Cuando caminas te puedes encontrar unos paisajes u otros, cuando al final de un camino te encuentras con este espectáculo visual tienes que pararte un segundo e intentar retener en la medida de lo posible las pinceladas de azules y verdes que en ese momento y en ese día se han conjurado para ofrecer semejante composición visual. Son escenas de la naturaleza llenas de "verdeblue" donde todo encaja y nada sobra.
Sobre el verde y bajo un cielo amenazante pero benigno de lluvias un árbol se muestra desnudo y solitario, semi-muerto y semi-vivo, pero desafiante y rotundo, convirtiéndose en un polo de atracción de miradas.
A la derecha del antiguo camping El Brao de Llanes un árbol enorme y casi seco se alza sobre otros grandes árboles de diferentes tonos verdes como un rey con corona, enjuto y flaco, pero con fuerza y carácter. Hay está desde siempre, con la misma mirada, casi tocando con sus últimas ramas las nubes, haciéndoles cosquillas y provocando la lluvia.
Los árboles y el césped parecen responder a los rayos de sol con sus mejores galas, muestran los colores más vivos y brillantes, nada ajados y maltrechos, intensos y coloridos se muestran entre los huecos que les dejan las nubes. Y así es todo, en el momento en que sales un poco de los pueblos, los paisajes te inundan de belleza, te llenan de energía, son los auténticos paisajes Duracell.
Me ha gustado esto de "paisajes Duracell". Es verdad, te dan energía en cualquier época del año, da igual que sea verano o invierno, sólo hay que saber ver a través de ellos y dejarte llevar por lo que transmiten.
ResponderEliminarEnergía, bip, bip. Un beso.
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