Hoy mis padres celebran el 47 aniversario de su boda, físicamente no estaré con ellos pero siempre en el lugar tan grande que ocupan en mi corazón. Ellos son los sanos culpables de mucho de lo que soy hoy en día, de cómo me enseñaron a amar viéndolos a ellos, de cómo hay que mirar a la gente sin abrir los ojos y escuchando a las miradas, y de tantas cosas que se aprenden desde que eres muy pequeño.
Los miro en esta foto de novios y me transmiten una gran fuerza, mi madre plena de sonrisa con su moño perfecto, sus pendientes de perla y el collar de la señorita Pepis, que queda apagado por una dulce sonrisa y dos grandes ojos, que pugnan por dejar atrás a la niña que fue hace poco. Mi padre, inmaculado, con fina corbata y el tupe justo, acondicionado con brillantina en pomada, mirada a lo James Dean con un gesto, que denota toda la intención del mundo y un poco más.
Poco sabían que a los años ya tendrían dos niños en sus brazos, que mi padre tendría que trabajar más que nunca para intentar darnos lo mejor, que crecieron con nosotros privándose de mucho y dándonos lo que podían, que nos vieron volar con nuestras personalidades y ritmos apoyando todos nuestros pasos, y que ahora disfrutan de sus dos nietos con una alegría y una mirada similar a esa foto de más de 50 años.
Feliz 2012 padres, os quiero, os envidio.
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