jueves, 15 de septiembre de 2011

Cándido García: tempus fugit



En la segunda planta de la Casa Municipal de Cultura de Llanes, pude ver una interesante exposión de "Cándido García (1869-1925), fotógrafo de un tiempo y de un lugar" organizada por el Ayuntamiento de Llanes. Cándido retrata el paso del siglo XIX al XX, en sus negativos el tiempo queda parado, y con la magia de los años podemos percibir su paso, su pérdida. En un tiempo en que la gente era anónima más allá de sus pueblos, tiempos en que la gente posaba con la naturalidad del día a día, mientras el tiempo pasaba Cándido García lo fotografiaba.


"Cándido García nació en la Cistérnaga (Valladolid) en 1869 y es probablemente el nombre más importante en la nómina de los fotógrafos que han poblado la historia de Llanes. Se le considera llanisco a todos los efectos, pues se estableció en la villa llanisca en su juventud y en ella desarrolló toda su carrera profesional.


Su padre Macario García, fue uno de los pioneros de la fotografía en España y ejerció su oficio sobre todo en Comillas (Cantabria). Al llegar a Llanes, Cándido García ocupó un piso en la plaza de Santa Ana, en el que instaló su estudio. Luego pasó a la Plaza Mayor (actual plaza de Parrés Sobrino) y, sucesivamente a sendos inmuebles de las calles de Nemesio Sobrino y Egidio Gavito.


Contrajo matrimonio con Pepina González, una joven de la localidad llanisca de Pancar, de cuya unión nacieron siete hijos. En el sorteo de la lotería de Navidad de 1912 le correspondió a Cándido el primer premio, y con su importe adquirió en la Alemania del Káiser Guillermo II, contra reembolso, una moderna y cara cámara fotográfica, de la que había muy pocas unidades en España.


Exquisito en los detalles y profesional hasta la médula, Cándido disponía en su estudio de una gran variedad de decorados que daban a sus trabajos fotográficos una riqueza expresiva poco vista hasta entonces.


Conocido y apreciado en toda la comarca, no fue sólo el fotógrafo de varias generaciones sino que nos legó las más valiosas y auténticas muestras del arte de la imagen, incorporadas hoy al acervo cultural y sentimental de la villa y concejo de Llanes. Paisajes, efemérides, retratos, romerías y fotos familiares (muchas de ellas encargadas por los indianos) componen una producción realmente ingente.


Estamos ante un artista que supo ver con mirada profunda no sólo las anécdotas interesantes de la vida cotidiana, sino también la naturaleza en su plenitud y la sustancia de los momentos relevantes. Todo eso lo transmitió a la posteridad como vivos documentos de la época y del lugar que le tocó vivir.


Falleció en la vivienda que ocupaba en la calle de Egidio Gavito, frente al parque de Posada Herrera, en 1925. Su hija, María Luisa García fue otro personaje singular y estimado. Había tomado el relevo del negocio paterno y ejerció la fotografía durante cinco años (fue la única mujer fotógrafo profesional de la que se tiene noticia en Asturias en los años 20). En 1930, tras casarse con Emilio Ferrer, un viajante catalán, María Luisa se establecería con su mardio en Barcelona y abandonaría el oficio heredado de su padre. (Texto de la exposición).


Un sacerdote posa sobre un decorado de Cándido García, el tiempo parece pararse en la escena, misal, sombrero y crucifijo otorgan paz a toda la escena.


Una familia posa en el patio de casa ante Cándido, destaca la baja altura de las mujeres, el hombre de la casa con las piernas cruzadas se agarra a la silla con seguridad, mientras la abuela de luto sempiterno acoge a hija y nieta.


Una tienda de telas en Llanes, sobre el largo mostrador dos niños, detrás acompañándoles los dueños de la tienda, arriba una triste lámpara de dos luces, a la derecha telas y telas que marcaban la moda de la época.


Unas niñas y dos niños pequeños posan vestidos de llaniscos y llaniscas sobre un decorado con un hórreo de fondo.


Niñas de las familias pudientes de Llanes en una fiesta de baile de disfraces, brujas, pastoras, enfermeras,  ángeles y princesas, la fiesta está a punto de empezar.


