viernes, 2 de diciembre de 2011

El cuento de las cuatro manzanas



Ya que es viernes, permitirme un cuento de cosecha propia que escribí hace un tiempo para la contestación de otro blog amigo, el blog de Fernando, y que me apetecía rescatar, espero que os guste:


"Había una vez, hace mucho tiempo, un manzano que daba manzanas todos los días, cuatro familias que vivían cercanas lo compartían, lo cuidaban y limpiaban, entre ellos sólo había un pacto, cada familia tan sólo podría coger cuatro manzanas al día, ni una más, ni una menos, llegaron a esa conclusión para que el manzano no se perdiera como había pasado con los árboles de alrededor.


Así pasaron los días, los veranos y los años, las cosechas diarias siempre fueron buenas, fueron tan buenas que un día una de las familias apuntó que si lo abonaban el manzano sería más fuerte y probablemente diera más manzanas. Con la tripa llena todos asintieron, lo abonaron y regaron más que de costumbre, todos estaban ilusionados, se sentaban al atardecer para ver brotar a las manzanas esperando la llegada del aluvión de las nuevas. El resultado, por desgracia, no fue bueno, aunque al principio el manzano siguió dando buenas manzanas, al poco tiempo se resintió de tanta producción, y empezó a dar cada día menos manzanas, probaron a poner más abono y regar con el mejor agua de la zona, pero nada cambió.


Las familias ser miraban unas a otras culpabilizándose entre sí, unos decían que tenían que haber seguido como antes, otros que ya habían dicho que no había que regar con tanta agua, otros que el abono era malo, todos decían que ya lo sabían que esto iba a pasar.


Una de las familias de sus cuatro manzanas, plantó dos en un huerto lejano de las otras tres familias, con la esperanza de tener dos manzanos propios y así nunca pasar hambre, pero pasó hambre mucho tiempo, y aquellos retoños de manzanos no daban fruto siendo tan pequeños.


Otra de las familias de sus cuatro manzanas sólo comían dos y las otras las embotaban para cuando pasaran más hambre, pero pasaban hambre todos los días y acabaron peleándose entre ellos viendo esos botes con manzanas que no podían comer, cada uno tiró por su lado.


Otra familia se dedicó a coger más de las cuatro manzanas que le correspondían, visitaban el manzano a oscuras por la noche y se llevaban las que correspondían a otros, al principio les fue bien, pero pronto empezaron a robarse las manzanas entre ellos, y poco a poco fueron desapareciendo.


La otra familia apenas había días que podía coger sus cuatro manzanas, sospechaba que alguien se las quitaba, pero no podía decir nada, llegó un momento en que las familias cogían del árbol las manzanas verdes, todavía sin madurar, y ya nadie se preocupaba por limpiarlo, abonarlo o regarlo, les parecían más importantes otras cosas y se chillaban unos a otros, mientras unos decían que había que hacer A, los otros decían que había que hacer B, los unos decían lo que tenían que hacer los otros, y los otros les recordaban que no eran nadie para decirles lo que tenían que hacer.


Un día entre tanto grito el manzano dejó de dar manzanas, daba ya pocas pero en días no dio ninguna. Las familias dejaron de hablarse y ya nadie se acercó nunca más al manzano, cada uno vago en busca de comida recordando tiempos mejores y resabiado de lo sucedido.


Al tiempo, un campesino que vivía relativamente cerca pero que nunca pasaba por allí, ya que sabía que había cuatro familias, que ya no encontró, observó un manzano abandonado, y se dedicó a cuidarlo, lo limpiaba, lo regaba y lo abonaba con cariño, muy pronto brotaron manzanas y su familia comió durante mucho tiempo, tanto que llamaron a otras tres familias para compartirlo."




Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado.

2 comentarios:

  1. Todo en la vida necesita ser cuidado y hay que tratarlo en su justa medida, no es bueno ni por exceso ni por defecto, pero eso sí, todo sabe mejor si se comparte,no?

    ResponderEliminar
  2. Buena visión, el origen de la idea es otro, pero me gusta tu punto de vista. Ten en cuenta que muchas veces no nos gusta contentarnos con lo que tenemos, la avaricia es mala consejera.
    Besos.

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...