martes, 11 de octubre de 2011

Los Pilares



Corre el cierzo por la ciudad, ya son Pilares, baña el frío Zaragoza, ya son Pilares. Siento decir que nunca me gustaron mucho estas fiestas, tal vez nunca las sentí mías, siempre me creí un poco más de allí, que de aquí, o tal vez, simplemente, nunca las entendí. Para mi las fiestas del Pilar siempre fueron jersey nuevo y pasear para ver por el día, para no poder pasear ni ver por las noches en las que una marea de gente te arrastraba de lado a lado de la calle buscando un bar repleto donde aparcar. Todavía recuerdo un jersey negro jaspeado con tres tachuelas en un hombro, un jersey que empezó grande y acabó estrecho, un jersey de esconder tabaco e historias, un jersey que hacía de todo, menos abrigar.


De día gran vías repletas de puestos y gentes, familias que pasean y zombis que deambulan por las aceras en busca de refugio mañanero. Artesanía y viandas por todos los sitios, colgantes y pendientes, dádivas y regalos por cumplir. Vaquillas con madre, risas y risas, en un coso repleto de blusas y jarana, lleno de vino y almuerzos gigantes, volteretas en el aire y doblajes a lo "humor amarillo". Paseo Independencia arriba y calle Alfonso abajo, paseo va y paseo viene, mientras las aceras las toman músicos de devoción y payasos de adopción, poetas que riman en las esquinas y pintores que de las aceras sacan lienzos. Cañitas y bares, berberechos con un poco de prisas y empujones, en un teatro de disfraces folclóricos, voces altas y bandurrias en el hilo musical de todos los sitios.


De noche conciertos y bocadillos del Calamar bravo, amigos y bares llenos, imposible pedir ni ayuda. Fuegos sobre el río y luces sobre el cielo. Noches largas de frío intenso, noches de barullo marrulleras, noches quedas, noches que se olvidan al llegar la mañana. Noches de fiesta sin más justificación que la ofrenda, fiesta y fiesta por que sí. A los pilares los quiero y los niego por igual, y cada vez que llegan sólo pienso en que jersey hubiera estrenado mañana.


Felices fiestas maños, que el Pilar esté con vosotros.

5 comentarios:

  1. ... me escapo en cuanto pueda, me matan los jodidos pilares....

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  2. Veo que no soy el único, tendremos que montar un club, yo también me escapo en cuanto pueda, es decir, yaaaa…

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  3. Me cago en los conciertos de la Plaza del Justicia. Acaban a la 01.00 de la madrugada y asisten 4 gatos. Llamo a la policía local todas las noches para decirles que hay mucho ruido, pero pasan de mí, of course.
    Por lo demás, en los pilares venden cachos de pan con chorizo frito a 4 euros.
    Una ganga.

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  4. Otro que se suma al club, bienvenido, Mr. Lombreeze, a ti te debo haberle dado con el tiempo sentido al blog, gracias.

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