En una carpa los hombres del pueblo celebran alguna festividad con una comida conjunta, algunos todavía tienen la servilleta al cuello, otros se apartan para salir en la foto, otros ni se enteran. Al fondo sobre un púlpito la orquesta está preparada, pronto empezará el baile.


Un hijo con sus padres, sobre un decorado burgués la familia posa de punta en blanco para mantener en el recuerdo ese momento, la madre con su luto eterno de múltiples capas, el padre aferrado a su bastón que le apega a la tierra y el hijo con su mejor traje y su arreglado bigote.


Así posaba la Junta Directiva del año 1899 "El Porvenir", una sociedad obrera, instrucivo-recreativa de socorros mutuos que se hallaba establecida en la villa de Llanes, así posaban Narciso Vidal, el presidente, en el centro y se rodeaba de Guillermo Sordo, el vcepresidente, José Gonzáles, el secretario, Lorenzo Soberón, el vicesecretario, C. García, vocal 1º y bibliotecario, Manuel Salvador, vocal 2º, Francisco Suárez, vocal 3º, Antonio Anuarve, vocal 4º y Vicente Cuanda que era el tesorero.


El recuerdo de un día de boda, un día especial de "la prima simpática -la mosca-" tal y como pone sobre la foto su primo Miguel. Ella de pie, él ya cansado sienta su cuerpo, la mira con cariño o necesidad, tras su pelo repeinado, guantes blacos y sombrero de copa, una nueva vida comienza.


Un matrimonio posa con orgullo sobre el decorado de Cándido, unas escaleras les ayudan a mostrarse altivos, ella de luto le agarra de su brazo, cuya mano, cual Napoleón, esconde sobre su chaqueta.


Otro hijo con sus padres, a Cándido le tocó vivir la vuelta a casa de muchos Indianos, gente que había hecho fortuna más allá del mar y volvía para cambiar y redecorar todo lo anterior, padres que se habían criado y quedado en el oriente asturiano con sus tradiciones y vida campesina, ahora se vestían de traje y punta en blanco, ante la presencia de su hijo un nuevo triunfador.


Los niños con su inocencia salían de sus patios de juego para posar en el día de la primera comunión, niños que no paraban quietos, y que en el último momento cambiaban la pose que Cándido les indicaba, niños que el tiempo ha dejado atrás.


Reflejó como nadie la historia de Llanes de principios de siglo, sus casas de baño sobre las playas, que entonces no dejaban de ser el principio o el final del mar. Las murallas íntegras definían la silueta de la villa.


En sus calles las procesiones y las fiestas, en unas calles recién levantadas, de casas nuevas y fortunas incipientes, de renovados ritos y de nuevos sueños.


Retratos costumbristas con decorados marineros, centollo en mano y red en ristre, posa con mirada perdida y boina caída, para recuerdo de sus familiares.
(Las tres fotos anteriores y alguna más del blog de Luis Sordo y sus Crónicas del Oriente Asturiano)


En esta foto tomada de Tierra'l Jelechu, brillante blog sobre Parres, se muestra el triunfo que pasa y el triunfo que queda, dice así: "esta foto está realizada por el famoso fotógrafo Cándido García, cuyo estudio lo tenía situado en la calle Nemesio Sobrino nº3 de Llanes, Asturias. En el reverso de la foto dice, "Galería Fotográfica. Procedimientos inalterables. Especialidad en Retratos de Niños, Ampliaciones y Reproducciones. Interiores y vistas -Platinos de todos los tamaños. Retratos bordados en sedas y en porcelana. Trabajos fuera del gabinete". En la foto podemos ver de pie y a la izquierda a David Sánchez y a la derecha a José González. Sentados y por la izquierda a Félix Guitérrez, Wenceslao Sobrino y Joaquín González. Habían sido campeones de bolos en la Vega de la Portilla el día 22 de julio de 1918 que bien pudiera ser algún campeonato organizado con motivo de la Fiesta de la Magdalena de Llanes."


