lunes, 2 de mayo de 2011

Pedro Bignacio



Pedro Ignacio nació bueno, ser el de en medio de dos hermanos, en su caso no fue como ser el de en medio de Los Chichos, la hermana mayor ordenaba, el pequeño desobedecía y Pedro obedecía. De pequeño parecía el pequeño Ruiseñor y cantaba "doce cascabeles tiene mi Renol" cuando se montaba detrás del coche familiar, un Renault 7 de los que eran capaces de subir el puerto de Morella si bajabas a empujar para arriba un rato, Almodovar habría filmado varias películas con lo que sucedía apretando a tres hermanos en aquel estrecho asiento trasero del coche, peleas por quién se ponía en medio y pellizcos que volaban desde la parte delantera con sabor materno. Pedro Ignacio García Quintanar también era conocido en Anguiano por Pachacho o Patxatxo (dependiendo de la nacionalidad del interlocutor), le daban unos ladrillos en pleno agosto y era capaz de llevarlos y traerlos sin aparente cansancio, hasta que su cabeza se convertía en una placa solar y caía desvanecido por una insolación.

Un día cuando estaba subido en una mesa mientras su madre le vestía quiso comprobar mirando al suelo cuanto pesaba su cabeza y lo comprobó haciendo un salto de mesa-trampolín que marcó su naricita de pequeño, cuando su madre al ir a ponerle un calcetín se lo encontró haciendo el cuerpo a tierra cual alfombra de baño sobre el suelo de la cocina, se sorprendió, pero ya estaba acostumbrada a los gustos por escaldarse en la bañera o a pegarse con las puertas como los autos de choque. Comía unos bocadillos de barra y muy señor mío, así que su cuerpo empezó a crecer y crecer, y descubrió que lo que mejor pasa entre bocadillo y bocadillo es un vaso de patxarán en vaso ancho y con dos hielos, Basarana etiqueta negra si puede ser a falta de buen producto casero. Amante del fútbol que abandonó por pacifista (no le gustaba ni la defensa ni el ataque), aficionado al baloncesto y a su exTau, ahora Baskonia, lejanas quedan ya las batallas contra el Cai, grandes noches hemos compartido juntos, levantando coches en fiestas de Anguiano para poder mover nuestro coche, intentando comprar sangría anti-recomendable en fiestas de San Fermín, o detallista, buena gente y mejor padre. Pedro, de pequeño eras muy grande, y de grande eres tan grande como alto, eres el auténtico Pedro Bignacio, felicidades de corazón.

Una canción de regalo que seguro te gustará, en el antes y en el después, y es que Peter aunque no te lo creas el tiempo va pasando y nacen pitufitos a tus pies:

2 comentarios:

  1. Qué voy a decir yo de mi hermano!! Pues que siempre es el que más ha cedido de los tres hermanos, el que intentaba poner cordura en las discusiones y el más buenazo de los tres.
    Buen hermano, buen padre, buen amigo... Se te quiero mogollón. Felicidades, tato!!!

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  2. Que casualidad, no sabía que era tu hermano, jaja. Por cierto se me ha olvidado decirle que nos debe una ronda o más.

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