La Estación del Silencio y otros

Era el año 1989, principios, un año decisivo en mi vida y quise plasmar todo lo que había acontecido durante los años 1987 y 1988 en un medio cómic, de dibujo adolescente pero cargado de historias, que narraba las cosas que nos habían pasado en aquellos tiempos a mi, y a mi grupo de amigas de Zaragoza: Elena, María José, Carmen, Olga y otras de las que mi desmemoriada cabeza no recuerda ya los nombres.

Aquel año, al igual que otros éramos asiduos a la Estación del Silencio y como podréis ver coincidíamos con mucha gente, de la que teníamos motes de casi todos, fue el año en el que Héroes lanzó su primer gran disco, el mar no cesa, con críticas de casi todo el mundo que daba dos duros por esta banda incipiente, míticas son mis defensas a ultranza en aquella época y mis augurios de que llegarían muy lejos, jamás pensé que tanto, en el cómic os cuento un poco la génesis del grupo con claras influencias del maestro Ibáñez. Por aquel año también pasaron personajes como Santi de Niños del Brasil, Cachi con su programa Sangre Española, Tako desde Ejea, Los Pasajeros del Viento desde el norte de Huesca, Proscritos y su somos como el viento, The Furtivos y su garaje sound, el Clinic con Narci y Carlos su pincha particular, las fiestas del Pilar, El Último de la Fila, Más Birras y sus tupes de bourbon, la sala Metro, los Gothic Sex siniestros por natura, Luxiry Beat y la electrónica, las aperturas paralelas de la Universidad, Almodóvar y sus mujeres al borde de un ataque de nervios, la Unión y su más y más, el bar Zurracapote y su enoteca de tetra brick, el Pepeleshes y sus personajes, la zona de Zumalacarregui y sus bares, el Fergus, el Desgüaces, el Vaticano, el bar de la Chus, por otros lados el Bandido, el Electric o las Cavas del Champán que sólo tenían cava o vino blanco gasificado, haciendo honor a su nombre. Y por último realizo una reflexión sobre Acid House que se estaba empezando a imponer en Zaragoza town, en lugares como el DC14 y que tanto (con la peor de mis ironías) me gustaba.

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Espero haber despertado gratos recuerdos, de muchas risas y llantos velados, de grandes anécdotas en nebulosas de alcohol, de noches sin tregua soñando con ser algo algún día.