También de Tierra'l Jelechu: La segunda foto es de mi abuelo y sus hermanos, el mayor Manuel (hacha) Junco Pérez sobre 9 años, el mediano Miguel Ángel (milin) Junco Pérez sobre 5 años y el último Avelino (el chato) Junco Pérez tendría sobre 3 años, no te sé decir si la foto era por algún evento especial, lo que sé es que el fotógrafo fue Cándido de Llanes también sobre los años 20". Maravilloso el juguete de la vaquita con ruedas.


"A nuestro hermano Hipólito. José Gavito y Manuela H. 11-13-1906". Así reza sobre el paspartú de la foto, donde nos podemos imaginar que el día está cambiado por el mes. En la fotografía un bebé posa sobre un cojín y un fondo de telas arrugadas para crear volúmenes.


Dos mujeres y dos niñas posan en el tiempo, la que está sentada con timidez, y al pie de su abanico sus piernas viajan aparte, la niña es sujetada sobre su traje llanisco, mientras la otra mujer aguanta el embite. La foto es de 1919.


Retrato de una niña angelical, con su pelo perfectamente ondulado y con rosas al pecho, destaca el tratamiento del claroscuro para potenciar la luz de la imagen.


Un niño posa con su caballo de juguete, vestido con la ropa de los domingos y peinado perfectamente con su melena, lejos de divertirse sujeta el látigo con ganas de terminar pronto la sesión. Foto de 10x14,5 cms.


Retrato de la primera comunión, en un escenario campestre y con un altar de virgen, posa el niño sacrametnado de blanco impoluto y con lazo al hombro, peinado perfectamente y con el libro de oraciones en la mano. Foto 13x18 cms.


Retrato de padre e hija. El nombre de Ramona surge de un bolígrafo sobre una foto en la que la severidad del padre se manifiesta en un gesto duro de mirada fija y bigote ceñido, la hija chica frente al padre le sujeta con distancia y temor.


Imagen del Barrio del Cueto en Llanes, sobre la calle térrea algunas mujeres y niños, sobre las fachadas teñidas de manchas mucha ropa tendida que estira sus mangas hasta el suelo.


De Memoria Digital de Asturias: Este es el retrato de María Caveda, de Colombres, Ribadedeva, hacia el año 1900. María Caveda es la madre de Lipe Caveda y diez hijos más. Esta mujer muestra la apariencia de una "chica Gibson", personificación de un ideal femenino que se mantuvo de fines del siglo XIX. La chica Gibson debía tener abundante pecho y caderas y estrecha cintura, y su torso se curvaba en forma de "S" debido al uso de represivos corsés. Además llevaban el pelo recogido pero voluminoso y las camisas de cuello alto estrecho y abundante a la altura del pecho, y la manga tipo jamón. También eran habituales las faldas largas hasta los pies como vemos. La moda cambiará tras la Primera Guerra Mundial, las mujeres comenzarán a usar ropas más cómodas, cabellos cortos y cambiarán la actitud sumisa y hogareña que poseía la anterior Gibson. Pertenece a la época llamada "Belle époque" (1895-1914). Esta imagen tiene el formato de una tarjeta postal y lleva el sello de Foto Cándido García, fotógrafo de Llanes (Foto nº10478 aportada por frandarro). Un poco de imaginación se vuelca sobre la foto al querer intuir el estilo Gibson de su estrecha cintura y grandes pechos, me llama mucho la atención el gesto con la cara hacia atrás y el cuello un poco hacia adelante en señal de autoridad y firmez.


Y así pasa el recorrido por una exposición que me encantó, en la que viajé por el tiempo, soñando por otros mundos y viendo a otra gente para la que el timpo pasó. Tempus fugit.

Crónicas del Oriente de Asturias
lne.es
Tierra'l Jelechu

3 comentarios:

  1. Enhorabuena por este blog y por tu trabajo para elaborarlo.

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  2. Una pregunta por si tienes la respuesta ¿la foto del banquete en la que sólo aparecen varones podría tratarse de una visita del político Melquíades Alvarez a Llanes?. Uno de los personajes sentados en la mesa central y con sombrero se parece al tribuno reformista.

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  3. Perdón por mi tercera entrada. Mi pregunta anterior ya está respondida. En efecto es un banquete ofrecido en honor de Melquíades Alvarez en 1908. La foto se puede ver en un ejemplar de la revista "Nuevo Mundo".

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