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Llegar a Asturias y corta que te corta, con el hacha zis, zas, los chopos de mi padre caían con toda la fuerza que podía en cuatro trozos. Comenzaba la mañana y uno entre tanto hachazo se olvidaba del duro trabajo y de oír permanentemente a todo el mundo lo mal que están las cosas. Bien abrigado, sudor en la frente y después del trabajo, mucho más relajado, comenzaba bien el puente.
David, ¿sabias que la leña antes de quemarla te ha calentado ya varias veces?
ResponderEliminarSaludos, y un beso para tus chicas.
Muy bueno, José Félix, y muy cierto. Transmito los saludos y los besos.
ResponderEliminarPues yo no se si creerme que esa leña la has partido tu, eh????Que en la foto no sales!!!!
ResponderEliminar¡Vale! lo confieso, los compré en el Carrefú y luego me lié a extenderlos todos por ahí, haré acto de contricción, propósito y enmienda.
ResponderEliminarFelices días Miguel