacer un regalo de una foto antigua del puerto pero no encuentro con buena resolución.
Muchas gracias
Saludos
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